Los hombres dejan más de fumar

Medidas antitabaco evitan 450 infartos agudos de miocardio al año en Uruguay

El director del Programa de Control del Tabaco del MSP, Winston Abascal, afirmó que los infartos agudos de miocardio mermaron 22 % al año desde que en 2005 se implementaron las primeras medidas contra el consumo de cigarrillos, adicción que se vincula a las principales causas de muerte en el país, como son el cáncer y enfermedades cardiovasculares. La adolescencia es la etapa en que se debe dar la batalla contra este hábito.

Winston Abascal: “Los intereses que tiene la industria tabacalera en el mundo son irreconciliables con los intereses de la salud pública"
Abascal se refirió a la incidencia del consumo de esta sustancia en la salud de las personas y al impacto positivo que tienen las medidas que puso en vigor Uruguay en el marco de la política antitabaco.

Estas declaraciones del jerarca del MSP (Ministerio de Salud Pública) surgen tras un encuentro de la comisión directiva del ministerial Centro de Cooperación Internacional para el Control de Tabaco (CCICT), oportunidad en la que se brindaron detalles de la flamante normativa que prohíbe sin excepciones la publicidad, promoción, patrocinio y exhibición de productos de tabaco en los puntos de venta mayoristas y minoristas.

Como es públicamente conocido, mueren seis millones de personas al año en el mundo por causas vinculadas al consumo de tabaco.

“Los intereses que tiene la industria tabacalera en el mundo son irreconciliables con los intereses de la salud pública, porque venden un producto que es tóxico y que produce enfermedad y muerte en las poblaciones. Los estados deben hacerse cargo de esto. No es un tema para tomar con ingenuidad”, puntualizó.

“Si hoy pudiéramos prohibir el consumo de tabaco lo haríamos, pero este se da a través de una sustancia, una droga, que es la nicotina, a la cual un tercio de la población mundial es adicta, por lo tanto es impracticable censurarlo ahora”, explicó.

En Uruguay, el consumo de tabaco está muy asociado a las dos principales causas de muerte, que son las enfermedades cardiovasculares y el cáncer.

“La visión del MSP es la de intentar proteger la salud pública de las personas, que no asuman el riesgo de enfermarse y eventualmente morir por el consumo de una sustancia adictiva. Estas medidas son para intentar que la población abandone el consumo y fundamentalmente que los jóvenes no comiencen a fumar”.

Abascal sostuvo que es altísimo lo que le cuesta el consumo de tabaco al país. “Es alto en economía y en salud”, aseguró.

Reducción del consumo
La primera medición comparativa que se llevó a cabo luego de la aprobación de la primera normativa antitabaco en 2005 se hizo a fines de 2009, registrándose un descenso muy significativo de siete puntos porcentuales absolutos, lo cual equivalía a que unas 150.000 personas habían abandonado el consumo.

Si bien fuman más los hombres que las mujeres, la disminución del consumo se dio más en el género masculino.

“Las mujeres se incorporaron tardíamente al consumo, cuando asumió un nuevo rol en la sociedad y se sumó al mercado de trabajo. La industria aprovechó esto y asoció la liberación de la mujer con el consumo del tabaco y dirigió su publicidad a esto”, apuntó.

Actualmente hay un porcentaje de mujeres fumadoras superior al pasado. En los últimos 15 años, el cáncer de pulmón se duplicó en mujeres y alcanza una tasa que, de no modificarse, en otros 15 años será más frecuente que el cáncer de mama.

La cantidad de personas de entre 12 y 17 años que fumaba bajó de 31 % en 2003 a 13 % en 2012. "La epidemia del tabaco se reproduce en la adolescencia".

El 90 % de los fumadores comienza a hacerlo antes de los 20 años, “es decir que ese es nuestro campo de batalla con la industria tabacalera”, indicó Abascal.

Esas empresas transnacionales “tratan de captar un adolescente, transformarlo en adicto y luego tienen una persona que por 30 o 40 años consume el producto. Ese es un negocio enorme para las tabacaleras y nos deja a nosotros población enferma para que la cuidemos. Estamos trabajando para que esto no suceda con los jóvenes”, puntualizó.

“Desde que aplicamos estas medidas, alrededor de 450 uruguayos dejaron de padecer infarto agudo de miocardio. La reducción anual de los infartos ronda 22 % desde la disposición de las prohibiciones”, relató el director del programa del MSP.

Todo esto sin contar las enfermedades respiratorias agudas, las personas imposibilitadas de caminar porque no tienen el oxígeno suficiente y las que mueren por tumores. En los aspectos económicos, aludió a la incidencia que genera en el ausentismo laboral, el riesgo social y la muerte prematura que deja a niños y jóvenes sin sus padres, que son su principal sostén.

Desde el punto de vista socioeconómico, quienes más abandonaron el consumo fueron la clase media, media-alta y alta. Esto está asociado al nivel socioeducativo. “Nuestro objetivo es trabajar con las poblaciones más carenciadas porque en esos estratos sociales aún se fuma mucho y la idea es que tengan la oportunidad de dejar de hacerlo”.

Voluntad abandonar el cigarrillo
En Uruguay, muchas personas piden ayuda para abandonar el consumo de tabaco que es una adicción como la que se tiene a cualquier droga.

“Deben consumirla todos los días, la persona no fuma porque quiere, fuma porque no puede hacer otra cosa. Algunos intentan dejar y no pueden, o quienes lo consiguen a veces recaen, porque es una enfermedad con tendencia a la recaída”, aseguró.

Abascal informó que el MSP está considerando un Plan de Estrategia Nacional para el Abandono del Consumo con el apoyo del todo el Sistema Nacional Integrado de Salud.

De esta forma las personas podrán acceder a los servicios de cesación de consumo a todos los niveles y en todas las ciudades. Quienes necesiten ayuda pueden acercarse a sus mutualistas o centros de salud de la Administración de los Servicios de Salud del Estados, porque estos tienen obligación por ley de brindarles atención.

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