DINAMA amplió control ambiental a industrias con la utilización de nuevas herramientas
La Dirección de Medio Ambiente inició un proceso de mejoras de los sistemas de control ambiental que le permitió ampliar el número de empresas sujetas a control, abarcar otros sectores de producción y diversificar las herramientas. Además de las inspecciones presenciales se incorporaron las mediciones por Internet, el autocontrol de las empresas y las auditorías.

Como resultado de la reingeniería del sistema de mejora de control de la Dirección Nacional de Medio Ambiente (DINAMA) se formuló un nuevo programa 2011-1014 que desarrolla nuevas modalidades de control.
El director nacional de Medio Ambiente del MVOTMA, Jorge Rucks, la directora de División Control Ambiental, Silvia Aguinaga y el jefe del Departamento de Emisiones al Ambiente, Juan Peregalli, explicaron los alcances de este nuevo sistema de control que ha permitido ampliar los monitoreos sin aumentar significativamente el personal asignado a esa tarea.
Al margen de una constante incorporación de recursos humanos —la DINAMA cuenta con 30 funcionarios—, se desarrollaron nuevas herramientas de control que le permiten al organismo ser más eficaz y abarcar un número más amplio de empresas para el control. En ese sentido, los técnicos puntualizaron que a la inspección, que es la herramienta clásica, se incorporaron auditorías para verificar el cumplimiento de la normativa en los grandes emprendimientos.
Estas auditorías son implementadas por el cuerpo de inspectores de la DINAMA y, en algunos casos, por empresas que proponen auditorías externas, a su costo, y cuyos resultados son controlados posteriormente por la DINAMA. Este tipo de control se ha aplicado, por ejemplo, en la minera San Gregorio y en la planta de tratamientos de efluentes de Montes del Plata.
Otra nueva herramienta que se ha incorporado es el autocontrol de las empresas a través de la presentación de informes ambientales con su desempeño anual.
“En ese caso nosotros hacemos también nuestras inspecciones, cruzamos información y podemos verificar los datos para mejorar la confiabilidad de los mismos”, comentaron Aguinaga y Peregalli. En tal sentido los técnicos valoraron el cruce de fuentes de información ya que posibilita saber si hay inconsistencia en el informe, si así sucede se realiza un proceso de investigación.
Rucks destacó que el que realiza el autocontrol de su empresa sabe que en algún momento recibirá una inspección que verificará si las cifras son reales. El jerarca puntualizó que no solo se controla empresas privadas sino que también las públicas como UTE, ANCAP, OSE y también puertos e intendencias.
Según consideró, el proceso de crecimiento de la actividad industrial en el país, de alguna forma, se constata en que los niveles de emisiones de gases han ido creciendo, por lo cual valoró el aumento en los controles. “Eso genera una presencia mayor de la autoridad ambiental en el territorio para prevenir problemas de contaminación sobre los recursos hídricos, sobre el aire o el suelo”, agregó.
En cuanto a las sanciones, sostuvo que se utilizan varios mecanismos de sanción desde apercibimiento hasta el cierre de la empresa. “No nos gusta que la institución funcione sobre la base de fondos de sanciones. La sanción es un elemento punitivo que le tiene que doler a la empresa si provoca un daño al ambiente, pero no es nuestra función tener ingresos de estas. Es más importante que se recomponga el daño ambiental o que se establezcan planes de mitigación”, concluyó.
Aguinaga adelantó que la DINAMA se encuentra abocada al estudio de costos para utilizar otro tipo de herramientas para controlar el sector minero, como la fotografía satelital.
Algunas cifras de controles
En 2010 la DINAMA inspeccionó 360 empresas, durante 2011, 446 y en el transcurso de 2012 se controlaron 460. Si bien se trata de empresas básicamente industriales, recientemente se ha incorporado el control a nuevos sectores productivos como el de minería y también el agropecuario a raíz del surgimiento del engorde a corral del ganado (feedlot), actividad que también puede provocar contaminación ambiental.
Según los datos aportados por los técnicos, el porcentaje de cumplimiento del autocontrol por parte de los grandes emprendimientos fue de un 91 % en 2010 y en relación con la presentación de informes alcanzó un 82 %.
La DINAMA recopiló 20 mil resultados de análisis entregados por las empresas y realizados por los técnicos del organismo, en los últimos dos años y medio, los cuales permitirán obtener los indicadores de la presión que existe sobre el medio ambiente.