Mujica sobre atentados en Occidente

“El odio y el aplastamiento de ayer genera hoy resistencias fanáticas sin justificación”

Si bien no hay justificación, es necesario entender los motivos que llevan a grupos violentos del lejano y medio Oriente a cometer atentados en Occidente, advirtió el Presidente José Mujica. En su audición por M24 insistió en que “el odio, el dolor y el aplastamiento de ayer generó resistencias fanáticas” que “hoy tienen en vilo a los países centrales” e instó una vez más a ser tolerantes y a “aprender del dolor del otro”.

Presidente Mujica: "Ojalá tengamos serenidad para aprender con el dolor de otros”
El Presidente de la República, José Mujica, centró su atención este viernes, en parte de su alocución por la emisora M24, en la situación internacional en relación a amenazas y violencia variada, “sobre todo en el mundo rico, como los sucesos dolorosos de París”.

En ese sentido y como para explicar en forma práctica el mensaje que pretendía dar, Mujica relató una anécdota de su infancia, que definió como “la lección que un día le dio un gatito” que tenía en su casa, que con un “afinado sentido de ladronzuelo” se dedicaba pertinazmente a explotar cualquier descuido. Con el paso del tiempo, aquello se volvió inolvidable.

“El gato gozaba más con el arte de robar que con el oficio de andar ‘pedigüeñando’ que le dieran comida. Esto era constante. Un día, luego de alguna de sus naturales fechorías, yo —un niño grande— lo encerré en un cuartito y traté de azotarlo con la ilusión de corregirlo. Aquel animalito, al verse sin escape, se encrespó y terminó saltándome en la cara arañándome”, narró.

“Ese día me dio una lección: si tu acorralas a alguien, puedes terminar generando respuestas inusitadas en adversarios aparentemente débiles, pero que en última instancia sacan recursos como pueden de su propia debilidad”, sostuvo el mandatario uruguayo, quien sumó como ejemplo algunos comentarios de Napoleón Bonaparte, quien decía que cuando tenía una fortaleza sitiada, “lo menos costoso suele ser dejarles a sus defensores una ruta de escape”.

Mujica relacionó estos comentarios con los sangrientos atentados perpetrados contra potencias de Occidente por parte de grupos violentistas procedentes o instigados desde distintos países de Medio Oriente, Afganistán u otros.

“Hay hechos que son injustificables, pero de alguna manera hay que explicar el proceso ya generado, el porqué de la existencia de estos fanatismos que hoy nos estrujan”, apuntó.

“Los países centrales hoy están en vilo ante el peligro de actos de terror secundados por formas fanáticas”, como el ocurrido el 7 de este mes contra la revista parisina satírica Charlie Hebdo, donde murieron 12 personas.

Para entender un poco la reacción, instó a recordar la era de los Bush, en referencia a George padre, quien gobernó Estados Unidos de 1989 a 1993, y a su hijo, Gerge W, quien ocupó ese cargo de 2001 a 2009. Dos invasiones lideradas por Washington aplastaron a Iraq (1991 y 2003).

“Aun antes, se dio una guerra interminable fomentada por Occidente entre ese país e Irán (1980-1988)”, repasó.

También hay que consignar el interminable proceso de Afganistán, que terminó consolidando al grupo islamista radical Al Qaeda y al movimiento Talibán. “Tenemos que recordar los choques de África, el saqueo desmesurado de Libia, las famosas ‘primaveras árabes’ (levantamientos populares sucedidos desde 2010) terminadas en más de lo mismo o peor”, enumeró Mujica.

“Cuando millones de personas se sintieron aplastadas, al parecer es inevitable que surjan de ese aplastamiento resistencias fanáticas de carácter extremo que están presentes por aquí y por allá, particularmente en Europa”, indicó.

Mujica aseguró que estos fanatismos merecen rechazo y deben ser combatidos, pero se debe aprender la lección. “Fue demasiada la prepotencia, la imposición, el aplastamiento. Hay que encontrar la explicación de cómo en esta época puede florecer semejante odio fanático”, agregó.

“La guerra (civil) de Siria, interminable, envileciendo la historia del hombre, como queriendo emerger un Estado con características medievales. ¿Esto surgió por generación espontánea o es la culminación de un proceso fatídico de la prepotencia de Occidente?”, se preguntó el Presidente, mientras continuaba poniendo ejemplos de situaciones que generaron reacciones fanáticas.

“Deja un gusto amargo y una lección. Todos debemos aprender a convivir en un mundo que tiene cosas diferentes que no pueden ser sintetizables. Seguramente tenemos discrepancias, pero la convivencia del futuro del hombre significa una nueva religión: la de la tolerancia con el que es distinto”, sostuvo convencido Mujica.

“La democracia como credo no es perfecta, sino perfectible y mejorable, en evolución contante”, dijo el mandatario, para luego insistir en la necesidad de luchar para que la tolerancia sea moneda corriente en las nuevas generaciones.

“Esto, aislado, parece de locos o que no tiene sentido en el mundo contemporáneo. Pero es el odio, el dolor y el aplastamiento de ayer lo que generó estas resistencias de carácter fanático no transaccionales”, puntualizó.

“Si bien no tiene justificación, es bueno explicárselo para aprender un camino de futuro. Ojalá tengamos serenidad para aprender con el dolor de otros”, insistó.

Enlaces relacionados

Audios