Gonzalo Casaravilla

“Matriz eléctrica es una revolución más que una evolución por la velocidad con la que se desarrolló”

En 2016, el 20 % de la electricidad generada fue de origen eólico, el 55 % correspondió a energía hidráulica, el 17 % a biomasa y el 1 % a fotovoltaica. En tanto, en 2017 se proyecta generar un 30 % de la electricidad con energía eólica, cuando culmine la construcción de los nuevos parques. Para el presidente de UTE, Gonzalo Casaravilla, esta diversificación es una revolución, por la velocidad con la que se desarrolló.

Presidente de UTE, Gonzalo Casaravilla

Durante las últimas semanas, UTE presentó el balance de su gestión 2016, el cual considera positivo por los logros alcanzados, sobre todo en energías no renovables. No obstante, para su presidente, Gonzalo Casaravilla, lo importante no es solamente alcanzar las metas propuestas, sino también preguntarse: “¿Estamos haciendo lo que Uruguay debía hacer?”, y reafirmar la idea de que la evolución de la matriz eléctrica en Uruguay fue una revolución.

Casaravilla afirmó que en Uruguay el recurso hidráulico ya está explotado casi en su totalidad, por lo que el futuro está bien definido. "A medida que crezca la demanda, las energías eólica y fotovoltaica van a ir completando el crecimiento de la generación de electricidad", dijo. Agregó que ello es reafirmado por los informes técnicos realizados por UTE, la Dirección Nacional de Energía y universidades.

Aclaró que, si bien en la actualidad las energías renovables  son “no convencionales”, porque lo convencional es el petróleo, el combustible fósil, la energía hidráulica o nuclear; en pocos años serán energías convencionales, especialmente gracias a la generación eólica y fotovoltaica.

En ese sentido, explicó que cuando se tomaron las decisiones en materia de política energética que implicaron acuerdos multipartidarios, se estimó y se hizo una optimización matemática, con análisis de alternativas, vulnerabilidades, variabilidad de los recursos. También se tomó en cuenta la evolución del barril de petróleo, cómo iba a evolucionar la región desde el punto de vista del intercambio energético y se definió que el desarrollo de las energías renovables era la mejor opción para el Uruguay. “Estamos transitando ese camino”, argumentó.

En 2016, parques eólicos generaron 20 % de la energía del país, con 1.300 megavatios
Casaravilla informó que en 2016 la potencia instalada de energía eólica llegó a los 1.300 megavatios. El 20 % de la energía eléctrica generada fue de origen eólico, con un 1 % de energía fotovoltaica, 55 % de energía hidráulica y un 17 % de biomasa, incluido el autoconsumo de las plantas de celulosa. El 10 % del total de la energía se exportó a Argentina. En 2017, se espera contar con más energía eólica, cuando culminen la instalación de los parques eólicos Arias en Flores y Palomas en Salto, y se completará un 30 % de la energía eléctrica del Uruguay de origen eólico.

Agregó que actualmente, fruto de la situación regional, tanto la demanda regional como la interna bajaron a causa de la suspensión de proyectos que se previeron pero que no se llevaron a cabo, como por ejemplo, Aratirí. Según indicó, cuando se hizo la planificación se pensó estratégicamente para que no faltara energía, como sucedía en el pasado cuando no alcanzaba la generación de energía para la demanda existente. “Siempre es mucho mejor anticiparse en demasía, evidentemente en forma controlada, adelantando inversiones que después, por no haber hecho las inversiones, tener situación como la última que sufrimos con gravedad, en 2012 y que nos agarró sin el cambio de la matriz eléctrica, donde el sobrecosto fue de 400 millones de dólares pero que podría haber sido 1.000 millones más; podría haber llegado a 1.500 millones de dólares en una empresa que ese año facturó 1.800 millones de dólares”, subrayó.

En ese sentido, dijo que la diversificación de la matriz no solo cambió radicalmente los costos de generación, sino que además aunque el año sea seco o húmedo, esos costos no van implicarán las variaciones que tenían antes. Igualmente, aclaró que se construyó un fondo de estabilización para que ante la pequeña variación que siempre existe en materia de  hidraulicidad, no sea necesario ajustar las tarifas en relación a la lluvia registrada cada año.

Entre 2013 y 2016 el costo de generación de energía bajó de U$S 80/MVh a US$ 55/MVh
Casaravilla resaltó que el costo de la generación de energía sin el cambio de la matriz, en el año 2013 estaba por el orden de los 80 dólares megavatios por hora; mientras que en 2016 se registra un costo del orden de los 55 dólares megavatios por hora. “Dicho de otra manera, el costo del abastecimiento de la demanda, el rubro de la compra de energía o petróleo en 2013 era de más de 1000 millones de dólares y está en el orden de los 600 millones de dólares. Esos 500 millones de dólares demuestra que bajó el costo del abastecimiento de la demanda es resultado del cambio de la matriz eléctrica”, explicó y aclaró que estos costos incluyen la generación, gestión, transmisión, distribución, comercialización e inversiones.

La matriz óptima siempre tiene excedentes
Casaravilla subrayó que el diseño de una matriz eléctrica óptima, es decir, aquella que implique mayor resultado económico y ambiental, debe tener excedentes. Agregó que es una matriz que, en un año de hidraulicidad media, tiene excedentes del 10 % de la energía, y que esa energía se “mal vende” en la región, ya que en los últimos años no se ha podido estimar el comportamiento del mercado. Asimismo, dijo que en un año seco la matriz no tendrá excedentes de energía, y en un año húmedo habrá más de un 10% de excedentes los que colocarán en el mercado de la manera más óptima posible.

“Por eso, también era importante no solo tener una interconexión con Argentina, sino con Brasil, la que culminó de instalarse”, manifestó el presidente de UTE quien señaló que además el comercio regional depende de la situación energética de Argentina y Brasil.

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