Mejorar el vínculo con la comunidad
Rodríguez resaltó que el tercer pilar del balance tiene que ver con la relación de Salto Grande con el medio circundante. Hasta 2005 había reclamos de la comunidad hacia la represa, con la sensación de que había prometido muchas cosas cuando se construyó que no se cumplieron.
La dirección uruguaya que llegó en 2005 al complejo buscó darle otra cara más técnica, comprometida con el proyecto que impulsaba el Gobierno de Tabaré Vázquez en ese momento.
Aclaró que, "si bien la relación de Salto Grande con el medio, como la ciudad de Salto, Constitución y Belén, no es mala, al inicio de la gestión se observó que había una actitud excesivamente paternalista de quienes estaban transitoriamente en la dirección de Salto Grande y que dependía de la cercanía política que podía tener el director de ese momento con algún representante de cada ciudad".
“En ese sentido es que hablamos de recomponer, tratamos de plantearnos un vínculo de ida y vuelta con la comunidad en general, a través de los representantes en cada caso, los intendentes, los alcaldes, representantes de organizaciones civiles, la Universidad de la República y la UTU que están en Salto”, explicó.
Una oportunidad de la mano de la Cuenca del Plata
El programa "Cultivando Agua Boa", de la hidroeléctrica binacional Itaipú es considerado como una oportunidad para potenciar el desarrollo de los vínculos con el entorno de manera de institucional.
El Programa Marco para la Cuenca del Plata replicará esta experiencia en dos hidroeléctricas binacionales: la represa argentino-paraguaya de Yacyretá y en Salto Grande.
El objetivo para Salto Grande es trabajar en la cuenca inmediata del río Uruguay, con comunidades que vivan cerca de la cuenca y que tengan proyectos de desarrollo socio-productivos.
Si bien en Itaipú se trabajó fundamentalmente con las comunidades indígenas, en el caso de Salto Grande la comunidad es distinta y se decidió trabajar del lado argentino con la localidad entrerriana Los Charrúas y en Uruguay con Bella Unión, aprovechando el pasado asociativo de esa comunidad, donde hay un espíritu de trabajo y tradición colectiva y cooperativa.
En esa línea, informó que ya se comenzó a trabajar, realizando un encuentro con una visita a esas comunidades de técnicos de las tres hidroeléctricas: Itaipú, Yaciretá, y Salto Grande, representantes de las comunidades y técnicos de los ministerios involucrados.
“La idea es vincularse con la región, ver cuáles pueden ser los procesos y proyectos asociativos que ellos tengan y que puedan utilizar la plataforma de Salto Grande, fundamentalmente basados en la parte ambiental, para poder desarrollarse”, explicó Rodríguez.
Indicó que ese programa no se trata de asistencialismo o colaboración paternalista, sino que debe haber un trabajo compartido de los actores involucrados, "son proyectos de co-participación".
Otros apoyos a la comunidad
Salto Grande también reforzó el vínculo interinstitucional con ministerios, con la universidad y con escuelas técnicas al punto que se realizan pasantías y carreras de posgrado en la hidroeléctrica y se instaló la primera planta solar fotovoltaica en un predio lindero a la represa que surgió de la relación entre la delegación uruguaya con la Dirección Nacional de Energía y UTE, llevando energía fotovoltaica a Salto Grande.
En esa misma línea se está terminando de construir el primer laboratorio solar del país, que es de la Universidad de la República pero que se está construyendo en un predio cedido por la represa.
También se entregaron terrenos ociosos a Colonización, llegando a más de 100 hectáreas, que fueron incorporados a la cartera de tierras del Instituto para crear y adjudicar a colonias.
La represa lleva 34 años de funcionamiento, los desafíos para el futuro implican continuar invirtiendo en la reposición de equipamiento, mantenimiento de lo que se tiene y mejora continua.
Resaltó que la gestión binacional es una experiencia positiva. "Negociación, gestión y gerenciamiento son las bases para el trabajo conjunto de ambas delegaciones para dar cumplimiento al objetivo de la represa que es generar energía para ambos países", concluyó.
