Educación para el campo
Al cierre de la primera jornada de este seminario taller convocado por la UTU (Universidad del Trabajo del Uruguay), el Presidente Mujica reflexionó sobre la educación dirigida a los productores familiares y destacó que es fundamental “organizar servicios que den respuesta a las necesidades” del sector, y a ser capaces de “detectar las inquietudes de la gente”.
En ese sentido, exhortó a los profesores a no olvidarse que “los hombres aprendemos los unos de los otros”, por lo cual consideró imprescindible que la academia “camine con la gente, que vaya, que visite, que coma un guiso y pregunte por su peripecia”, como estrategia para diseñar una política de capacitación ajustada a la demanda de los agricultores familiares.
El seminario inaugurado por Mujica es organizado por el Programa de Educación para el Agro y la Tecnicatura en Producción Agropecuaria Familiar de la UTU para analizar las características, objetivos y metodología de la enseñanza para esta área.
La actividad de dos días, que finaliza este viernes, se desarrolla en el edificio central de la UTU, en Montevideo, con la presencia de más de 200 participantes de todo el país, invitados del exterior, y autoridades y técnicos de la institucionalidad agropecuaria. Está enmarcada en la celebración del Año Internacional de la Agricultura Familiar, tal como definió a 2014 la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO).
Los objetivos del foro, según sus organizadores, son aportar a una mayor toma de conciencia sobre la importancia que tiene la producción agropecuaria familiar para la soberanía y seguridad alimentaria en Uruguay, promover el debate y la reflexión acerca de los desafíos a los que se enfrentan los actores del sector y ayudar a identificar formas eficaces de apoyo.
En la inauguración hicieron uso de la palabra, además de Mujica, la directora del Programa Agrario de la UTU, Susana Lerena, el presidente del directorio de la Administración Nacional de la Enseñanza Pública (ANEP), Wilson Netto, y el presidente de la UTU, Eduardo Davyt.
“Tenemos que pensar a la agricultura familiar” de forma tal que “no sea una fábrica de pobres”, aseveró Mujica, para luego agregar que la única opción para que el sector sea viable es “agrandarse para poder pelear”.
En ese contexto afirmó que “los chicos para agrandarse no tienen otro camino que saber juntarse”, por lo cual la docencia para agricultores familiares tiene que trabajar en formar a los individuos en el asociativismo e inventar soluciones colectivas que ayuden a evitar las dificultades de escala y a hacer frente a problemas imposibles de resolver para un productor aislado.
Mujica dijo que “una docencia bien pensada” tiene que orientarse a disminuir “la cuota de sacrificio” que implica el trabajo rural y esforzarse en integrar al sistema educativo a aquellos que posean la vocación de trabajar en el medio rural y tengan dificultades para hacerlo.
Agricultura familiar
El Ministerio de Ganadería, Agricultura y Pesca, a través de la Dirección General de Desarrollo Rural, implementó un registro de productores familiares, en el que hay inscriptos unas 23.800 unidades, que ocupan en conjunto alrededor de 1,7 millones de hectáreas, equivalente aproximadamente a 10 % del área productiva de Uruguay.
Alrededor de 65 % de los titulares de estas explotaciones son hombres y su edad promedio es de 52 años. La cantidad de integrantes de las familias productoras son casi 70.000 personas.
En relación a la actividad económica principal dentro del sector agropecuario, se destaca la ganadería, esto quiere decir que se constituye en el principal rubro de la producción familiar uruguaya, siendo 56 % de los registros. Le siguen la horticultura, con 17 %, la lechería con 13,5 % y en porcentajes menores aparecen la fruticultura, avicultura y cerdo y cereales.
El último estudio de la FAO al respecto indica que 80% de los alimentos que consume la humanidad lo producen la agricultura familiar y el restante 20 % el agronegocio de gran porte.
La meta de la FAO es reposicionar la agricultura familiar en el centro de las políticas agrícolas, ambientales y sociales en las agendas nacionales, identificando lagunas y oportunidades para promover un cambio hacia un desarrollo más equitativo y equilibrado.
