La tierra como bien común

Colonización incrementa su cartera de parcelas con énfasis en los proyectos lecheros

Al finalizar el actual mandato de gobierno de José Mujica, las tierras gestionadas o bajo la normativa del Instituto Nacional de Colonización (INC) abarcarán más de las 576.756 hectáreas actuales, unas 300.000 de las cuales son propias. En ese marco, se habrá superado la meta prevista de comprar 55.000 hectáreas en el quinquenio en curso, con destino en su mayoría a grupos de colonos con proyectos de desarrollo lechero.

Aumentan las tierras para Colonización

El INC incorporó alrededor de 25 % de la tierra de que gestiona en la actualidad en los últimos nueve años, cuando tras la llegada al gobierno del Frente Amplio se planteó la necesidad de transformar esa herramienta institucional en la mayor propietaria de tierras del país con destino a grupos de productores familiares dispuestos a trabajar y permanecer en el campo en Uruguay.

Si bien el INC tiene tierras que son propiedad de colonos, igualmente estas están afectadas por la respectiva ley y sus derivados normativos.

En ese total, unas 300.000 hectáreas son propias para destino de arriendo a beneficiarios de proyectos agrícolas o pecuarios, cantidad que se incrementa desde 2005 por la ley de Colonización, la cual estableció que solo se entregan parcelas en arrendamiento, bajo la consigna de que la tierra es un bien común.

La cantidad de colonias (grupos de colonos) instaladas en el país pasó de 191 en 2010 a 300 en la actualidad. Tomando los datos individualmente, el INC indica que de 3.300 en 2005 se pasó a 3.800 en 2010 y a 5.100 en la actualidad. En esta última cifra se incluyen colonos grupales que son contabilizados como uno solo aunque lo integran varias familias.

A modo de ejemplo del desarrollo del área se señala que entre 2010 y 2013 se realizaron 315 adjudicaciones a 234 colonos individuales y a 81 grupos de colonos que representan en realidad a unas 840 familias. Por ello se afirma que el INC adjudicó tierras a más de 1.000 familias entre 2010 y 2014.

En junio se alcanzó 74 % del pago de rentas
Históricamente, el cobro de las rentas por las tierras adjudicadas era un problema severo, tanto para el INC como para los colonos. Para solucionar el tema se realizó en 2007 un plan de refinanciación para facilitar los pagos.

Ese plan y una mejora en la gestión administrativa del INC posibilitaron que en junio de este año se alcanzara el mayor nivel de pago por arrendamiento, al situarse en 74 % del total, mientras que los incumplimientos comenzaron a ser sancionados con acciones judiciales. 

Metas del quinquenio
Entre los objetivos del actual Gobierno de Mujica se definió la necesidad de agregar unas 55.000 hectáreas, a razón de 5.000 anuales los dos primeros años y 15.000 los siguientes tres.

Con esa programación se llegó a junio pasado con más de 43.900 hectáreas compradas, superando las metas previstas por año, ya que se adquirieron 6.400 hectáreas en 2010, unas 9.500 en 2011, 12.000 en 2012 y 16.000 hectáreas el año pasado.

Para completar la compra de tierras proyectadas, el INC firmó un acuerdo en setiembre de 2012 con la Corporación Nacional para el Desarrollo (CND) para instaurar un fideicomiso por 100 millones de dólares, los cuales permitirán adquirir, junto con el resto de instrumentos financieros que ya posee, las 55.000 hectáreas de tierra que tenía como objetivo en este quinquenio.

Ese fideicomiso, que se aprobó en el parlamento y este mes fue promulgado por el Poder Ejecutivo, tiene un fondo de 100 millones de dólares que posibilitarán la compra en los próximos 3 años de entre 25.000 y 30.000 hectáreas de tierras, aunque es una estimación que depende de muchos factores, como valor por hectárea, localización, productividad e infraestructura existente.

Capacitación, apoyo y acompañamiento
Para promover el bienestar del trabajador rural que se instala en las colonias, el INC provee asistencia técnica y capacitación en cuanto al trabajo asociativo y grupal.

Para ello se priorizan los colonos jóvenes que quieran radicarse con su familia en el campo y que trabajen de manera asociativa.

También se contemplan primero los proyectos lecheros, porque son aquellos que propician aún más la radicación del productor en el medio rural.

Para ello el INC desarrolló convenios con distintos organismos del Estado que facilitaron esa radicación, como la realizaron de obras en la caminería rural y la electrificación de caminos y tambos de la mano del programa Área de Políticas Territoriales de la Oficina de Planeamiento y Presupuesto y la empresa UTE.

También se encararon planes de capacitación y asistencia técnica para proyectos productivos de manera asociativa con apoyo de los institutos relacionados con el área agropecuaria y el propio Ministerio de Ganadería, Agricultura y Pesca (MGAP), a la vez que se trabajó en la formalización laboral de los colonos en convenio con el Banco de Previsión Social y la cartera de Trabajo y Seguridad Social.

A ello se agregó la puesta en marcha de programas de apoyo a la calidad de vida, contemplando a los productores jubilados, se alcanzaron convenios por viviendas con la Agencia Nacional de Viviendas y Mevir, y se contó con el apoyo de la Corporación Nacional para el Desarrollo para lograr acuerdos en materia de financiamiento.

Cuidado de los recursos naturales
Otra de las políticas que lleva adelante el INC es trabajar el cuidado de los recursos naturales, tanto con los colonos arrendatarios como con los propietarios.

Aunque las producciones menores están exoneradas de las exigencias del MGAP de presentar planes de uso y manejo del suelo, para el INC ese es un requisito obligatorio para todas sus colonias, como forma de acostumbrar al productor de pequeña escala a cuidar el ambiente, por más reducida que sea la parcela a su cargo.