En audición semanal por Radio Uruguay

Mujica defendió diversificación de mercados en un mundo cada vez más competitivo

Uruguay no puede permitirse de ninguna manera el lujo de permanecer aislado comercialmente, advirtió el Presidente José Mujica, al defender la política de inserción internacional llevada adelante en su Gobierno. El mandatario explicó que se debe entender que esto es como una guerra no declarada en la que reina la competencia, por lo cual “cuanto más diversificación de mercados, más opciones y más alternativas tendremos”.

El Presidente José Mujica
En su audición semanal por Radio Uruguay, el Presidente José Mujica realizó una larga reflexión sobre el comercio internacional, en parte de la cual dudó de la eficacia de los múltiples acuerdos de libre comercio existentes entre países y bloques que, a su juicio, lo más que hacen es, precisamente, restringir la libertad de acción.

En ese contexto, tras enumerar acuerdos concretados por Uruguay y otros en formación, además de resaltar el nuevo y creciente peso de China en las relaciones comerciales con América Latina, se refirió a la necesidad de analizar la situación del Mercosur (Mercado Común del Sur) y la pertinencia de realizar acuerdos bilaterales que amplíen la inserción del país en el mundo comercial.

Mujica admitió que las trabajosas y añejas negociaciones de un acuerdo entre la Unión Europea y el Mercosur están hoy “un tanto atascadas”, una razón más para que los países que integran el bloque, Argentina, Brasil, Paraguay, Uruguay y Venezuela, deberían intentar tratativas paralelamente con otros grandes focos comerciales del mundo para después hacer un balance y buscar la complementariedad.

En ese punto, advirtió que lo que no debe pasar es que los países del bloque permanezcan “como humildes espectadores” sin participar de las negociaciones generales a nivel internacional.

“No tenemos ningún interés en irnos del Mercosur, pero no podemos permanecer vegetativamente. Nos queda en última instancia un concierto de acuerdos bilaterales con los que podamos concretar”, puntualizó.

“No es sencillo, porque además tenemos que entender que estamos al lado de un gigante, como es Brasil, pero tampoco deberíamos quedar inútiles teniéndonos lástima a nosotros mismos porque, si la región no acompaña o nos cierra todas las puertas, no tendremos otro camino que intentar un grado de flexibilidad con otras partes del mundo”, insistió.

El mandatario reconoció que no existe una respuesta única ni sencilla al respecto, pero sostuvo que puede pensarse en la flexibilización del Mercosur para permitir acuerdos como el que concretó Uruguay con México y mejorar así el perfil de nuestra la internacional, contribuyendo “a enjuagar” en parte las enormes asimetrías que hay en el bloque sureño.

“Brasil, por sus dimensiones, es un país que se puede permitirse el lujo de funcionar con una economía bastante cerrada, Mientras que Uruguay de ninguna manera puede permitirse el lujo de nada que pueda parecer aislamiento”, alertó.

En ese sentido, subrayó que cuanto más pequeño es un país como Uruguay, proporcionalmente más y más depende de ese comercio internacional abierto.

A su entender, es tan importante vender el trabajo, también lo es el precio al cual se vende los productos.

“Si tenemos dificultades para vender y para hacerlo, tenemos que bajar mucho los precios, esto tiene consecuencias adentro del país, en la vida de nuestra sociedad”, sostuvo.

“No solo hay aranceles, hay tarifas, hay exigencias internacionales, hay cuotas, una complejidad enorme y hay un (patrón) dólar que mide lo que vendemos, que se mueve, es como de goma, se agranda o se achica todavía para complicar más”, continuó su reflexión haciendo referencia a las fluctuaciones del tipo de cambio que afronta el país.

Por ello insistió en la necesidad de trabajar en la inserción internacional de Uruguay, que “nos den posibilidades de entrar, que nos cobren aranceles más bajos o que directamente no los cobren”.

“Tenemos que entender que el comercio es como una guerra no declarada, cuando entramos en un mercado es porque estamos compitiendo con alguien y ese alguien nos va a generar oposición”, explicó. “Por eso, cuanto más mercados podamos diversificar más opciones tenemos, más alternativas tenemos”, apuntó.

Proteccionismo
Como preámbulo de su afirmación sobre el Mercosur y lo que ocurre en la actualidad en el comercio global, el Presidente reflexionó sobre la política proteccionista de los países centrales (Norte industrializado) y sobre la proliferación de acuerdos hechos entre dos países o entre bloques que intentan crear mercados más grande protegidos.

“Esa protección es más o menos encubierta, pero es innegable que los tratados llamados de libre comercio lo que procuran es crear grandes unidades dentro de las cuales los países puedan comercializar complementariamente”, apuntó.

“Ese fue el origen en parte del Mercosur y de otros tratados que hay en el mundo”, recordó. “Sin embargo, esta política que generó progresos importantes que no son desechables, en los hechos también encontraron obstáculos, porque muchas veces no se respeta lo que se firmó”, precisó.

“Es ahí cuando aparecen nuevos obstáculos, se construyen lo que se llama barreras no arancelarias, porque los grupos de intereses grandes, que se mueven sobre todo en los grandes países, tienden a impulsar políticas más o menos disimuladas de protección”, añadió.

Lo cierto, añadió, “es que nos toca vivir en un mundo donde existen no menos de 350 tratados de libre comercio, lo cual nos dice con claridad que en los hechos lo que menos hay en el mundo es libre comercio”.

“Cuantos más tratados bilaterales y comerciales se hacen, más difícil es vender para aquellos que están fuera de esos acuerdos”, manifestó Mujica destacando, no obstante, el acuerdo de libre comercio que excepcionalmente consiguió Uruguay con México.

El papel de China
En línea, se refirió al peso de China en el comercio de América Latina. El gigante asiático “ha venido comprando materias primas y alimentos fundamentalmente, con lo cual el tono de sus compras mejoró durante un periodo importante los precios internacionales”, indicó.

“Eso en los hechos nos ha favorecido a Uruguay y a la región. Como es un país muy grande y también quiere vender y tiene costos internos bajos, permanentemente trata de vender y tiende a hacerlo barato y notoriamente está mejorando su calidad”, destacó de China.

“Quiere decir que en estos años los términos de intercambio de una parte de América Latina por lo menos se benefició con estas dos cosas: buen comprador que pagaba buenos precios para lo que vendíamos, por un lado, y un vendedor que vendía barato para los que comprábamos lo que hizo bajar los costos industriales indirectamente o directamente, porque la competencia de la industria china tuvo que bajar también los precios para poder vender”, detalló.

En este punto, Mujica manifestó su impresión que en el mundo se están  creando tratados y acuerdos entre grupos de países para dejar a China afuera.

“Se camina hacia un acuerdo de algunos países transpacífico, que al parecer no está China y, por el norte, Estados Unidos hace algo parecido e intenta crear una especie de comunidad atlántica, en la que tampoco está China”, repasó el mandatario.

“Entonces uno se hace una pregunta sencilla: ¿si China se ha transformado en estos años en el principal comprador y si entramos a participar en acuerdos que necesitamos como el pan, pero que esos acuerdos tienden a dejar a China afuera, China nos seguirá comprando?

“Esta es una pregunta decisiva, porque no podemos a esta altura de la vida renunciar al comercio con China”, alertó Mujica.

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