Lineamientos gubernamentales
Meléndez, Gómez y el presidente del Instituto Nacional de Investigación Agropecuaria (INIA), Álvaro Roel, explicaron a la Secretaría de Comunicación las diversas maneras de apoyar y promover la agricultura familiar, de forma de insertarla en la cadena de valor de Uruguay y a nivel internacional.
Este sector clave en la cadena productiva rural fue el centro de atención en el seminario “IniAcerca: innovando junto a la Agricultura Familiar”, inaugurado por el Presidente José Mujica y que se desarrolló en la Estación Experimental “Las Brujas” del INIA, en el departamento de Canelones.
Políticas sociales rurales
Meléndez resaltó la estrategia en ruralidad que lleva adelante el Mides (Ministerio de Desarrollo Social) en conjunto con la cartera de Ganadería, Agricultura y Pesca.
“La idea surgió debido a que las políticas sociales estaban siendo hasta ese momento demasiado urbanizadas y notábamos que habían productores familiares, peones rurales, agricultores familiares que estaban lejos del acceso a los derechos”, apuntó.
Explicó el caso de peones rurales a los cuales sus patrones les informaban erróneamente sobre sus derechos, a lo cual ese tipo de descubrimiento “fue interesantes para nosotros”.
En las diversas actividades se han juntado más de 300 personas “y estamos hablando de la ruralidad dispersa de gente que recorre varios kilómetros para ir a una reunión”, acotó el jerarca.
Añadió que por requerimiento del Consejo de Ministros y del propio Presidente Mujica se le encomendó al Mides realizar un proyecto de ley de compras públicas para la agricultura familiar. En el texto se estableció que el Estado debe comprar 30 % de lo que consume a productores de agricultura familiar y a pescadores artesanales, explicó Meléndez.
En ese orden destacó que el Estado no puede incidir en los precios del mercado, pero sí lo puede hacer en lo que compra y elegir dónde. “Por tanto, esta iniciativa protege a la población más vulnerable del sector rural”, resaltó.
Ese proyecto ya cuenta con la aprobación de la Cámara de Diputado y pasó a estudio del Senado, por lo cual hay confianza de que se transforme en ley antes de fines de diciembre dado que, al ser este el Año Internacional de la Agricultura Familiar, según lo estableció la Organización de las Naciones Unidas, “creemos que un proyecto específico dará un marco final importante”.
Programas educativos destinados al medio rural
Por su parte, el subsecretario Gómez repasó los diferentes programas que impulsa el Ministerio de Educación y Cultura (MEC) para el conocimiento de la agricultura familiar en el país.
En ese sentido destacó el de apoyo a las huertas familiares, el de huertas orgánicas en las escuelas y el programa de alimentación saludable
“No es menor entender los fenómenos de la producción como un hecho cultural y en ese sentido dentro de la línea de trabajo de la cartera sobre educación no formal, se promueve a demanda de comunidades cursos específicos para facilitar el afincamiento de las familias en predios rurales y otorgarle el máximo de productividad en dialogo con el cuidado medio ambiental”, resaltó.
Formación de recursos humanos
Finalmente Roel evaluó que el INIA tiene la misión clara de ir abonando con conocimientos de forma de generar y adaptar a los 28.000 productores familiares existentes, “para robustecer la inserción de la agricultura familiar en las cadenas de valor”.
“La estrategia no se regula por la oferta y demanda del mercado, sino que hay una acción específica para que el agricultor familiar adopte conocimiento”, expresó.
Aseguró que la agropecuaria familiar es responsable de 70 u 80 % de los alimentos producidos en Uruguay, como es el caso de la carne, horticultura y fruticultura, y destacó que todas las estaciones experimentales, como son las de Colonia, Salto, Tacuarembó, Treinta y Tres y Las Brujas, se desarrollan procesos en ese sentido.
“Aportamos conocimientos en tres niveles: vinculado a productos sobre que fungicida o que genética aplicar; vinculado a procesos, y como controlar insectos, malezas o manejar la fertilidad; y sobre qué sistema productivo usar debido a los conocimientos en innovaciones institucionales u organizacionales de forma que puedan usarlos satisfactoriamente”, expresó.