Hidroeléctrica de Salto Grande replicará Programa Cultivando Agua Buena en Bella Unión
Mejora de la inversión, transparencia y el vínculo con la comunidad son los pilares sobre los que trabaja Salto Grande, dijo el presidente de la Delegación Uruguaya, Gabriel Rodríguez. Subrayó que el tercer pilar permite a la hidroeléctrica “recomponer” los vínculos con la sociedad. Entre las acciones que llevarán adelante se encuentra el Programa "Cultivando Agua Buena", que toma la experiencia de la represa de Itaipú.

La dirección uruguaya que llegó en 2005 al complejo buscó darle otra cara más técnica, comprometida con el proyecto que impulsaba el Gobierno de Tabaré Vázquez en ese momento.
Aclaró que, "si bien la relación de Salto Grande con el medio, como la ciudad de Salto, Constitución y Belén, no es mala, al inicio de la gestión se observó que había una actitud excesivamente paternalista de quienes estaban transitoriamente en la dirección de Salto Grande y que dependía de la cercanía política que podía tener el director de ese momento con algún representante de cada ciudad".
“En ese sentido es que hablamos de recomponer, tratamos de plantearnos un vínculo de ida y vuelta con la comunidad en general, a través de los representantes en cada caso, los intendentes, los alcaldes, representantes de organizaciones civiles, la Universidad de la República y la UTU que están en Salto”, explicó.
Una oportunidad de la mano de la Cuenca del Plata
El programa "Cultivando Agua Boa", de la hidroeléctrica binacional Itaipú es considerado como una oportunidad para potenciar el desarrollo de los vínculos con el entorno de manera de institucional.
El Programa Marco para la Cuenca del Plata replicará esta experiencia en dos hidroeléctricas binacionales: la represa argentino-paraguaya de Yacyretá y en Salto Grande.
El objetivo para Salto Grande es trabajar en la cuenca inmediata del río Uruguay, con comunidades que vivan cerca de la cuenca y que tengan proyectos de desarrollo socio-productivos.
Si bien en Itaipú se trabajó fundamentalmente con las comunidades indígenas, en el caso de Salto Grande la comunidad es distinta y se decidió trabajar del lado argentino con la localidad entrerriana Los Charrúas y en Uruguay con Bella Unión, aprovechando el pasado asociativo de esa comunidad, donde hay un espíritu de trabajo y tradición colectiva y cooperativa.
En esa línea, informó que ya se comenzó a trabajar, realizando un encuentro con una visita a esas comunidades de técnicos de las tres hidroeléctricas: Itaipú, Yaciretá, y Salto Grande, representantes de las comunidades y técnicos de los ministerios involucrados.
“La idea es vincularse con la región, ver cuáles pueden ser los procesos y proyectos asociativos que ellos tengan y que puedan utilizar la plataforma de Salto Grande, fundamentalmente basados en la parte ambiental, para poder desarrollarse”, explicó Rodríguez.
Indicó que ese programa no se trata de asistencialismo o colaboración paternalista, sino que debe haber un trabajo compartido de los actores involucrados, "son proyectos de co-participación".
Otros apoyos a la comunidad
Salto Grande también reforzó el vínculo interinstitucional con ministerios, con la universidad y con escuelas técnicas al punto que se realizan pasantías y carreras de posgrado en la hidroeléctrica y se instaló la primera planta solar fotovoltaica en un predio lindero a la represa que surgió de la relación entre la delegación uruguaya con la Dirección Nacional de Energía y UTE, llevando energía fotovoltaica a Salto Grande.
En esa misma línea se está terminando de construir el primer laboratorio solar del país, que es de la Universidad de la República pero que se está construyendo en un predio cedido por la represa.
También se entregaron terrenos ociosos a Colonización, llegando a más de 100 hectáreas, que fueron incorporados a la cartera de tierras del Instituto para crear y adjudicar a colonias.
La represa lleva 34 años de funcionamiento, los desafíos para el futuro implican continuar invirtiendo en la reposición de equipamiento, mantenimiento de lo que se tiene y mejora continua.
Resaltó que la gestión binacional es una experiencia positiva. "Negociación, gestión y gerenciamiento son las bases para el trabajo conjunto de ambas delegaciones para dar cumplimiento al objetivo de la represa que es generar energía para ambos países", concluyó.