“Yo ahorro”

Plan del BHU capta miles de clientes y promueve cultura de ahorro

El programa “Yo ahorro” del BHU registró 22.818 adherentes entre junio de 2011 y octubre de 2013. El vicepresidente de la entidad, Fernando Antía, destacó que este sistema ayuda a quienes tienen poco dinero para la entrega, pues posibilita al cliente reducir el monto del ahorro previo exigido para la compra de vivienda tras cumplir dos años de antigüedad y cierta regularidad en los depósitos.

Logo de programa "Yo ahorro" del Banco Hipotecario del Uruguay"

“Yo ahorro” sucedió en junio de 2011 a un sistema en vigencia desde 2009 que, en rigor, no tuvo demasiada difusión. “El gran empuje se produce con el lanzamiento de este plan, que fue muy bien recibido, como lo demuestra el hecho de que al 31 de diciembre de 2011 ya había 11.346 nuevas cuentas abiertas”, informó Antía, actualmente en ejercicio de la presidencia del BHU (Banco Hipotecario del Uruguay).


El último registro oficial, correspondiente al 31 de octubre de 2013, indica que había 22.818 cuentas, una muestra de que es un mecanismo de estimulación de ahorro para la vivienda, agregó el directivo en diálogo con la Secretaría de Comunicación.


Para acceder a una cuenta “Yo ahorro” se debe realizar un depósito inicial de 4 mil unidades indexadas (UI), cuya cotización actual es de 2,7398 pesos, y luego hacer depósitos de 750 UI por mes, es decir poco más de 2 mil pesos.


El beneficio de tener esta cuenta se traduce en un salto en la escala en la calificación del cliente para acceder a un determinado porcentaje del valor de la vivienda como crédito. “Hay tres categorías: normal, media y alta. En definitiva los ahorristas de este programa logran, dependiendo de la escala en la que estén, saltar a la superior. Eso lo logran todos”, aseguró.


Los que están en la categoría alta, es decir que pueden obtener un financiamiento de hasta 80 % del valor de la vivienda, pueden llegar hasta 90 % del valor de la misma y, en consecuencia, reducir el esfuerzo del desembolso inicial, que muchas veces es el obstáculo mayor para las familias.


El ahorrista puede usufructuar el beneficio de “Yo ahorro” cuando, al cabo de 24 meses, se realizaron al menos 18 depósitos mensuales, de modo de asegurar cierta “fidelidad” y persistencia en la voluntad de ahorro. 


Antía evaluó como “muy buena” la recepción del sistema, producto también de intensos esfuerzos de difusión en momentos puntuales, como cuando pagan los aguinaldos, tratando de que ese dinero se vuelque al ahorro en lugar de al consumo.


Añadió que, en líneas generales, los clientes cumplen con la frecuencia exigida de depósitos. De las 22.818 cuentas existentes en octubre pasado, 7.079 cumplían con los requisitos para obtener el crédito.


En cuanto a la distribución por tramo de edades, Antía informó que los más jóvenes son los que tienen mayor predisposición a hacer el esfuerzo de ahorro.


El 23 % de los titulares de las cuentas vigentes tienen menos de 25 años de edad y el 46 % entre 26 y 35. “Eso muestra un impacto importante en la población joven, que es la que busca independizarse o iniciar una vida en pareja y, a la par, ‘huir’ de alguna forma de los alquileres que son muy altos”, relató.


A partir de los retiros de las cuentas “Yo ahorro” se puede inferir que son varios los que están empezando a optar por la compra de vivienda, más allá de los que hayan preferido cerrarla, lo cual implica la pérdida de los beneficios asociados.


“Hay una movilidad fuerte de clientes que van realizando retiros, porque fueron acumulando un fondo de ahorro que lo requieren para adquirir su casa”, insistió.


Antía explicó que se mantiene el firme propósito de continuar en esta línea de captación de ahorristas, que además estimula la voluntad de ahorro de la gente y se convierte en un puente para quienes, aunque puedan pagar un alquiler relativamente alto, no logran acceder a una vivienda propia porque no tienen capacidad de constituir el ahorro inicial y luego pagar la cuota en lugar del alquiler, que en muchos casos sería inferior.


También es un instrumento útil para el Banco, porque se convierte en un fondeo estable que le da recursos para mantener sus programas de expansión del crédito.

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