Declaraciones en Foro de Juventud

Mujica: “No tenemos crisis con los jóvenes, sino que tenemos crisis civilizatoria”

El Presidente José Mujica cerró Foro Regional de Juventud e insistió en el valor de la vida y en la construcción de una civilización basada en el amor y el hogar. “No tenemos una crisis con los jóvenes, sino que tenemos una crisis civilizatoria que incluye a estos, a los viejos y al destino de la vida humana sobre la tierra”. Dijo que la felicidad no se cuantifica. Instó a no vivir para trabajar y a no sacrificar la libertad.

Presidente José Mujica con jóvenes en el foro regional

El Presidente de la República, José Mujica, presidió el acto de cierre del Foro Regional “Agenda de Desarrollo e Inversión Social en Juventud”, acompañado de la secretaria ejecutiva de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), Alicia Bárcenas; el secretario general Iberoamericano, Enrique Iglesias; el director ejecutivo del Fondo de Población de Naciones Unidas (UNFPA), Babatunde Osotimehin; el secretario general de la Organización Iberoamericana de la Juventud (OIJ), Alejo Ramírez y el ministro de Desarrollo Social, Daniel Olesker. También estuvieron el prosecretario de la Presidencia, Diego Cánepa, ministros y subsecretarios. La clausura fue presenciada por cientos de jóvenes y moderada por la periodista Claudia Palacios de Colombia.

El Presidente Mujica se refirió a los recursos disponibles para los jóvenes. Dijo que “hay mucho dinero pero está concentrado y hay mucho más egoísmo que dinero”. Aseguró que nadie le va a regalar nada a los jóvenes. “Los jóvenes en la historia humana se abrieron paso a los codazos. No son imberbes o niños, son adultos fuertes, pueden y deben”, enfatizó.

“Creo que no tenemos crisis con los jóvenes, tenemos crisis civilizatoria que es distinto, que incluye a estos, a los viejos y al destino de la vida humana sobre a tierra”, indicó Mujica, quien aclaró que el concepto de felicidad no se cuantifica.

También dijo: "los mayores quieren un mundo arregladito, donde los jóvenes trabajen muchas horas, paguen sus cuentas, se jubilen y mueran. ¿Será ese el destino del hombre? ¿O en las rebeldías y en las inconformidades juveniles aletea algo que no podemos definir, y tal vez un sentido de libertad y de civilización distinta? No lo tengo claro. Yo soy un viejo contestatario, pero ese mundo cuadradito y organizado como nosotros creemos me está pareciendo que no hace feliz a la gente. Yo pertenezco a una generación que tuvo causa y que vivió con causa su juventud, y queríamos cambiar el mundo. ¿Tiene sentido la vida, se puede sacrificar la vida, o la vida es un milagro tan hermoso que en sí para cada cual compone una causa y es luchar por vivirla?”.

Agregó que el hombre no puede mejorar a costa de perder la libertad, de esclavizarse con una rutina. “Nuestra civilización cristiana y occidental es un gigantesco fracaso porque transformó a la vida en una apelación para gastar, consumir y acumular y lo que está despilfarrando son horas de vida arriba del planeta. Creo que los jóvenes lo sienten porque necesitan tiempo libre, tiempo que no se cuantifica, tiempo para amar y es lo que menos tienen”. Les dijo a las nuevas generaciones que “no se dejen robar la juventud de adentro”.

Aseguró que es más sencillo cambiar las realidades materiales que los padrones culturales, “pero la libertad y el verdadero progreso está en los valores culturales que podamos tener, no en los bienes que nos rodean”. “Vamos andando en un proceso que lentamente se abre paso. No es sencillo. Tiene que ver un poco con la educación, con los prejuicios, con el cultivo de la tolerancia a la diversidad. El mundo se hace "inconvivible" si no somos capaces de tolerar aquello que es distinto o con lo que discrepamos. Es uno de los valores más difíciles de cultivar en el largo plazo”.

También aludió al machismo . “El mundo de la igualdad es el respeto de lo diverso”, agregó. “No hay cosa más linda en la juventud que el amor, y alguien a quien querer”. “La civilización se construye alrededor del amor, del hogar, del sentido de pertenencia, del respeto y del cultivo de la tolerancia. A veces el amor se acaba y hay que volver a empezar mientras se esté vivo. Ese es el mejor mensaje para sentirse joven y para respetar el contenido de la juventud”, concluyó.

Invertir en juventud
El ministro Olesker se refirió a la inversión en educación que realiza el país y el apoyo que brinda a sus jóvenes con distintos proyectos vinculados a educación, empleo y apoyo social, que comprende a unos 50 mil muchachos. De todas formas, las autoridades coincidieron en que no solo es un tema de dinero, que también se los debe apoyar con plataformas que les permitan ejecutar cambios.

Enrique Iglesias insistió en la necesidad de gastar mejor, de racionalizar el gasto, mejorar su calidad que es tanto más importante que la cantidad. Instó a invertir para romper con la sensación que algunos tienen de que “están sobrando en el mundo”.

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