Coordinación y planificación son imprescindibles para una política de seguridad vial
La Unidad Nacional de Seguridad Vial realizó este miércoles en San José una jornada de talleres tendientes a incorporar insumos para el Plan Verano Seguro, que contó con la participación de diversas instituciones que conjugan sus esfuerzos para el diseño de una política nacional de seguridad vial. El presidente de UNASEV, Gerardo Barrios, subrayó que en transito no juega el azar sino la falta de políticas más eficaces.

El fin del Plan Verano Seguro es contar con un sistema de acciones tendientes a controlar, dar respuesta y prevenir siniestros. Participaron de esta jornada varias intendencias, jefaturas de Policía, Policía Caminera, Policía de Tránsito, Bomberos, MTOP,MSP, Ministerio de Turismo, SINAE, JND, direcciones departamentales de Salud.
Durante la apertura, el Director de Tránsito de San José, Juan Martín Álvarez, subrayó la importancia de la coordinación interinstitucional que UNASEV desarrolla con periodicidad. “Esta es la forma de trabajar, de manera coordinada y planificada”, aseguró. Asimismo, resaltó que Uruguay como país chico debe ponerse de acuerdo en una política que trascienda los partidos políticos y se transforme como una política nacional de tránsito.
Por su parte, el presidente de UNASEV, Gerardo Barrios, señaló que en el tránsito nada sucede al azar, no son accidentes, ni la cantidad de lesionados y fallecidos son casuales. “Se lesiona y fallece tanta gente como seamos incapaces de establecer una política de Estado adecuada”, subrayó.
Indicó que el tema tránsito, la movilidad y sus consecuencias en términos de siniestralidad tienen sustento científico sobre qué es lo que hay que hacer y qué lo que no se debe hacer. Explicó que por ese motivo es fundamental reafirmar algunas definiciones que surgen de estudios a nivel mundial. La siniestralidad es una enfermedad que tiene una enorme inequidad en el mundo. El 10 % de los fallecidos en el tránsito se registra en países de ingresos altos, mientras que el 90 % ocurre en países de ingresos medios y bajos, enfatizó Barrios.
Agregó que si bien la incidencia del crecimiento del parque automotor es real, los países con ingresos altos tienen un mayor nivel de crecimiento del parque automotor y una menor cantidad de muertos en el tránsito. “Por lo tanto, el tema central es la política de seguridad vial que el país desarrolle y ese es un elemento central de análisis. El problema no son las motos, son las políticas que se desarrollen para evitar que los motociclistas se lesionen en el tránsito”, enfatizó.
Naciones Unidas proclamó al período 2011-2020 como el decenio de acción para la seguridad vial con el objetivo de estabilizar y reducir las cifras en el tránsito. Y la estrategia tiene sustento científico y a nivel mundial ya no se discute la aplicación de las normas de control y fiscalización de la vía pública. Europa hoy tiene una tasa de moralidad en conjunto de 6 muertos en 100.000 habitantes y Uruguay tiene 22 muertos cada 100.000 habitantes.
Registro único de conductores para 2013
En lo que va de 2012 se realizaron 23.000 espirometrías de las cuales un 4,5% registraron un nivel de 0,3. Si bien es un nivel mucho más bajo que el que se ve en países de ingresos altos, ese nivel se duplica y hasta se triplica en los fines de semana. “Ahí hay que intervenir con estrategias que permitan disminuir la cantidad de conductores alcoholizado, con un procedimiento de sanciones eficiente”.
Entre las medidas que se discuten implementar está el permiso único nacional de conductores en todo el país, con un sistema riguroso con permisos por puntos, el cual se espera instalar en 2013. “Se terminó la libreta fácil”, sentenció Barrios.
Actualmente en el Parlamento se discuten las faltas y entre ellas, conducir vehículos alcoholizado, exceso de velocidad, conducir sin la documentación necesaria y la realización de picadas, serán faltas con pena de prisión.
Asimismo, dijo que existe un sistema de estadísticas “SINATRAN” que se actualiza día a día y que permite tener datos para el análisis, en todas las instituciones en todo el país, para observar lo que pasa en cada localidad.
“Salvaremos vidas más rápido en cuanto más rápido apliquemos las normas referidas al uso del casco, la velocidad, no tomar alcohol, luces encendidas, uso del cinturón y el sistema de retención infantil, participar en una discusión junto a los medios de comunicación y las comunidades departamentales y locales, y el traslado de heridos graves en helicópteros que permita llegar a los centros, porque quienes están más alejados están condenados a permanecer con lesiones por vivir a más de 160 kilómetros de centros de referencia”, manifestó.
Este taller es un ejemplo del trabajo que se realizó durante todo el año, con la participación de todas las instituciones para elaborar la política de seguridad vial. Su objetivo fue reeditar el trabajo realizado en el verano de 2011-2012, en coordinación con los distintos gobiernos internacionales e instituciones tanto públicas como privadas, a los efectos de fortalecer las acciones de control en el tránsito para el próximo verano.