Instituciones en alerta y vigilancia

Ministerio transmite tranquilidad por ébola y hace recomendaciones a uruguayos en África

Ante la aparición de casos de ébola en África y la definición de la OMS como una “emergencia de salud pública de nivel internacional”, se activaron controles y medidas en Uruguay. La ministra Susana Muñiz dijo que se mantiene un alerta activo, aunque insistió que el virus no salió de ese continente, y se tomó contacto con contingentes militares apostados en países de esa región para transmitirles recomendaciones preventivas.

Ministra Susana Muñiz lleva tranquilidad por ébola en África
La OMS (Organización Mundial de la Salud) se expidió sobre la situación que se atraviesa en África con los crecientes casos de ébola y la definió de “emergencia de salud pública de nivel internacional".

Si bien las autoridades de Salud Pública de Uruguay ya venían trabajando sobre el particular, la ministra de Salud Pública convocó ante este panorama a los directores departamentales del área para elaborar una serie de documentos, reunión que se concretó en la sede de la cartera en Montevideo.

Muñiz dialogó con la prensa sobre la postura que toma Uruguay y cómo se actuará de aquí en más. Recordó que el lunes el ministerio tomó contacto con los contingentes uruguayos apostados en África, sobre todo con el personal militar, y en ese sentido viene trabajando en conjunto con la sanidad de ese cuerpo armado.

“Mantenemos una situación activa de alerta. No tenemos ninguna situación que nos hable de una emergencia en el sentido de que exista un riesgo inminente para la población uruguaya, por lo tanto lo primero es darle tranquilidad a la población”, indicó. “Se está trabajando, protegiendo a nuestros contingentes en África”, añadió.

Muñiz explicó que, en principio, lo que se está haciendo es dándole recomendaciones al personal uruguayo, que en algunos casos está instalado en lugares de epidemia. Se les sugirió no mantener contacto con el área afectada por la epidemia, así como una serie de medidas precautorias, como la manera de vestir y detalles sobre el contacto con los cadáveres para evitar contagios.

Muñiz aclaró que se trata de medidas dispuestas por la propia OMS y que Uruguay toma para su población.

Asimismo, informó que se están previendo una serie de medidas a desplegar para cuando estas personas arriben al Uruguay, si bien no se prevé ningún retorno para los próximos días.

Al personal que está desplegado en Sierra Leona se le planteó la posibilidad de regresar al país, pero contestaron negativamente pues prefieren seguir trabajando en ese lugar.

Acción con Direcciones Departamentales de Salud
“Hay un plan de contingencia, un alerta y un contacto permanente con las direcciones departamentales de salud y con los puestos de frontera”, dijo Muñiz.

Las indicaciones dadas a los directores incluyen estar alerta en la zona de frontera, mantenerse informados y en contacto respecto a lo que pueda surgir de parte de la OMS. Añadió que, en estos días y en función de las modificaciones que se vayan dando, se irán implementando diversos planes.

Puntualizó que, de todas formas, por el momento no se disponen medidas especiales de control sobre los turistas que arriben al Uruguay provenientes de África, ya que no existe una “situación inminente”.

“Mantenemos el alerta y la vigilancia. Por ahora es lejana la posibilidad de que exista un caso en Uruguay, porque la enfermedad está circunscripta a África”, afirmó.

“Si bien hay dos afectados en Estados Unidos, estos fueron enviados a ese país en las condiciones sanitarias adecuadas y la enfermedad la contrajeron en el continente africano”, insistió.

Ébola
La OMS explica en su página que el virus del ébola causa en el ser humano la enfermedad homónima, antes conocida como fiebre hemorrágica del ébola.

Los brotes de enfermedad por este virus tienen una tasa de letalidad que puede llegar a 90 % y se producen principalmente en aldeas remotas de África central y occidental, cerca de la selva tropical.

El virus es transmitido por animales salvajes y se propaga en las poblaciones humanas por transmisión de persona a persona. Se considera que los huéspedes naturales son los murciélagos frugívoros de la familia Pteropodidae.

No hay aún tratamiento específico ni vacuna aprobada para las personas ni los animales, aunque científicos trabajan en la materia.

El ébola se detectó por vez primera en 1976 dos brotes simultáneos en Nzara, en Sudán, y en Yambuku, en la República Democrática del Congo. Esa última aldea está situada cerca del río Ébola, por esa razón se tomó su nombre para identificar este virus.

El género Ebolavirus es, junto con los géneros Marburgvirus y Cuevavirus, uno de los tres miembros de la familia Filoviridae (filovirus). El género Ebolavirus comprende cinco especies distintas, tres de ellas (BDBV, EBOV, SUDV) se asociaron a grandes brotes de la enfermedad en África.

El ébola se introduce en la población humana por contacto estrecho con órganos, sangre, secreciones u otros líquidos corporales de animales infectados.

En África se han documentado casos de infección, asociados a la manipulación de chimpancés, gorilas, murciélagos frugívoros, monos, antílopes y puercoespines infectados que se habían encontrado muertos o enfermos en la selva.

Posteriormente, el virus se propaga en la comunidad mediante la transmisión de persona a persona, por contacto directo a través de las membranas mucosas o de soluciones de continuidad de la piel, con órganos, sangre, secreciones u otros líquidos corporales de personas infectadas, o por contacto indirecto con materiales contaminados por dichos líquidos.

Las ceremonias de inhumación en las cuales los integrantes del cortejo fúnebre tienen contacto directo con el cadáver también pueden ser causa de transmisión.

La ébola es una enfermedad vírica aguda grave que se suele caracterizar por la aparición súbita de fiebre, debilidad intensa y dolores musculares, de cabeza y de garganta, lo cual va seguido de vómitos, diarrea, erupciones cutáneas, disfunción renal y hepática y, en algunos casos, hemorragias internas y externas.

Los resultados de laboratorio muestran que la persona afectada disminuye su número de leucocitos y plaquetas, así como se elevan las enzimas hepáticas.

Los pacientes son contagiosos mientras el virus esté presente en la sangre y las secreciones. El periodo de incubación (intervalo desde la infección hasta la aparición de los síntomas) oscila entre 2 y 21 días.

Los casos graves requieren cuidados intensivos. Los enfermos suelen estar deshidratados y necesitar rehidratación por vía intravenosa u oral con soluciones que contengan electrólitos. No hay ningún tratamiento específico, aunque se están evaluando nuevos tratamientos farmacológicos.

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