Audición Radio Uruguay

Mujica reiteró su crítica al consumismo que afecta al mundo contemporáneo

El Presidente Mujica insistió con el avance del consumismo en nuestra sociedad y consideró que se trata de una “enfermedad” mundial. “Es una honda consecuencia cultural de la globalización que envuelve al mundo entero en una formidable cultura de masas”, funcional a la acumulación de riqueza, “donde el capitalismo transforma todo en mercado y negocio. Muchas veces posponemos lo fundamental y gastamos en lo accesorio”, agregó.

Presidente José Mujica

En su audición por Radio Uruguay, el Presidente de la República, José Mujica, se refirió al consumismo de esta época y observó que “tenemos mucho de todo, por todas partes”. Se preguntó si por ello somos más felices e instó a privilegiar la honradez intelectual para responder a esa interrogante.

Recordó que la administración de Lula Da Silva en Brasil logró “la proeza de sacar más de 40 millones de personas de la pobreza y arrancar a mucha gente de la miseria”, pero lamentó que, sin embargo, la televisión solo mostraba imágenes de protestas violentas. “Nosotros, en nuestro pequeño país, nunca tuvimos tanto trabajo, nunca en nuestra historia tuvimos tanto salario, ni tantos derechos, ni servicios, ni tantos miles de personas como ahora han tenido una mutualista, ni tantas motos y ni autos y ni tantos teléfonos. Sin embargo, ¿qué nos pasa?”, se cuestionó.

El mandatario aclaró que no es un problema exclusivo de nuestro país. “Hay que empezar por aceptar que esto es una característica de nuestra época y que esto cubre toda la tierra”. “Es una honda consecuencia cultural de la globalización que envuelve al mundo entero en una formidable cultura de masas que, conscientes o no, nos envuelve a todos. Es como una atmósfera dentro de la cual nos movemos, de una forma u otra está por todas partes. Esa cultura es consecuencia, es funcional a la acumulación de más y más riqueza. Esta etapa del capitalismo mundial va logrando que todo se transforme en mercado y negocio. Hasta la rebeldía termina siendo negocio periodístico”, reflexionó.

Mujica constató que la vida biológica, la existencia de la familia siempre estuvo rodeada de la necesidad de ciertos consumos “imprescindibles”. “Son los consumos determinantes para luchar por la existencia: comida, vestimenta, techo, salud y educación. Todos tenemos una idea clara de las cosas si nos ponemos a pensar que son fundamentales. Pero a continuación de ellas nuestro tiempo, la cultura que derraman los medios masivos de comunicación, las políticas de marketing y de propaganda, los valores que rodean la vida, tienden a transformar a una multitud de cosas en consumos que son, francamente, imprescindibles; y nuestra vida queda encuadrada por la necesidad imperiosa de atender esos deseos de compra”. "Ese consumo inducido crea una escala de valores tácita que indica que quien no pueda consumir en gran escala, tiene una vida de fracaso, especificó.

Mujica puntualizó que el aparente concepto de “éxito en la vida” se basa en tres pilares: éxito profesional, relaciones sociales que den reconocimiento e ingresos económicos que aseguren un consumo creciente, o “el despilfarro”. “El consumo imprescindible y básico está jaqueado por el consumismo de esta cultura que termina haciendo cometer disparates”, argumentó en alusión a los niños pobres que “se las ingenian” para comprarse un calzado de alta calidad, pese a vivir en condiciones de indigencia. “Es la ilusión del minuto, de estar embebidos en una aspiración desde el seno de la pobreza y mordidos por la desigualdad, los seres humanos tienden a remendar la tragedia y a caer en estas equivocaciones”. “A veces posponemos lo fundamental y terminamos gastando mucho en lo accesorio”, agregó.

El Presidente definió al consumismo como una enfermedad de nuestra época, funcional a la etapa de desarrollo de la economía de nuestro tiempo. “El mundo se globalizó. El intercambio entre las grandes empresas es la forma más explosiva del comercio mundial. General Motors de Brasil le compra mucho a la de Alemania o India, compra y va de un lado al otro y esto se repite a escala mundial. Lo que se globaliza es la economía del conjunto de fuerzas productivas transnacionales importantes. Esta cultura que tiende a hacerlo todo mercadería y que todo tenga un valor, encierra una gigantesca mentira. No hay medios para que toda la humanidad pueda vivir con el nivel que se pretende presentar”. “Los gobiernos estamos entre la espada y la pared por la necesidad de las masas y el consumo, pero hay que empezar por reconocer que falta de equidad de nuestro tiempo está también en la base de esta sociedad y esta cultura”, expresó.

Por último, aseguró que necesitaríamos tres planetas para satisfacer las demandas de cada individuo y que si todos los africanos tuvieran auto no tendríamos oxígeno para respirar. “Esta civilización miente. Sobran medios materiales para asegurar las necesidades básicas, para tener una vida decente, pero por este camino será muy difícil”, concluyó.

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