Mujica propone “una docencia bien pensada” para lograr una próspera agricultura familiar
En su participación en el foro “El rol de la educación para el desarrollo sustentable de la agricultura familiar”, el Presidente José Mujica exhortó a los docentes en general a “caminar con la gente” para lograr un sistema de formación que dé respuesta a las necesidades de este sector agropecuario clave y eduque en la búsqueda de soluciones colectivas, a la vez que disminuya la cuota de sacrificio inherente al trabajo rural.

En ese sentido, exhortó a los profesores a no olvidarse que “los hombres aprendemos los unos de los otros”, por lo cual consideró imprescindible que la academia “camine con la gente, que vaya, que visite, que coma un guiso y pregunte por su peripecia”, como estrategia para diseñar una política de capacitación ajustada a la demanda de los agricultores familiares.
El seminario inaugurado por Mujica es organizado por el Programa de Educación para el Agro y la Tecnicatura en Producción Agropecuaria Familiar de la UTU para analizar las características, objetivos y metodología de la enseñanza para esta área.
La actividad de dos días, que finaliza este viernes, se desarrolla en el edificio central de la UTU, en Montevideo, con la presencia de más de 200 participantes de todo el país, invitados del exterior, y autoridades y técnicos de la institucionalidad agropecuaria. Está enmarcada en la celebración del Año Internacional de la Agricultura Familiar, tal como definió a 2014 la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO).
Los objetivos del foro, según sus organizadores, son aportar a una mayor toma de conciencia sobre la importancia que tiene la producción agropecuaria familiar para la soberanía y seguridad alimentaria en Uruguay, promover el debate y la reflexión acerca de los desafíos a los que se enfrentan los actores del sector y ayudar a identificar formas eficaces de apoyo.
En la inauguración hicieron uso de la palabra, además de Mujica, la directora del Programa Agrario de la UTU, Susana Lerena, el presidente del directorio de la Administración Nacional de la Enseñanza Pública (ANEP), Wilson Netto, y el presidente de la UTU, Eduardo Davyt.
“Tenemos que pensar a la agricultura familiar” de forma tal que “no sea una fábrica de pobres”, aseveró Mujica, para luego agregar que la única opción para que el sector sea viable es “agrandarse para poder pelear”.
En ese contexto afirmó que “los chicos para agrandarse no tienen otro camino que saber juntarse”, por lo cual la docencia para agricultores familiares tiene que trabajar en formar a los individuos en el asociativismo e inventar soluciones colectivas que ayuden a evitar las dificultades de escala y a hacer frente a problemas imposibles de resolver para un productor aislado.
Mujica dijo que “una docencia bien pensada” tiene que orientarse a disminuir “la cuota de sacrificio” que implica el trabajo rural y esforzarse en integrar al sistema educativo a aquellos que posean la vocación de trabajar en el medio rural y tengan dificultades para hacerlo.
Agricultura familiar
El Ministerio de Ganadería, Agricultura y Pesca, a través de la Dirección General de Desarrollo Rural, implementó un registro de productores familiares, en el que hay inscriptos unas 23.800 unidades, que ocupan en conjunto alrededor de 1,7 millones de hectáreas, equivalente aproximadamente a 10 % del área productiva de Uruguay.
Alrededor de 65 % de los titulares de estas explotaciones son hombres y su edad promedio es de 52 años. La cantidad de integrantes de las familias productoras son casi 70.000 personas.
En relación a la actividad económica principal dentro del sector agropecuario, se destaca la ganadería, esto quiere decir que se constituye en el principal rubro de la producción familiar uruguaya, siendo 56 % de los registros. Le siguen la horticultura, con 17 %, la lechería con 13,5 % y en porcentajes menores aparecen la fruticultura, avicultura y cerdo y cereales.
El último estudio de la FAO al respecto indica que 80% de los alimentos que consume la humanidad lo producen la agricultura familiar y el restante 20 % el agronegocio de gran porte.
La meta de la FAO es reposicionar la agricultura familiar en el centro de las políticas agrícolas, ambientales y sociales en las agendas nacionales, identificando lagunas y oportunidades para promover un cambio hacia un desarrollo más equitativo y equilibrado.