Indicadores de medición muestran tendencia a la caída de Necesidades Básicas Insatisfechas
El ministro de Desarrollo Social, Daniel Olesker, señaló que el cálculo de la población con al menos una necesidad básica insatisfecha (NBI), en 1985, era de 27,6 %, del 38,7 % en 1996 y de 34 % en 2011. La tendencia en todos los subindicadores evidencia una clara tendencia al descenso. Señaló que los datos forman parte del diagnóstico y realzan la eficiencia de la redefinición de políticas sociales que ejecuta el gobierno.

También señaló diferencias si se compara el sistema de medición de la pobreza por ingresos y mediante las NBI. La pobreza por ingresos es más alta en Montevideo que en el interior del país, pero las NBI de Montevideo son las más bajas de todas como muestra el informe y son mayores en la zona norte del país.
Presentamos el texto del análisis realizado por el ministro Daniel Olesker:
Reflexiones generales:
El cálculo de las NBI es visto como una aproximación complementaria al cálculo a través de los ingresos de la población en situación de pobreza. Mientras que la utilización de los ingresos permite captar en forma casi inmediata la variación en los niveles de pobreza por efecto de los cambios producidos, por ejemplo, en la situación del mercado de trabajo, el método de las necesidades insatisfechas capta aspectos estructurales que, si bien están vinculados a los cambios en los ingresos de las personas, no se reflejan de manera inmediata (por ejemplo, el deterioro en el estado de la vivienda no se observa de forma inmediata a la mejora en los ingresos).
También hay que ser cauteloso al comparar distintas mediciones de las NBI a lo largo del tiempo; el método, que se basa en determinar el acceso a un conjunto de bienes y servicios considerados necesarios en un momento determinado del tiempo, hace que los indicadores utilizados en cada ocasión sean diferentes, lo cual tiene en su base el fundamento que a medida que pasa el tiempo, nuevos bienes y servicios son considerados esenciales para llevar adelante la vida en condiciones normales. Lo que puede resultar una carencia crítica a los ojos actuales, podía no serlo en el pasado, así como un bien o servicio que hoy puede ser considerado suntuoso, sea visto como esencial en el futuro.
Es por tanto esperable una cierta tendencia a observar valores altos en el indicador resumen que es el porcentaje de personas con al menos una NBI, no importando cuál.
De cualquier manera pueden hacerse comparaciones globales del indicie agregado y comparaciones particulares de indicadores que si han mantenido la misma base de cálculo.
Con los datos del censo de 1985, la DGCE determinó que 27,6 % de la población tenía al menos una NBI (indicador resumen); el porcentaje ascendió a 38,7 % en la estimación realizada por Calvo y Giraldez con el censo de 1996.
Un razonamiento similar puede seguirse al comparar el valor del indicador resumen calculado con el censo 2011, en el cual 34 % de las personas presentan al menos una NBI (4,7 % por debajo del cálculo con la metodología utilizada en 1996), mientras que el hacinamiento, los materiales de la vivienda y el abastecimiento de agua potable descendieron 6 %, 2 % y 9 % respectivamente, y fue nula la variación del indicador vinculado a la evacuación de excretas.
En conclusión, mientras que los indicadores de pobreza medidos a través de los ingresos señalaron una caída muy pronunciada de ella, los indicadores de carencias críticas, utilizando las bases de datos censales para calcular NBI diferentes a lo largo del tiempo, tuvieron una caída no tan relevante, pero caída al fin en la comparación de 1996-2011, aunque habían aumentado entre 1985 y 1996.
Al mismo tiempo, la tendencia general de los subindicadores que permiten una razonable comparación evidencian una clara tendencia al descenso, mientras que aparecen nuevas necesidades que se consideran básicas.
El análisis concreto:
El resultado general surge del cuadro 1:
Cuadro 1: Población Residente en Hogares Particulares según condición NBS y NBI por sexo. Año 2011
HOMBRES
MUJERES
TOTAL
HOMBRES
MUJERES
TOTAL
NBS
978.367
1.114.182
2.092.549
65%
68%
66%
Al menos una NBI
534.895
532.976
1.067.871
35%
32%
34%
Total
1.513.262
1.647.158
3.160.420
100%
100%
100%
Es decir, 2 millones de personas no tienen ninguna necesidad básica insatisfecha y poco más de un millón de personas tienen al menos una, representando el 34 % de las personas.
De ellas el 20 % tienen solo una NBI, el 8 % 2 NBI y el 6 % dos o más como muestra el cuadro 2.
Cuadro 2: Población residente en hogares particulares según cantidad de NBI acumuladas, por sexo. Año 2011
HOMBRES
MUJERES
TOTAL
HOMBRES
MUJERES
TOTAL
NBS
978.367
1.114.182
2.092.549
65%
68%
66%
Una NBI
309.154
321.089
630.243
20%
19%
20%
Dos NBI
128.327
124.710
253.037
8%
8%
8%
Tres y más NBI
97.414
87.177
184.591
6%
5%
6%
Total
1.513.262
1.647.158
3.160.420
100%
100%
100%
A diferencia de la pobreza por ingresos que es más alta en Montevideo que en el interior del país las NBI de Montevideo son las más bajas de todas, como muestra el informe siendo las mayores en la zona norte del país.
Dentro de Montevideo a su vez hay diferencias importantes por barrios, cuyo detalle también está en el informe.
Finalmente el informe muestra que la población menor de 14 años y la población afrodescendiente tienen mayor número de NBI, siendo entonces los más afectados.
En síntesis, habiendo mejorado en relación al censo de 1996 para las personas con NBI aún el reto es importante, en especial en ciertas zonas de Montevideo y en la zona norte del país, con énfasis en la población joven y en los afrodescendientes.
Comentarios finales
Los datos que emergen de este documento ya habían sido visualizados en el gabinete social y habían dado lugar a un trabajo focalizado en la población de niños, adolescentes y jóvenes, lo cual se ha expresado desde 2011 en el desarrollo de Jóvenes en Red, Uruguay Crece Contigo y Cercanías, así como en 2013, en el desarrollo del Plan 7 Zonas con énfasis en los temas de trabajo social, urbanismo y vivienda y capacitación para el trabajo.
Al mismo tiempo, desde el punto de vista geográfico, estos programas son prioritarios, así como especialmente el Plan 7 Zonas ha puesto el centro de su trabajo en la zona metropolitana del país y dentro de ellas, estos barrios y en los departamentos de la frontera norte con Brasil.
Estos datos vienen a conformar nuestro diagnóstico y realzan la eficiencia en la focalización de nuestras políticas redefinidas a partir de 2011.