Ministro Mario Bergara

“La posición fiscal que va a recibir el próximo gobierno es absolutamente sustentable”

El próximo gobierno uruguayo no tendría ninguna necesidad de hacer un ajuste fiscal, aseguró el ministro de Economía, Mario Bergara, quien dijo no creer en la miopía” del uso de esta herramienta “sino en la coherencia, la prevención, en la visión estratégica del manejo de las cuentas públicas”. “Tampoco creemos que esa sea la vía para combatir la inflación, una de las principales preocupaciones en el corto plazo”, añadió.

Ministro de Economía y Finanzas, Mario Bergara
Bergara, en entrevista concedida a la Secretaría de Comunicación, señaló que las políticas públicas aplicadas en los últimos nueve años han seguido una lógica general de responsabilidad fiscal.

“Los resultados han sido una de las políticas fiscales más prudentes de la historia moderna de Uruguay”, afirmó. Agregó que la contracara del déficit que puede tener Uruguay es el endeudamiento neto.

“Ingresos menos gastos es un componente que tengo que financiar, por lo tanto, la deuda neta resume si estamos o no en una trayectoria que los economistas llamamos sostenible en el largo plazo”, apuntó.

Por otra parte, el ministro de Economía y Finanzas indicó que los últimos años fueron excepcionales en cuanto a las necesidades enormes de inversión social y en infraestructura que hubo que concretar.

“Esos no son niveles de inversión que uno necesariamente pueda repetir todos los años, está lejos de ser un ajuste fiscal, es más bien entender que los procesos de inversión tienen sus tiempos y que es mejor hacerlos cuando las tasas de interés en el mundo están por el suelo”, señaló.

Bergara explicó “que hay años donde uno tiene que invertir más; hay inversiones que no se pueden subdividir en cinco, seis o siete años y son cuantiosas que, cuando se registran en las cuentas fiscales, pueden implicar un déficit un poco mayor un año o dos años”.

Puntualizó en tal sentido que resultó necesario concretar inversiones realizadas por las empresas públicas, por ejemplo, para transformar la matriz energética del país, las telecomunicaciones y la infraestructura en general.

Consideró que también hubo que realizar una enrome inversión social.

“El país estaba en una situación desastrosa en 2004 y hubo que invertir en políticas sociales, en infraestructura y en todo un conjunto de cosas más para ponernos a tiro y aprovechar el crecimiento económico así como para generar una buena infraestructura física y social para seguir creciendo”, detalló.

En otro tramo de la entrevista, el funcionario enfatizó que “de ninguna manera” hay que plantearse temas como un ajuste fiscal para el próximo gobierno.

“La posición fiscal que va a tomar el próximo gobierno es absolutamente sustentable. Por lo tanto, el concepto mismo de ajuste fiscal está afuera de nuestro menú”, puntualizó.

El ministro manifestó su discrepancia radical con lo manifestado por los partidos de oposición en cuanto a la necesidad de hacer un ajuste fiscal para contener la inflación.

Es equivocado reducir la situación fiscal al déficit, observó. “Cuando uno está agobiado por las deudas, crece poco, produce poco, tiene un desempleo enorme, ahí hay que apretarse el cinturón. Eso es lo que hicimos en 2005, 2006, 2007 para reducir riesgos, mitigar vulnerabilidades y generar una perspectiva distinta, pero hoy no estamos en esa situación”, enfatizó.

“No es lo mismo tener 3 % de déficit fiscal en la situación en la que estábamos en 2005 que hoy cuando el país debe mucho menos, crece mucho más y tiene otro panorama y otras necesidades en materia de infraestructura y capital humano”, sentenció.

“Solo comparar cómo evoluciona una variable como el déficit fiscal en el tiempo es totalmente insuficiente para evaluar una política fiscal” agregó.

“Hay que apretar más la parte fiscal en los momentos en que debe hacerlo, pero también hay que aflojar un poco en el momento en que puede hacerlo y eso es un poco la evolución de 2005 a la fecha”, abundó.

Para el titular de Economía y Finanzas, en la actualidad no tiene sentido plantearse la situación de altos superávit primarios como había la necesidad de hacerlo en 2005.

“En 2005 y 2006 necesitábamos superávit primarios de 3 % o 4 % del producto, pero hoy eso no hace falta gracias a la sustentabilidad de las cuentas públicas”, recordó.

“Teníamos que bajar la deuda neta en esos años (que significaba 70 % del PIB) y, por lo tanto, había que ser muy prudente en la cuestión fiscal, pero hoy podemos estar más holgados en la parte fiscal sin cuestionar la sustentabilidad y la estabilidad de la deuda neta (que es solo 23 % del PIB)”, explicó.

Ver transcripción de la entrevista

 

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