Con sede en el LATU
Con el Laboratorio de Muebles y Aberturas se podrán estudiar y controlar la seguridad y durabilidad de los muebles y aberturas de viviendas y edificios que se elaboren en el país, mucho de lo cual será para exportaciones.
En este lugar de ensayos, que abarca una superficie de 300 metros cuadrados en el Departamento Forestales del LATU (Laboratorio Tecnológico del Uruguay), trabaja un grupo capacitado de consultores y analistas, con equipos de última generación que posibilitan realizar análisis de acuerdo a la normativa nacional e internacional más exigente.
Ese equipamiento fue suministrado por acciones de cooperación de la Unión Europea con el Mercado Común del Sur (Mercosur), en el marco del proyecto Econormas Mercosur de apoyo a la profundización del proceso de integración económica y el desarrollo sostenible.
Los objetivos del laboratorio son contribuir a la mejora en la calidad de los productos y procesos de producción nacional, instaurar los conceptos de calidad y diseño como elementos diferenciadores nacionales para aumentar la competitividad y orientar la articulación entre diseñadores e industriales en el rubro muebles.
A ellos se agregan la incorporación de esta capacidad como apoyo al proceso de compras estatales, asistir al desarrollo de las medianas y pequeñas empresas, potenciar exportadores y quedar a la par en América en cuanto al desarrollo de normas de calidad a nivel internacional.
En el acto de inauguración, Kreimerman expresó que el desarrollo productivo es esencial dentro de la política industrial del país, “y este laboratorio permite generar capacidades y conocimientos que se incluirán en la cadena de valor”.
Agregó que la cadena maderera no es lineal, sino que tiene diversas ramificaciones que van desde el trabajo de la pulpa hasta el diseño y la fabricación de muebles.
“Los países dependen fundamentalmente de las ramas productivas que priorizan y con qué cadena productiva logran tener éxito, estabilidad económica e inserción internacional para atraer inversiones y generar puestos de trabajos calificados basados en una política integral estatal”, aseveró.
En ese orden, destacó el rol que cumplen el LATU y los diferentes Consejos Sectoriales en los que participan representantes de empresas, academias, trabajadores y el Gobierno nacional.
Kreimerman informó que “Uruguay tiene un millón de hectáreas plantadas con árboles, muchas de las cuales están dirigidas a la pulpa de celulosa y a la industrialización de la madera como tal”, por eso “ahora queremos desarrollar los muebles, que es otra parte de la cadena productiva de la madera”.
Por su parte, el presidente del LATU, Rodolfo Silveira, comentó que solo cuando vemos un camión cargado de madera en la ruta es que solemos recordar el sector forestal. Ahora, “a través de las funciones que cumplirá el laboratorio, también podemos comenzar a pensar en el desarrollo del sector de muebles”, apuntó.
“Por eso es un desafío a nuestra imaginación e inteligencia y una responsabilidad para generar recursos humanos calificados en el control y fabricación”, añadió.
Además de Kreimerman y Silveira, en el acto participaron el jefe de la Delegación de la Unión Europea en Uruguay, Juan Fernández Trigo, y una centena de invitados entre empresarios, académicos y diplomáticos.
Nuevo laboratorio de muebles y aberturas permite diversificar la producción maderera local
“Ahora queremos desarrollar los muebles y aberturas que son otra parte importante de la cadena maderera”, indicó el ministro de Industria, Energía y Minería, Roberto Kreirmerman, al inaugurar este miércoles en el LATU un laboratorio de desarrollo de esta actividad, que permitirá controlar la seguridad y durabilidad de los artículos fabricados en Uruguay. Actualmente existen más de un millón de hectáreas plantadas con árboles.

En este lugar de ensayos, que abarca una superficie de 300 metros cuadrados en el Departamento Forestales del LATU (Laboratorio Tecnológico del Uruguay), trabaja un grupo capacitado de consultores y analistas, con equipos de última generación que posibilitan realizar análisis de acuerdo a la normativa nacional e internacional más exigente.
Ese equipamiento fue suministrado por acciones de cooperación de la Unión Europea con el Mercado Común del Sur (Mercosur), en el marco del proyecto Econormas Mercosur de apoyo a la profundización del proceso de integración económica y el desarrollo sostenible.
Los objetivos del laboratorio son contribuir a la mejora en la calidad de los productos y procesos de producción nacional, instaurar los conceptos de calidad y diseño como elementos diferenciadores nacionales para aumentar la competitividad y orientar la articulación entre diseñadores e industriales en el rubro muebles.
A ellos se agregan la incorporación de esta capacidad como apoyo al proceso de compras estatales, asistir al desarrollo de las medianas y pequeñas empresas, potenciar exportadores y quedar a la par en América en cuanto al desarrollo de normas de calidad a nivel internacional.
En el acto de inauguración, Kreimerman expresó que el desarrollo productivo es esencial dentro de la política industrial del país, “y este laboratorio permite generar capacidades y conocimientos que se incluirán en la cadena de valor”.
Agregó que la cadena maderera no es lineal, sino que tiene diversas ramificaciones que van desde el trabajo de la pulpa hasta el diseño y la fabricación de muebles.
“Los países dependen fundamentalmente de las ramas productivas que priorizan y con qué cadena productiva logran tener éxito, estabilidad económica e inserción internacional para atraer inversiones y generar puestos de trabajos calificados basados en una política integral estatal”, aseveró.
En ese orden, destacó el rol que cumplen el LATU y los diferentes Consejos Sectoriales en los que participan representantes de empresas, academias, trabajadores y el Gobierno nacional.
Kreimerman informó que “Uruguay tiene un millón de hectáreas plantadas con árboles, muchas de las cuales están dirigidas a la pulpa de celulosa y a la industrialización de la madera como tal”, por eso “ahora queremos desarrollar los muebles, que es otra parte de la cadena productiva de la madera”.
Por su parte, el presidente del LATU, Rodolfo Silveira, comentó que solo cuando vemos un camión cargado de madera en la ruta es que solemos recordar el sector forestal. Ahora, “a través de las funciones que cumplirá el laboratorio, también podemos comenzar a pensar en el desarrollo del sector de muebles”, apuntó.
“Por eso es un desafío a nuestra imaginación e inteligencia y una responsabilidad para generar recursos humanos calificados en el control y fabricación”, añadió.
Además de Kreimerman y Silveira, en el acto participaron el jefe de la Delegación de la Unión Europea en Uruguay, Juan Fernández Trigo, y una centena de invitados entre empresarios, académicos y diplomáticos.