Consumo de alcohol en embarazadas preocupa al Gobierno por “síndrome alcohólico fetal”
Un informe del Hospital Pereira Rossell indica que se detectaron metabolitos de alcohol en el meconio de la mitad de los recién nacidos en ese centro en 2010 y 2011, mientras que en otra investigación de 2011 surge que 33,9 % de las embarazadas respondieron en la consulta haber consumido bebidas alcohólicas durante la gestación. Esos y otros datos han llevado a las autoridades de salud a atender la problemática.

El consumo excesivo de alcohol es un problema que genera particular interés del Presidente de la República, Tabaré Vázquez, y del Gobierno en general, razón por la cual funciona la Comisión contra el Consumo de Alcohol, que se reúne con periodicidad para cambiar esta realidad.
Datos difundidos por el Ministerio de Salud Pública indican que se registra un consumo mundial por persona anual de 6,13 litros de bebida alcohólica pura.
Europa aparece primera en esta lista con un consumo promedio de 11 litros por persona por año, seguida de América Latina con 8,4 litros. Los indicadores en Uruguay en particular ubican este promedio en 6,38 litros.
En lo que respecta a las mujeres en edad reproductiva, en Canadá se calcula una prevalencia de consumo de alcohol de 20 %, mientras que en Estados Unidos asciende a más de 50 %. En Uruguay se reportó que 52,6 % de las mujeres consumió alcohol en los últimos 30 días.
Los datos de embarazadas revelan que en 12 % de los embarazos se sufrió algún grado de exposición al alcohol en Estados Unidos, mientras que en Uruguay ese indicador trepa hasta 33,91 %, según informes de 2011.
Por otro lado, un estudio realizado entre 2010 y 2011 en el Centro Hospitalario Pereira Rossell (CHPR) detectó metabolitos que indican exposición al alcohol en los excrementos de 49,78 % de los recién nacidos.
Pese a que las cifras reportadas de trastornos fetales asociados al alcohol en general son elevadas, se cree que puede existir un subdiagnóstico, lo que implicaría que las cifras reales sean aún mayores.
El ministro de Salud Pública, Jorge Basso, dio a conocer estos datos y otros en el marco de un nuevo encuentro de la citada comisión. En conferencia de prensa del miércoles en Torre Ejecutiva, expresó la preocupación de las autoridades por este tema por la incidencia del alcohol en el desarrollo del feto y del recién nacido.
En los embarazos expuestos al alcohol se constatan diversas consecuencias, tanto a nivel de la madre como del feto, en este último caso, la exposición prenatal al alcohol puede causar desde un aborto u óbito (deceso) hasta una restricción del crecimiento intrauterino, bajo peso al nacer, anomalías en el neurodesarrollo, malformaciones congénitas, etcétera.
La más grave expresión del consumo de alcohol durante el embarazo es el “síndrome alcohólico fetal”, que se caracteriza por presentar anomalías faciales características, retraso en el crecimiento y trastornos del neurodesarrollo del sistema nervioso central.
Según expertos, la abstinencia es la mejor opción, ya que no existe evidencia clara de que haya un nivel seguro de exposición prenatal al etanol por debajo del cual no se observen efectos adversos a nivel fetal.
En definitiva, los efectos del consumo de alcohol dependen de la dosis, el tiempo de exposición y el patrón de consumo.
“El consumo de alcohol en la gestación se considera la primera causa de defectos congénitos no heredables y 100 % evitable”, recalcó Basso.
En Estados Unidos, la prevalencia del síndrome alcohólico fetal se estima en dos casos por 1.000 nacidos vivos, mientras que la prevalencia de los trastornos fetales asociados al alcohol en general se calculan en 10 por 1.000 nacidos vivos.
Las autoridades sanitarias uruguayas entienden el consumo de alcohol en el embarazo como un serio problema sanitario y social que afecta la calidad de vida del individuo y de su familia. En este contexto se considera clave el abordaje de esta problemática en toda la sociedad.