A instancias de Uruguay

OEA promueve enfoque de derechos humanos ante problemática internacional de drogas

El compromiso de buscar soluciones efectivas al problema de las drogas con un enfoque integral, equilibrado y multidisciplinario y respeto a los derechos humanos y libertades fundamentales es uno de los puntos centrales de la resolución adoptada por la 44ª Asamblea General de la Organización de Estados Americanos. El representante de Uruguay, Milton Romani, destacó la incidencia de nuestro país para definir esta política.

44ª Asamblea General de la Organización de Estados Americanos

La resolución sobre “derechos humanos y drogas; en la búsqueda de nuevos enfoques y soluciones”  fue promovida por Uruguay a través de su representante permanente en ese organismo internacional, Milton Romani. La iniciativa fue copatrocinada por Argentina; apoyada por Ecuador, México, Colombia y Guatemala y aprobada por unanimidad.


En dicha resolución se afirma que las libertades fundamentales están directamente relacionadas con el derecho a vivir con dignidad, por lo que tienen como fin promover el bienestar, la inclusión social, el acceso a la justicia, a la educación y a la salud, así como impulsar acciones preventivas para hacer frente a la delincuencia organizada transnacional y fortalecer a las instituciones democráticas.


La Organización de Estados Americanos (OEA) reafirma que las políticas ante la problemática drogas deben contener una perspectiva transversal de derechos humanos y asegurar el cumplimiento de las obligaciones de las partes conforme al derecho internacional. También enfatiza la importancia de que sean diseñadas e implementadas con enfoque de género, con el fin de promover el bienestar de la persona, su acceso a la justicia y a la salud, entre otros.


Según establece el texto aprobado, las políticas de drogas deben ser desarrolladas con el pleno respeto de las leyes nacionales y el derecho internacional, incluyendo el debido proceso y el estricto respecto por los derechos humanos.


Asimismo, la OEA insta a los Estados a que cumplan plenamente sus obligaciones de conformidad con el derecho internacional aplicable en lo referente a la prohibición de tratos o penas crueles, inhumanas o degradantes. Destaca en particular la absoluta prohibición de la tortura mediante la Convención Interamericana para Prevenir y Sancionar la Tortura.


Por otra parte, también solicitó a la Comisión Interamericana de Mujeres (CIM) que continúe prestando atención a los efectos que deriven de las políticas para enfrentar el problema mundial de las drogas para los derechos de la mujer.


Del mismo modo, solicitó a las secretarías ejecutivas de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, de la Comisión Interamericana de Mujeres y de la Comisión Interamericana para el Control del Abuso de Drogas (CICAD), así como de otras áreas pertinentes de la OEA, que establezcan y fortalezcan su colaboración permanente, incluso en lo referente a la promoción y protección de los derechos humanos y las libertades fundamentales, los derechos de las mujeres.


En lo que respecta a la adopción de medidas, Uruguay promovió además otros cuatro proyectos de resolución finalmente aprobados por el pleno de la Asamblea General : "Prevención y reducción de la apátrida y protección de las personas apátridas en las Américas" (ad referéndum de Paraguay); "acciones contra la tortura y otros tratos o penas crueles inhumanos o degradantes"; "prevención y erradicación de la explotación sexual, tráfico y trata de niños, niñas y adolescentes; y una cuarta declaración sobre "violencia y explotación contra la niñez".


En la 44ª Asamblea General de la OEA, realizada el 5 de junio en Paraguay, Uruguay también copatrocinó y acompañó una serie de otros proyectos vinculados a derechos humanos que resultaron posteriormente aprobados.