Plan de adaptación de agricultura uruguaya preparará cuatro líneas de acción para afrontar los efectos del cambio climático
El plan nacional de adaptación NAP Agro atiende los principales desafíos del cambio climático para la actividad agropecuaria. Desde 2016 trabaja en el análisis de escenarios en la materia dentro de 20 y 50 años y propone cuatro líneas de acción, que serán presentadas en el segundo semestre del año, sobre producción sostenible, protección de ecosistemas, fortalecimiento institucional y organizaciones de productores.

El coordinador de la Unidad de Sostenibilidad y Cambio Climático, del Ministerio de Ganadería, Agricultura y Pesca, Walter Oyhantçabal, informó que es esperable que las temperaturas máximas y mínimas aumenten significativamente en los próximos 50 años, así como también se espera un incremento en las precipitaciones. Por ello, enfatizó la importancia de la adaptación, eje estratégico que ese ministerio definió como prioritario en 2010.
El jerarca relató a la Secretaría de Comunicación Institucional que la formulación del NAP Agro comenzó en 2016 y se elaboró un diagnóstico a través de talleres participativos, junto con 300 actores vinculados al sector agropecuario. Se realizaron nueve talleres sectoriales sobre producción agropecuaria, ganadera, forestal, pesca artesanal, hortifrutícola, lechería y arroz. También se realizaron dos talleres transversales sobre agricultura familiar y mujeres rurales.
Agregó que el plan se presentará en el segundo semestre de 2019, trabajará hacia 2050 y definirá acciones específicas a 2025 en cuatro líneas estratégicas: sistemas de producción sostenible, fortalecimiento de ecosistemas, los productores y sus organizaciones y el fortalecimiento interinstitucional para atender estos cambios.
El plan nacional de adaptación NAP Agro es liderado por el Ministerio de Ganadería, Agricultura y Pesca y cuenta con financiamiento de la cartera de Ambiente del Gobierno de Alemania, con un fondo de 700.000 dólares gestionado por el Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo y la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura.
Este plan forma parte de un proyecto que se replica al mismo tiempo en otros 10 países de África, Asia y América.