Hospital Vilardebó procura mayor control médico en entrega de psicofármacos para optimizar el uso racional
En el marco de la implementación de la nueva Ley de Salud Mental, el hospital Vilardebó trabaja para la mejora en el uso racional de psicofármacos, junto a otros tratamientos, para atender las patologías mentales. En ese proceso, la Unidad de Farmacología Clínica del centro recomendó el seguimiento médico al momento de la entrega de medicamentos a los usuarios con una permanente revisión de la historia clínica.

El viernes 31 de agosto se realizó en el hospital Vilardebó, dependiente de la Administración de los Servicios de Salud del Estado (ASSE), una mesa redonda sobre el uso racional de medicamentos en el marco de la nueva Ley de Salud Mental. En el encuentro, la directora del centro, Alejandra Caputi, dijo que es fundamental poner en práctica estos temas en los que se viene trabajando hace tiempo, difundir la información existente y debatir al respecto con las facultades de Medicina y de Química, el Ministerio de Salud Pública (MSP), ASSE y la Organización Panamericana de la Salud (OPS).
Desde el año 2013 funciona en el hospital la Unidad de Farmacología Clínica, abocada al desarrollo de las áreas académicas, científicas y de investigación, que recomendó mejorar el uso de las benzodiacepinas (psicofármaco) y otros medicamentos. Se decidió compartir los datos con actores fundamentales del tema, en especial tras la nueva ley, que promueve una recuperación de las enfermedades mentales que no se concentren exclusivamente en los aspectos farmacológicos.
Esta concepción está alineada a los objetivos sanitarios del MSP, a favor de un estándar de vida saludable y la disminución de los factores de riesgo, entre ellos la prescripción racional de psicofármacos y estupefacientes, así como la utilización adecuada por parte del usuario. “Esto es de ambas partes, del profesional y del de los pacientes”, señaló Caputi.
“Muchas veces la trazabilidad del medicamento implica tener herramientas informáticas que permitan asegurar que el paciente que recibe o repite la medicación no la haya solicitado en otra unidad asistencial de ASSE. En la administración las tenemos”, aseveró la jerarca, quien entiende fundamental la labor de los técnicos para su concreción.
El objetivo es que el usuario que requiera determinado fármaco lo reciba de forma correcta y la clave para lograrlo es el control y seguimiento médico, clínico y técnico, que evite la repetición de medicación sin previa revisión de la historia clínica.
El hospital recibe unas 1.850 consultas en puerta por mes, las que se incrementaron un 60 % desde 2010. Cuenta con más de 300 pacientes internados en 329 camas en el área de internación y 20 en emergencia (10 para hombres y 10 para mujeres). Asimismo, a nivel de policlínica se reciben unas 2.000 consultas mensuales. En los últimos 10 años el 70 % de las internaciones son reingresos y el 47 % de los internados son judiciales.