Derechos sociales y compra estatal ingredientes clave en impulso a la agricultura familiar
La promoción de los derechos sociales y las compras por parte del Estado de 30 % de lo que consume a productores familiares y a pescadores artesanales son los principales lineamientos del Mides para el medio rural, dijo el subsecretario Lauro Meléndez. En tanto que el viceministro de Educación y Cultura, Óscar Gómez, resaltó los programas destinados a que los estudiantes tengan una alimentación saludable en escuelas.

Este sector clave en la cadena productiva rural fue el centro de atención en el seminario “IniAcerca: innovando junto a la Agricultura Familiar”, inaugurado por el Presidente José Mujica y que se desarrolló en la Estación Experimental “Las Brujas” del INIA, en el departamento de Canelones.
Políticas sociales rurales
Meléndez resaltó la estrategia en ruralidad que lleva adelante el Mides (Ministerio de Desarrollo Social) en conjunto con la cartera de Ganadería, Agricultura y Pesca.
“La idea surgió debido a que las políticas sociales estaban siendo hasta ese momento demasiado urbanizadas y notábamos que habían productores familiares, peones rurales, agricultores familiares que estaban lejos del acceso a los derechos”, apuntó.
Explicó el caso de peones rurales a los cuales sus patrones les informaban erróneamente sobre sus derechos, a lo cual ese tipo de descubrimiento “fue interesantes para nosotros”.
En las diversas actividades se han juntado más de 300 personas “y estamos hablando de la ruralidad dispersa de gente que recorre varios kilómetros para ir a una reunión”, acotó el jerarca.
Añadió que por requerimiento del Consejo de Ministros y del propio Presidente Mujica se le encomendó al Mides realizar un proyecto de ley de compras públicas para la agricultura familiar. En el texto se estableció que el Estado debe comprar 30 % de lo que consume a productores de agricultura familiar y a pescadores artesanales, explicó Meléndez.
En ese orden destacó que el Estado no puede incidir en los precios del mercado, pero sí lo puede hacer en lo que compra y elegir dónde. “Por tanto, esta iniciativa protege a la población más vulnerable del sector rural”, resaltó.
Ese proyecto ya cuenta con la aprobación de la Cámara de Diputado y pasó a estudio del Senado, por lo cual hay confianza de que se transforme en ley antes de fines de diciembre dado que, al ser este el Año Internacional de la Agricultura Familiar, según lo estableció la Organización de las Naciones Unidas, “creemos que un proyecto específico dará un marco final importante”.
Programas educativos destinados al medio rural
Por su parte, el subsecretario Gómez repasó los diferentes programas que impulsa el Ministerio de Educación y Cultura (MEC) para el conocimiento de la agricultura familiar en el país.
En ese sentido destacó el de apoyo a las huertas familiares, el de huertas orgánicas en las escuelas y el programa de alimentación saludable
“No es menor entender los fenómenos de la producción como un hecho cultural y en ese sentido dentro de la línea de trabajo de la cartera sobre educación no formal, se promueve a demanda de comunidades cursos específicos para facilitar el afincamiento de las familias en predios rurales y otorgarle el máximo de productividad en dialogo con el cuidado medio ambiental”, resaltó.
Formación de recursos humanos
Finalmente Roel evaluó que el INIA tiene la misión clara de ir abonando con conocimientos de forma de generar y adaptar a los 28.000 productores familiares existentes, “para robustecer la inserción de la agricultura familiar en las cadenas de valor”.
“La estrategia no se regula por la oferta y demanda del mercado, sino que hay una acción específica para que el agricultor familiar adopte conocimiento”, expresó.
Aseguró que la agropecuaria familiar es responsable de 70 u 80 % de los alimentos producidos en Uruguay, como es el caso de la carne, horticultura y fruticultura, y destacó que todas las estaciones experimentales, como son las de Colonia, Salto, Tacuarembó, Treinta y Tres y Las Brujas, se desarrollan procesos en ese sentido.
“Aportamos conocimientos en tres niveles: vinculado a productos sobre que fungicida o que genética aplicar; vinculado a procesos, y como controlar insectos, malezas o manejar la fertilidad; y sobre qué sistema productivo usar debido a los conocimientos en innovaciones institucionales u organizacionales de forma que puedan usarlos satisfactoriamente”, expresó.