Fondo para el Medio Ambiente Mundial promueve en Montevideo puesta a punto e intercambio de experiencias
Entre el 26 y el 29 de marzo, Uruguay es sede del Taller de Circunscripción Ampliada para Latinoamérica del Fondo para el Medio Ambiente Mundial. El titular del área, Alejandro Nario, recordó la importancia de la cooperación internacional para Uruguay y abogó por revisar los criterios de elegibilidad para otorgar cooperación, porque, señaló, el desarrollo sostenible es un proceso, no un umbral arbitrario de renta per cápita.

Los países que participan en este taller se distribuyen en tres grupos, según circunscripción: Argentina, Bolivia, Chile, Paraguay, Perú y Uruguay, por un lado; Brasil, Colombia y Ecuador, por otro, y Costa Rica, El Salvador, Guatemala, Honduras, México, Nicaragua, Panamá y Venezuela, por otro.
El director nacional de Medio Ambiente, Alejandro Nario, inauguró el encuentro y resaltó su trascendencia para el fortalecimiento de las capacidades de acceder al financiamiento de los acuerdos globales por la protección del ambiente y el clima.
El jerarca subrayó que el desarrollo sostenible es un proceso, no un punto al cual se llega una vez cruzado un umbral arbitrario de renta per cápita, por lo cual abogó por la revisión de los criterios de elegibilidad para la cooperación al desarrollo y la adopción de criterios multidimensionales que reflejen mejor las necesidades y capacidades de los países.
Asimismo, mencionó la importancia de que el sector privado pueda acceder a los instrumentos de préstamo reembolsable que el Fondo para el Medio Ambiente Mundial (GEF, por sus siglas en inglés) lanzó en la anterior reposición, porque le permitiría a este sector realizar los cambios tecnológicos necesarios para mejorar la calidad de sus emisiones y liberaciones al ambiente de sustancias y productos contaminantes.
El financiamiento del GEF ha sido fundamental para impulsar la actualización de la Estrategia Nacional de Biodiversidad, el fortalecimiento del Sistema Nacional de Áreas Protegidas, la elaboración, revisión y actualización del Plan Nacional de Aplicación del Convenio de Estocolmo, el primer proyecto de Mercurio previo a la entrada en vigor del Convenio de Minamata, la gestión de plaguicidas, así como la promoción de la movilidad urbana y de la producción ganadera sostenible, entre otras actividades, recordó Nario.
Agregó que también fue un factor clave para realizar las actividades habilitantes de la Convención Marco sobre Cambio Climático, como las comunicaciones nacionales, los informes bienales de actualización y la iniciativa de transparencia.
Como país, Uruguay ha participado en 45 proyectos (30 nacionales y 15 regionales o globales) con financiamiento del GEF, por más de 176 millones de dólares y casi el triple de fondos de contrapartida.