Declaración de Montevideo
Almagro, quien presidió el cierre de la “III Conferencia de Estados Parte de la Convención Americana sobre Derechos Humanos” realizada en Montevideo, elogió el texto firmado que, a su entender, demuestra la flexibilidad que tuvieron los países en la negociación, el espíritu constructivo de la reunión y haber alcanzado un texto de consenso, que tiene un sentido propositivo para el fortalecimiento del sistema interamericano de derechos humanos.
“Esto es parte de acercar cada vez más la plena vigencia de los derechos humanos y el más pleno goce de esos derechos a todos los habitantes de América”, puntualizó.
El canciller explicó que en el encuentro se acordó la necesidad de profundizar el informe elaborado sobre temas presupuestarios vinculados a un eventual traslado de la sede de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH).
Ese cambio implica que contenga nuevas variables, además de las presupuestales, como ser asuntos burocráticos, políticos y financieros, que podrían resultar efectos colaterales de una posible traslado de la Comisión.
También se mandató a un grupo para que trabaje en los temas de universalización de la Convención.
“Muchos estados aún no son parte, no solo Estados Unidos y Canadá, sino también seis o siete países del Caribe que tienen un sistema jurídico que no es completamente compatible con la Convención. Tenemos que tener diálogo con ellos para encontrar puntos de encuentro en los que podamos trabajar para hacer posible esa firma, adhesión y ratificación de la Convención”, dijo.
Las delegaciones presentes firmaron una carta dirigida al secretario general de la Organización de Estados Americanos (OEA), José Miguel Insulza, por la cual solicitan los estudios correspondientes para que en el proceso de universalización se encuentren las compatibilidades jurídicas con sistemas legales diferentes.
Informó que encomendarán estudios al Comité Jurídico Interamericano y a la Secretaría para ver cuáles son los mejores mecanismos jurídicos para compatibilizar todos los sistemas legales y que todos los países puedan adherir a la Convención.
Por otra parte, el jerarca destacó el informe presentado por Ecuador, un balance sobre las relatorías. “Nosotros fuimos muy firmes al respecto: todas las relatorías deben aspirar a más. No se puede emparejar para abajo sino generar mejores condiciones en materia de recursos humanos, económicos y financieros (contempla específicamente a la Relatoría de Libertad de Expresión)", indicó.
Asimismo, abrieron el diálogo con países que no son parte de la Convención, no solo en la búsqueda de la universalización antes citada, sino también para que en estas reuniones, que tienen dos o tres sesiones, por lo menos que en una de ellas se contemple la participación de países observadores.
La próxima reunión se concretará en Haití, estiman entre mayo y junio de 2014, ya que deberá ser previo a la Reunión de la Asamblea General de la OEA en Paraguay.
Aclaró que países como Paraguay, México, Guatemala y Costa Rica pusieron un pie de página en la Declaración que indicaba que estas decisiones deben ser compatibilizadas con los órganos competentes de la OEA.
Almagro dijo que “siempre se creyó importante hacer una reunión de estados partes de la Convención, es decir los que han demostrado un compromiso más grande con el tema de DDHH en el sistema interamericano”.
“Son países que han asumido un compromiso de mejora del sistema de derechos humanos. Toda la discusión es para crear un sistema cada vez más garantistas, con mejores condiciones de protección, con la más plena vigencia de los derechos humanos, asegurando el goce de los mismos”, señaló.
En este sentido, recordó que en las Declaraciones de Cochabamba (anterior) y ahora en la de Montevideo se habla de concretar un foro de trabajo con la sociedad civil sobre estos temas (previo a la asamblea de la OEA). A esto sumó la apertura a países observadores.
“Las críticas que se han hecho no contemplan el compromiso de los países partes con el sistema”, indicó.
Miembros de Convención Americana de DDHH acordaron documento sobre base de consenso
La III Conferencia de Estados Parte de la Convención Americana sobre Derechos Humanos finalizó este miércoles con la Declaración de Montevideo, “un documento basado en el consenso y el espíritu constructivo”, según el canciller uruguayo Luis Almagro. Informó además que seguirán estudiando el eventual traslado de la sede de la CIDH y mandataron a un grupo de trabajo para avanzar en la universalización de la Convención.

“Esto es parte de acercar cada vez más la plena vigencia de los derechos humanos y el más pleno goce de esos derechos a todos los habitantes de América”, puntualizó.
El canciller explicó que en el encuentro se acordó la necesidad de profundizar el informe elaborado sobre temas presupuestarios vinculados a un eventual traslado de la sede de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH).
Ese cambio implica que contenga nuevas variables, además de las presupuestales, como ser asuntos burocráticos, políticos y financieros, que podrían resultar efectos colaterales de una posible traslado de la Comisión.
También se mandató a un grupo para que trabaje en los temas de universalización de la Convención.
“Muchos estados aún no son parte, no solo Estados Unidos y Canadá, sino también seis o siete países del Caribe que tienen un sistema jurídico que no es completamente compatible con la Convención. Tenemos que tener diálogo con ellos para encontrar puntos de encuentro en los que podamos trabajar para hacer posible esa firma, adhesión y ratificación de la Convención”, dijo.
Las delegaciones presentes firmaron una carta dirigida al secretario general de la Organización de Estados Americanos (OEA), José Miguel Insulza, por la cual solicitan los estudios correspondientes para que en el proceso de universalización se encuentren las compatibilidades jurídicas con sistemas legales diferentes.
Informó que encomendarán estudios al Comité Jurídico Interamericano y a la Secretaría para ver cuáles son los mejores mecanismos jurídicos para compatibilizar todos los sistemas legales y que todos los países puedan adherir a la Convención.
Por otra parte, el jerarca destacó el informe presentado por Ecuador, un balance sobre las relatorías. “Nosotros fuimos muy firmes al respecto: todas las relatorías deben aspirar a más. No se puede emparejar para abajo sino generar mejores condiciones en materia de recursos humanos, económicos y financieros (contempla específicamente a la Relatoría de Libertad de Expresión)", indicó.
Asimismo, abrieron el diálogo con países que no son parte de la Convención, no solo en la búsqueda de la universalización antes citada, sino también para que en estas reuniones, que tienen dos o tres sesiones, por lo menos que en una de ellas se contemple la participación de países observadores.
La próxima reunión se concretará en Haití, estiman entre mayo y junio de 2014, ya que deberá ser previo a la Reunión de la Asamblea General de la OEA en Paraguay.
Aclaró que países como Paraguay, México, Guatemala y Costa Rica pusieron un pie de página en la Declaración que indicaba que estas decisiones deben ser compatibilizadas con los órganos competentes de la OEA.
Almagro dijo que “siempre se creyó importante hacer una reunión de estados partes de la Convención, es decir los que han demostrado un compromiso más grande con el tema de DDHH en el sistema interamericano”.
“Son países que han asumido un compromiso de mejora del sistema de derechos humanos. Toda la discusión es para crear un sistema cada vez más garantistas, con mejores condiciones de protección, con la más plena vigencia de los derechos humanos, asegurando el goce de los mismos”, señaló.
En este sentido, recordó que en las Declaraciones de Cochabamba (anterior) y ahora en la de Montevideo se habla de concretar un foro de trabajo con la sociedad civil sobre estos temas (previo a la asamblea de la OEA). A esto sumó la apertura a países observadores.
“Las críticas que se han hecho no contemplan el compromiso de los países partes con el sistema”, indicó.