Audición M24

Mujica reivindicó valor del trabajo como agente de cambio en la vida de los internos

El Presidente dijo que con solo entrar al Polo Industrial de la unidad penitenciaria de Santiago Vázquez se nota el cambio. Mujica recorrió el predio donde funcionan distintos emprendimientos laborales a cargo de personas privadas de libertad, y destacó la transformación tras años de hacinamiento y abandono de esta población. Insistió en que el trabajo dignifica e instó a multiplicar esta práctica en otros centros.

Presidente Mujica en su visita a unidad de rehabilitación de Santiago Vázquez

En su audición radial por M24, el Presidente de la República, José Mujica, relató su visita a la unidad penitenciaria de Santiago Vázquez. Dijo que decidió recorrerla porque hacía bastante que no se difundían noticias sobre este lugar en la prensa, y que contrariamente a lo que suelen difundirse —malas noticias—, observó una realidad de cambio, con solo ingresar al predio.


Mujica visitó solo una parte del Polo Industrial que allí funciona, y dijo que los presidentes de vez en cuando no deben guiarse solo por informes, sino que deben guiarse por “sus ojos y orejas”.


Describió el lugar como “un conjunto de edificios hechos, en su mayoría, por los propios presos en un amplio predio cercado, dividido en muchas partes donde, a ojos vista, había mucha gente trabajando”.


Durante su permanencia en el centro Mujica conoció el funcionamiento de una herrería donde se fabrican herramientas y se han reparado antiguas máquinas que estaban arrumbadas, provenientes de la vieja cárcel de Punta Carretas. Hoy muchas de ellas están en uso.


También se refirió a un espacio donde fabrican ollas en serie de gruesa chapa de acero inoxidable, de todos los tamaños, sobre todo de gran tamaño para trabajo de escala industrial y garantidas por la calidad de los materiales utilizados.


Aludió a una sección de fabricación de hierro forjado, técnica que, indicó, se está perdiendo; una fábrica de cerchas con una máquina inventada allí que tensa las varillas para mejorar la calidad y la facilidad de la soldadura y abaratar costos; un taller de chapa y pintura, con una cámara cerrada para pintar; otro talles de embarcaciones de fibra de vidrio de todo tipo, que en este momento elabora botes deportivos para remo.


Asimismo, pudo apreciar una fábrica de cepillos de escoba, cuya materia prima son los desechos de botellas plásticas, cortadas en tiras y torneadas, que con calor se vuelven una fibra adecuada; una fábrica de palet a gran escala, que trabaja a ritmo industrial y coloca afuera sus pedidos; otra que hace pinturas que se consumen en todo el ámbito carcelario del país por bajo costo.


Mujica mencionó también una imprenta para la cual se remozaron viejas máquinas de la cárcel de Punta Carreras; una fábrica de bloques a gran escala que trabaja hacia el exterior; una carpintería de aluminio para fabricar aberturas de aluminio, que también trabaja para afuera.

Dijo que, si bien no pudo llegar a las actividades de chacra, observó cuadrillas que salen a readecuar algún edificio donado por el Banco de Previsión Social para alojamiento de presos que salen en libertad y no tienen un lugar donde vivir.


“Todos trabajan al estilo fábrica, con la vestimenta y el calzado adecuado, reciben una paga y un algo de esa paga va a un fondo para resarcir damnificados sociales por los delitos”.  Explicó que tienen en vista varios trabajos, “ofertaron hacer todas las aberturas y colocarlas para la escuela que desgraciadamente fue incendiada”.


Aseguró que esto que sucede en Santiago Vázquez tiene muchas ramificaciones y ocurre en otras unidades a escala distinta.


“Políticamente parecería que los uruguayos volvimos a descubrir la rueda y el agujero del mate. Porque esto lo hacía el país por 1940. Nosotros contemplamos la ruina y el abandono de esa política y después contemplamos el olvido, y después vivimos las cárceles pestilentes, el amontonamiento de carne humana, un camino irrecuperable en general, una expresión de la vergüenza de la sociedad. Por eso nada más útil para la sociedad que la gente trabaje y hay que seguir multiplicando esta política, porque solo el trabajo es capaz de dignificar, en parte, a la gente”, agregó.


Dijo que es un trabajo palpable, que no puede sostenerse en base a dádivas o subsidios. Debe ser eficaz por sí mismo y generador de recursos auténticos. “Me parece notable este cambio”.


Aseguró que esta unidad está cambiando sustantivamente, no solo en el hacinamiento, en múltiples cosas. “Uruguay debe continuar este trillo (…). Vi esperanza prudente contenida”, añadió.

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