Calidad de aprendizaje Experta en educación inclusiva reconoció avance de Uruguay y realizó sugerencias
“La inclusión no solo es para niños con necesidades especiales, es dar educación de calidad a todos, que todos accedan, permanezcan y aprendan”, indicó la asesora de la OEI en primera infancia y educación inclusiva, Rosa Blanco. Reconoció el camino avanzado por Uruguay en enseñanza primaria y convocó a promover la inclusión en educación inicial donde se establecen las bases, y en secundaria donde las exigencias son mayores.
La directora de la Oficina de la Organización de Estados Iberoamericanos (
OEI) en Chile y asesora en temas de primera infancia y educación inclusiva, Rosa Blanco, quien participó de la presentación del libro “Buenas prácticas en educación inclusiva en Uruguay”, fundamentó la necesidad de integrar a todas las personas en el ámbito educativo, habló de la realidad que vive la región en la materia y analizó la experiencia uruguaya.
Se refirió a la necesidad de poner el tema de la educación inclusiva en la agenda de las políticas de Gobierno y para ello recabar experiencias es una buena opción, aseguró, aludiendo a la publicación uruguaya. “La idea es sistematizar experiencias que dieron buenos resultados, demostrar que se puede hacerlo bajo ciertas condiciones y que esas experiencias puedan orientar a otras”, indicó.
“La inclusión ha ido avanzando. Hemos hecho un camino pero todavía quedan muchos desafíos”, sostuvo Blanco y se refirió a la realidad de la región, considera que es necesario una mayor claridad de lo que es la inclusión. Muchas veces se piensa que es solo para niños con necesidades educativas especiales, y en realidad es un enfoque más amplio. “Se trata de transformar la cultura, las propuestas de las escuelas para que acojan a todos los niños y porque todos son diferentes”, dijo.
“No solo los niños con necesidades especiales son diferentes, sino que todos aprenden de manera distinta, tienen niveles de aprendizaje diferentes, motivaciones, y a veces las dificultades de aprendizaje vienen porque la enseñanza no se ajusta a las diferencias individuales de cada niño para aprender”, argumentó. En este sentido, dijo que se trata de dar una educación de calidad a todos, que todos accedan a la escuela, permanezcan y sobre todo aprendan.
El rol docente
Blanco dijo que muchas veces los docentes no tienen las herramientas suficientes para atender la diversidad, lo que también tiene que ver con lograr convivencia e integración. “No se trata de que el niño esté físicamente en la escuela, tiene que participar de las actividades, tiene que convivir pacíficamente, respetarse y valorarse. La inclusión significa que todos son igualmente valiosos”, sostuvo.
Los docentes deben contar con las herramientas y el conocimiento para promover una convivencia pacífica, resolver conflictos y que se valoren las diferencias. Eso debe incorporarse en la formación inicial de los docentes y en la capacitación continua. Explicó que cuando niños muy distintos comienzan a interactuar entre sí, desde los primeros años, en el fondo lo van aprendiendo y no tienen tantos prejuicios como los adultos.
La experiencia uruguaya
Blanco agregó que en Uruguay se hace un camino importante en la educación primaria. El desafío es comenzar con la inclusión en educación inicial, porque allí se establecen las bases. “Se debe dar un mayor impulso a la inclusión en los jardines infantiles y en los servicios educativos de primera infancia y luego en secundaria”, manifestó.
Además consideró que muchas veces se empieza en primaria, pero en el paso a secundaria se vuelve más difícil, sobre todo, porque a ese nivel educativo las exigencias curriculares son cada vez mayores, la presión por los resultados también, la carga de ciertas disciplinas y la forma de organización de los liceos. “El desafío es cómo asegurar que la inclusión no es simplemente para una etapa, sino para toda la vida. Es necesario desarrollar políticas que la consideren de manera integral en todos los niveles educativos”, añadió.