El INAC y el peso de Uruguay en el mundo

Fratti: Armonía del interés público y privado es la clave del éxito del sector cárnico

El papel del Instituto Nacional de Carnes (INAC) como articulador de políticas públicas es lograr el equilibrio de la cadena productiva en forma armónica, explicó su presidente, Alfredo Fratti, en el desayuno de trabajo de la revista Somos Uruguay. Agregó que es fundamental marcar presencia en el exterior para que el país continúe posicionado como el segundo en el mundo en mejor precio del producto, detrás de Estados Unidos.

Alfredo Fratti destaca el papel del INAC en la presencia mundial de las carnes uruguayas

La primera parte de la alocución de Fratti en este acto de divulgación se centró en cómo se presenta el INAC en ferias, reuniones o foros internacionales tras el concepto “Modelo País”, con la consigna de vender carne, quesos, vinos o turismo y alentar la llegada de inversiones a Uruguay.


El organismo persigue la estrategia de posicionar el país, siguiendo una estrategia específica en conjunto con la Presidencia de la República, los ministerios de Relaciones Exteriores y de Ganadería, Agricultura y Pesca, así como con las embajadas uruguayas en los distintos países donde se recala.


Sostuvo que “los números demuestran que hemos obtenido un singular éxito”.

Uruguay dispone de 45.000 productores ganaderos, que crían alrededor de 12 millones de vacunos, 4 millones de los cuales son para atender el mercado doméstico y el resto para exportar, y 9 millones de ovinos.

El funcionario añadió que el consumo de carne en Uruguay es de 100 kilogramos por persona al año, una cifra promedio “similar a la de los países de renta alta pese a que el nuestro es de renta media”, 60 kilogramos de los cuales son de vaca, que es “las más elitista y cara”.

Además el país dispone de 40 plantas de faenas y cientos de agentes que participan en la cadena productiva.

“El rol del INAC en este panorama es hacer que todas las piezas funciones en forma armónica y, por eso, en la junta (directiva del organismo) participan representantes ganaderos, de las plantas de faena y del Gobierno”, explicó.

“Además se realiza un balance periódico que debe ser aprobado por el Tribunal de Cuentas y que cumple con la ley de Transparencia Pública, informando de los recursos, gastos y proyectos. De esa manera se controla al INAC desde lo público y privado”, remarcó.

También resaltó que Uruguay tiene una dimensión territorial apropiada, asociado el alto grado de desarrollo económico, social y educativo, el respeto por la ley de uso y manejo del suelo para proteger los recursos naturales, y el cumplimiento de metas y estándares internacionales.

Sumado al desarrollo de las cadenas ganaderas muy competitivas, donde todo es controlado por procesos tecnológicos, específicamente por la trazabilidad ganadera (caravana visual y chip electrónico), que brinda información y alimenta bases de datos gubernamentales.

Todo eso posibilitó que Uruguay exporte carne vacuna refrigerada a más de 120 países, donde el único mercado relevante que falta ingresar es Japón, aunque “es probable que este año tengamos un acercamiento importante dado que hay interés de ambas partes”, informó Fratti.

Es que a todos los mercados que ingresó Uruguay “nunca los abandonó”, apuntó.

“Somos la última gran estancia, porque nuestro ganado pasta libremente, con acceso directo al agua, al alimento libre de hormonas y con un acompañamiento del ternero con su madre hasta los seis meses de vida, todo lo cual nos hace diferentes al resto de los países que crían ganado”, subrayó el presidente del INAC.

Inocuidad animal
Lograr un producto de calidad y con inocuidad implica tener la mejor sanidad posible, siguiendo los lineamientos de la Organización Mundial de la Sanidad Animal (OIE, por las siglas de la ex Oficina Internacional de las Epizootias), con campañas de cobertura nacional y una legislación adecuada, “para no tener en nuestro rodeo las enfermedades como la fiebre aftosa o la ‘vaca loca’ (encefalopatía espongiforme bovina)”.

“Ahora estamos comenzando el proceso piloto de “compartimiento ovino”, que marca normas nuevas en cuanto a sanidad que repercutirán en el comercio mundial y permitirá a Uruguay exportar carne ovina con hueso a los mercados más exigentes en poco tiempo, puntualizó.

Fratti advirtió que luego hay que tratar de que lo que se consiguió en el campo no se pierda en el transporte o en el proceso, “y para eso es fundamental implementar protocolos de certificación de bienestar animal”.

En todas las plantas industriales del país se han implementado en forma obligatoria el Sistema de Análisis de Peligros y de Puntos Críticos de Control (HACCP) y además cada embarque de carne tiene una inspección pública y un esquema de contralor, especificó.

“La misma exigencia existente para exportar se obliga para vender al mercado interno, porque tenemos que cuidar a todos por igual, porque nuestras carnes además de ser ricas y sanas son confiables”, enfatizó Fratti.

Proyectos impulsados desde el INAC
Entre los proyectos implementados desde el INAC en defensa del productor ganadero se cuentan el establecimiento de un equilibrio de intereses entre los actores privados y el Gobierno, así como el impulso de procesos a largo plazo e interés nacional que den prioridad común y no individual.

También se destacan en la acción del INAC la instauración de las llamadas “cajas negras” (información clasificada) en el sector industrial, “que hoy nos da una diferencia sustancial en materia fiscal para prevenir evasión”, la promoción de la Marca País y la posibilidad de contar con restaurantes con la franquicia Uruguay Natural.

“La filosofía de humildad no la tenemos que perder, pero las cosas que van bien las tenemos que decir y mostrar”, dijo.

“Hoy tenemos un nivel tecnológico agregado a la carne que nos ubica como el segundo país que vende mejor en precios su producto en el mundo, detrás de Estados Unidos, y somos el único productor que vacuna contra la aftosa y que igual ingresa a mercados como México o Corea del Sur”, subrayó Fratti.