Gobiernos nacional y departamental avanzan en relocalización de asentamiento “La Manchega”
El Ministerio de Vivienda y la Intendencia de Montevideo realizaron el viernes 4 de octubre la inauguración oficial de la primera etapa de relocalización del asentamiento “La Manchega”, en Montevideo. En esta oportunidad 13 familias fueron trasladadas al barrio Gruta de Lourdes. La asesora de la Dirección de Vivienda, Inés Giudice, dijo que este realojo “es una vieja demanda de la zona y una deuda de las políticas públicas”.

En diálogo con la Secretaría de Comunicación, la Asesora de la Dirección Nacional de Vivienda (DINAVI), Inés Giudice, explicó que esta primera etapa de relocalización del asentamiento “La Manchega”, (ubicado en el Municipio D, en la intersección de las calles Jacobo Varela y Rafael Eguren) consiste en el traslado de 21 familias, 13 de ellas a viviendas nuevas —construidas en el marco del proyecto Ñandé del Movimiento Tacurú— en el barrio Gruta de Lourdes y 8 que se realojan a partir de la compra de vivienda usada en diferentes zonas de la ciudad.
Giudice explicó que “el Plan Nacional de Relocalizaciones es una de las líneas estratégicas del Plan Quinquenal, “Mi lugar entre todos” del Ministerio que supone abordar la situación de los asentamientos que se encuentran en tierra pública y están contaminados e inundados. Este proyecto busca erradicar la situación más crítica de los asentamientos que están inhabilitados para la regularización in situ”.
Además dijo que esta obra implicó la utilización de una tecnología alternativa en la construcción de las viviendas. Son unidades denominadas “apareadas”, hechas con paneles prefabricados de madera, derivadas de una iniciativa que se generó a partir de la escuela de oficios del Movimiento Tacurú, en el barrio Casavalle.
En este caso, la construcción fue realizada por una empresa “social”, que tiene por objetivo no solo aportar el interés social con nueva tecnología a la vivienda —que genera muy buenos niveles de confort similares a los de construcción tradicional— sino que además emplea jóvenes varones y mujeres que participan de programas de capacitación en oficios. El Ministerio de Vivienda y la Intendencia de Montevideo trabajaron conjuntamente en este emprendimiento que permitirá, además de las 21 familias que ya participaron de la primera etapa, continuar con otras 28, que serán adjudicatarias de viviendas nuevas.
Giudice destacó que este proyecto se gestiona en el marco del convenio entre ambas instituciones. La Intendencia de Montevideo realiza tanto el proyecto arquitectónico como el trabajo social con las familias —con la contratación de la organización San Vicente como equipo técnico— y mediante un convenio con el Movimiento Tacurú la construcción de las viviendas. Por su parte, el Ministerio de Vivienda aporta el financiamiento, el apoyo y la supervisión del programa.
“Este asentamiento tiene todas las características de un 'cantegril' montevideano, por su extrema precariedad. Durante muchos años las familias transitaron con esfuerzos de organización, reclamando su relocalización con apoyo de actores locales. Este planteo fue realizado a las distintas administraciones de la Intendencia, priorizado durante el período de gobierno pasado y se logra concretar este año. Es una vieja demanda de la zona y una deuda de las políticas públicas con la pobreza y la indigencia”, dijo Giudice.
Con respecto a la actual situación de las familias, Giudice reconoció que están conformes con los espacios y la calidad de las construcciones, por la posibilidad de acceder al agua potable en toda la vivienda, instalaciones de electricidad sin riesgos, baños en condiciones —niveles de confort básicos en nuestra sociedad que difieren sustancialmente de las condiciones en las que se encontraban—.
La entrevistada señaló que ya está en proceso la segunda etapa de la relocalización, que permitirá a 28 familias acceder a sus viviendas. El programa propone un menú de alternativas habitacionales, según las características de las familias, las más frecuentes son la construcción de vivienda nueva y la compra de vivienda usada. El acceso a la vivienda a través de la modalidad de vivienda usada es una alternativa utilizada por aquellas familias, que si bien se encuentran en situación de pobreza, han tenido una mejora en sus condiciones laborales, accediendo a un empleo estable, lo que les da la posibilidad de sostener una vivienda en la formalidad de la ciudad.
“Todo el programa de relocalización, en la medida que el estado recupera o libera un predio ocupado para uso colectivo —demoliendo las viviendas que estaban instaladas—restituye a las familias ocupantes una vivienda totalmente subsidiada”.
Giudice explicó que “el trabajo de las relocalizaciones se realiza conjuntamente con cada una de las intendencias departamentales, y desde el Ministerio se contrata un equipo técnico cuya tarea es apoyar a las familias en el proceso de predisposición o aceptación del realojo y luego en la etapa de la mudanza”.