Especialista de la OIEA

“La energía nuclear como solución a problemas reales”

Uruguay y el Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA) fortalecen proyectos de cooperación, que han permitido o permitirán desde tratamientos para pacientes con cáncer hasta la esterilización de bancos de tejidos. Según un comunicado del Ministerio de Industria, el organismo participará en una nueva fase de implementación de los proyectos nacionales de cooperación técnica. Es ese sentido, una misión uruguaya visitó Viena, Austria.

José Antonio Lozada, representante OIEA
Luego del retorno de la delegación, el ingeniero nuclear y economista venezolano José Antonio Lozada, oficial de Administración de Programas de la División América Latina del Departamento de Cooperación Técnica del OIEA, llegó a nuestro país.


“Actualmente hay temor de la palabra nuclear y de la radiación. La gente piensa en Chernobyl y Fukushima. Pero es la misma energía nuclear la que me permite comprobar si hay una fractura, esterilizar alimentos y curar un cáncer”, afirmó Lozada.


Entre los ocho proyectos de cooperación nacionales junto al OIEA aprobados en el bienio 2009-2011 se financiaron —mencionó a modo de ejemplo— el establecimiento de una instalación de ciclotrón para la aplicación de la tomografía por emisión de positrones en el Centro Uruguayo de Imagenología Molecular (CUDIM), los preparativos para la implantación de técnicas de irradiación en el Laboratorio Tecnológico del Uruguay (LATU) y la mejora de la atención a los pacientes con cáncer mediante el uso de un acelerador lineal en el Hospital de Clínicas. El monto aportado por el OIEA ascendió a más de dos millones y medio de dólares, incluyendo la adquisición de equipos de radioterapia que se ejecutará este año.


El ciclo 2012-2013 incluye proyectos vinculados con la energía, la industria y la medicina, algunos de los cuales continúan y fortalecen otros del período anterior.


Propuesta de cooperación

Lozada arribó para dialogar con representantes de instituciones que deseen presentar solicitudes de cooperación técnica en áreas en las que la energía nuclear es una alternativa. “El objetivo es que puedan elaborar sus proyectos con más solidez, apuntando a que se trate de iniciativas más globales, de país y no solo institucionales”, precisó el experto venezolano. Las solicitudes para el ciclo 2014-2015 se reciben en la Oficina de Enlace con el OIEA, en la Autoridad Reguladora Nacional en Radioprotección del Ministerio de Industria, Energía y Minería. El plazo vence el 31 de mayo.


Todos los proyectos aprobados deben considerar las “prioridades nacionales de desarrollo” y un documento de acuerdo firmado con el OIEA. Según el especialista, una vez que este organismo recibe las propuestas, les “agrega valor”, “siempre y cuando no exista una técnica no nuclear que resuelva el problema”.


Si la propuesta reúne las condiciones de calidad necesarias, se recomiendan a la Junta de Gobernadores del OIEA para que la apruebe. El país debe pagar un 5% del monto total del proyecto.

La cooperación incluye el envío de expertos del OIEA al país, becas para los científicos locales y cursos nacionales, regionales e interregionales, entre otras modalidades.


Procedimientos para concretar apoyo

En los proyectos de cooperación con la OIEA, esta organización transfiere tecnología nuclear “aplicada a problemas reales”, desde la falta de electricidad hasta patologías médicas o contaminación del agua y los alimentos. 


No todos los proyectos nacionales de cooperación con apoyo del OIEA cuentan con su financiación total. Por ello, según explicó el experto, otra tarea que emprenderán es “integrar esfuerzos” para buscar los recursos económicos y logísticos que restan. Todo ello se canaliza a través de la Agencia Uruguaya de Cooperación Internacional.


“De este modo se ha obtenido, por ejemplo, una donación de 500.000 dólares de la Agencia Nacional de Investigación e Innovación (ANII) para desarrollar un proyecto de medicina nuclear”, dijo Lozada. Por otra parte, los proyectos también cuentan con colaboración de la Organización Panamericana de la Salud  y del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD).


Entre los proyectos apoyados hasta ahora en nuestro país, el funcionario del OIEA destacó la tecnología aplicada en el ex Banco Nacional de Órganos y Tejidos —hoy Instituto Nacional de Donación y Trasplante de Células, Tejidos y Órganos— para realizar esterilizaciones “con dosis de radiación tales que no dañen el tejido sino que eliminen las bacterias”.

 

También ponderó el análisis, a través de tecnología nuclear, de muestras de sangre de bebés recién nacidos para detectar a tiempo el “hipotiroidisimo”.


El uso de esta tecnología no se limita a la medicina. Con ella pueden desarrollarse modelos de simulación para prever la demanda de energía de una región o país (incluyendo los impactos ambientales de la elección de las fuentes energéticas), o la verificación de daños —“como una radiografía”— de una refinería sin necesidad de detener su operativa.