Inferior al 6 %

Niveles de repetición en 2012 fueron los más bajos de la historia de la escuela pública

El Monitor Educativo —que mide la performance de la escuela pública mediante relevamiento de datos— revela que en 2012 se alcanzaron los valores mínimos de repetición de la historia de nuestro país (debajo del 6 %). En tanto, la asistencia a clase promedio fue de 162 días, uno más que en 2011 y siete más que en 2009. El abandono intermitente (niños que registran un mínimo de asistencia) sigue siendo del 1 %.

Niños en escuela pública

En entrevista con la Secretaría de Comunicación, el director general del Consejo de Educación Inicial y Primaria (CEIP), Héctor Florit, informó los principales indicadores resultantes del Monitor Educativo 2012, un instrumento de seguimiento del funcionamiento de la escuela pública que se realiza mediante un relevamiento de datos de cada una de las 2340 escuelas existentes en el país. El jerarca explicó que esta herramienta “permite tener una serie longitudinal de los últimos 12 o 13 años y una actualización de los principales indicadores”.

En cuanto a la repetición, 2012 fue el año de valores mínimos de repetición en la historia de la escuela pública. De primero a sexto la repetición cayó por debajo del 6 %. En primer año los niveles de repetición se ubican en los mínimos, en el orden del 13 %. En tanto, la asistencia fue de 162 días promedio, lo que significa un día más que en 2011, cuatro más que en 2010 y siete más que en 2009, lo que Florit definió como “una buena noticia”. 

La asistencia intermitente, es decir aquel grupo de niños que tiene mayor número de faltas, se mantiene sin avances. La cifra de asistencia irregular que alcanza un 6.6 % no tuvo mejoras (en 2011 fue 6.1 %). “Parecería que desde el punto de vista de la asiduidad hay un comportamiento dicotómico, mientras que la mayoría de los niños lograron incrementar el número de días de clase, hay un pequeño grupo que ya tenía comportamientos irregulares en su asistencia (faltaban más de 40 días) y que registró una tendencia al alza, si bien sigue siendo absolutamente minoritario”, reconoció. 


Por otra parte, el abandono intermitente, entendido como aquellos niños que registran un mínimo de asistencia (concurrieron menos de 70 días al año), no tuvo variaciones respecto a años anteriores, y se lo considera “un número marginal” (1 %). Esto en general se vincula con situaciones de movilidad territorial de niños que dejan un departamento o un barrio y se desplazan. 


Florit aclaró que en Primaria se utiliza el “abandono intermitente” como forma de medir la desvinculación, pero no se toma como indicador el abandono definitivo ni la deserción ya que se trata de situaciones absolutamente excepcionales. Aclaró que generalmente las familias “tienden a verse compelidas a reincorporarse, aunque sea por lapsos breves, a las instituciones educativas”. 
 
El monitor también evalúa la rotación docente, es decir, cuántos años permanece un docente en la misma escuela. Florit considera que “la continuidad de los equipos docentes en las mismas instituciones favorece y promueve mejores vínculos con las familias y con los barrios, mayores posibilidades de diseñar proyectos educativos compartidos por todos los integrantes de la comunidad, así como un conocimiento más directo de cada una de las familias y de los alumnos”. Esta dimensión —rotación docente— mantiene porcentajes altos. El 55 % de los maestros permanece como máximo dos años en la misma escuela. “De los indicadores que presenta el monitor, este es de los más preocupantes”, indicó. 
 

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