25 años de funcionamiento

Plan CAIF atiende a más de 45.000 niños y sus familias para evitar vulnerabilidad social

En una modalidad de trabajo mixta, Estado asociaciones civiles, el Plan CAIF trabaja desde hace 25 años en la atención de miles de niños y sus familias, sobre todo en contextos de vulnerabilidad social. Trabaja en dos áreas: Educación Inicial y Estimulación Oportuna. Además del rol educativo, cada centro ofrece alimentación y atención pedagógica. Para ello, cada CAIF dispone de un equipo interdisciplinario.

Niños en un Centro CAIF

En entrevista con la Secretaría de Comunicación, la directora del Plan Centros de Atención Integral a la Infancia y la Familia (CAIF), Susana Mara, hizo referencia al funcionamiento de los centros y a la gestión de una iniciativa que cumple 25 años en la sociedad uruguaya. 


Recordó que esta política de Estado trabaja en forma mixta, es decir, con representación del Estado y las asociaciones civiles, en beneficio de más de 45 mil niños de cero a tres años y sus respectivas familias, con prioridad en aquellas que se encuentran en situación de mayor vulnerabilidad social. El Estado es responsable de la rectoría, a través del Instituto del Niño y el Adolescente del Uruguay (INAU). En tanto, las asociaciones civiles gestionan en forma honoraria los centros, con los recursos que el Estado les otorga, y deben hacerse cargo de la atención y nutrición de los niños, así como de los aspectos pedagógicos y de estimulación. “Es una política integral donde se trabaja con los niños y con sus familias, porque nunca se puede hablar solo de los niños cuando se trata de menores de tres años”, aseguró Mara.

Modalidades y recursos humanos
Mara explicó que las diferencias entre CAIF urbanos y rurales, dependen de la necesidad existente en cada lugar, y allí se ejecutan dos programas: “Estimulación Oportuna” para niños de cero a dos años (modalidad semanal), y “Educación Inicial” de dos y tres años (modalidad diaria con atención de cuatro, seis u ocho horas). Estimulación Oportuna implica la realización de actividades con las familias, fundamentalmente con las madres, mediante énfasis en las buenas prácticas de crianza, aspectos de género y la promoción de la no violencia.

Cada CAIF dispone de un equipo de educadores, maestros especializados en educación inicial, asistente social, psicólogo y psicomotricista. “Es un equipo interdisciplinario que trabaja tanto en el centro, como en la comunidad, ya que en estas zonas de tanta vulnerabilidad muchas veces es necesario concurrir al hogar porque la familia por sí sola no se acerca al centro. En otros casos hay que seguir trabajando un tiempo en el hogar para promover el proceso de socialización”, indicó la especialista. 

Mara explicó que tanto los integrantes de la asociación civil como los equipos se capacitan en forma permanente para trabajar en la mejora de la atención y educación de los niños más pequeños, así como en su nutrición. “En cada centro se realizan evaluaciones sobre el desarrollo del niño, cómo ingresa y cómo va evolucionando a partir del trabajo y desarrollo natural de cada uno”. Asimismo el plan cuenta con evaluaciones internas (realizadas por funcionarios) y externas (a través de instituciones contratadas por el plan).

El INAU invierte recursos para el funcionamiento diario de los centros; destina unos 1600 dólares por niño por año.

Convenios
"El plan tiene la característica de ser intersectorial, ya que es complejo llevar adelante una política desde un solo lugar del Estado", explicó Mara, quien recordó que se trabaja en convenio con distintas instituciones públicas. Una de ellas, el Instituto Nacional de Alimentación (INDA), invierte en la alimentación de los niños. La asociación civil compra los víveres asesorada por el INDA y luego, con el grupo interdisciplinario, se definen los menús.

Recientemente se firmó un convenio con ANTEL, la empresa se encargará de instalar computadoras para capacitar a las familias. Asimismo, el Ministerio de Salud Pública (MSP) y la Administración de los Servicios de Salud del Estado (ASSE) rubricaron un acuerdo con el plan, que permite las denominadas “Salas de Encuentro”, donde se capta a las madres embarazadas. “Los equipos y la sociedad civil conocen la comunidad y se enteran de familias donde hay una mamá embarazada, en muchos casos jóvenes adolescentes. El equipo concurre a la policlínica donde esta se atiende y si no se controla, se trabaja para que lo haga”. En esas salas de encuentro se  trata de acercar a la familia.
 
Inversión para el futuro
Mara recordó que los primeros años son parte de “un período vital de la vida, en que todas las acciones que se completen y las que no, repercutirán en el futuro. En el primer tiempo de vida el cerebro continúa desarrollándose, por ende, los estímulos que reciba y la crianza son fundamentales”. Entiende que esto es aún más importante, si se recuerda que año a año nacen muy pocos niños en Uruguay, lo que supone cuidar a cada uno, ofreciéndole las mejores condiciones de vida. 

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