“Regulación del mercado de marihuana permitiría sacar adictos de garras del narcotráfico"
El Presidente José Mujica sostuvo, este martes, durante su audición de radio Uruguay, que la sociedad uruguaya está “anestesiada” y no puede ver el enorme enemigo que tiene delante —refiriéndose al narcotráfico—. Insistió en la necesidad de regular un cierto nivel de venta del mercado de la marihuana para “sacarlo de las sombras” e identificar a los adictos; también recomendó tratamiento en casos de consumo excesivo.

Mujica se mostró partidario de “empezar por dividir el mercado de venta de drogas, separando la marihuana hacia un costado, no legalizándola, sino regulando un cierto nivel de venta que permita identificar a los adictos y eventualmente, cuando tengan un consumo excesivo, tratarlos”.
El mandatario afirmó que las sociedades víctimas del narcotráfico, que utilizan métodos de corrupción e intimidación para comprar o conseguir protección jurídica y política producen un “efecto anestésico” en la sociedad.
Narcotráfico en Colombia y México
Mujica comenzó mencionando el caso de Colombia y su batalla de la década de 1980 contra los cárteles de Medellín y Cartagena, también se refirió a un libro del expresidente colombiano Ernesto Samper, titulado Drogas, prohibición o legalización, una nueva propuesta.
“Cuando grandes cárteles desafiaron abiertamente a las fuerzas públicas, periodistas, organismos de control, intelectuales independientes y políticos, nadie podía considerarse a salvo de sicarios suicidas o cheques corruptores de cuentas bancarias escondidas”, dijo el mandatario, que también recordó el caso del asesinato del candidato presidencial Luis Carlos Galán, que conmocionó a la sociedad colombiana.
Mujica recomendó el libro de Samper como cita de alguien que ha vivenciado experiencias ante la problemática en cuestión. “En el transcurso de este libro, analiza y compara lo que pasó en Colombia con lo que está pasando en México y con el dolor de las maras que cubren a varios países centroamericanos”, sostuvo. También consideró que el fenómeno del narcotráfico es mucho peor que la drogadicción.
“Dicen que el desmantelamiento de los cárteles no acabó con el narcotráfico; ese desafío parece renacer hoy con la aparición de una nueva generación de pequeños cárteles, invisibles y apoyados por bandas criminales urbanas que como los viejos cárteles buscan poner al Estado al servicio de sus intereses por las buenas o por las malas”, agregó, insistiendo en ese este caso en la problemática que afecta a México.
Anestesiados
A partir de este contexto internacional, Mujica valoró que "los uruguayos estamos padeciendo una anestesia”. “Cada tres presos, uno está ligado a fenómenos de drogadicción o narcotráfico; han aparecido en Uruguay cosas que no existían; el ajuste de cuentas, porque en las cuentas del tráfico de drogas cuando no se paga, se recibe plomo”.
"Se va procesando una multiplicación de la violencia en el seno de nuestra sociedad —continuó reflexionando— pero también la aparición de una valoración de la vida, prácticamente, que parece definir que la vida hay que vivirla hoy y en el mañana estamos condenados".
Mujica insistió en que no defiende ninguna clase de drogadicción, ni al tabaco, a la marihuana o al alcohol. “Nada, pero hay que reconocer, por encima de esa desgracia, la existencia de un mercado que existe y se mueve en las sombras”. "Los hechos demuestran que para avanzar en este tipo de negocio hay que ir captando parte de los adictos para volverlos traficantes y que lo difundan”, indicó.
“Por eso hemos sostenido y sostenemos que por encima de la drogadicción el gran fragelo que nos amenaza es la proliferación de las actividades de narcotráfico y nuestro punto de vista es ensayar una regulación de ese mercado, ya que ese mercado existe; los consumidores de marihuana sometidos a comprarla terminan subiendo la escalera de la drogadicción y si la marihuana no es buena, menos lo son los otros escalones que tiene la drogadicción”, agregó.
"Por ello —insistió— hemos planteado la idea de sacar de las sombras ese comercio y encontrar un mecanismo legal de vender racionalmente una cierta ración mensual, y cuando detectamos una tendencia a un consumo excesivo, recomendar métodos curativos".
También refexionó: “Para todo esto habría que empezar a ver esto como una activad normal, pero ello necesitaría una gigantesca voluntad política de ensayar un camino distinto del que se ha venido practicando durante los últimos 80 años". “No es sencillo, por eso vuelvo a las páginas de esta obra donde se dice que las sociedades víctimas de fenómenos del narcotráfico están como anestesiadas”.
Para concluir, expresó: “En Uruguay nos está pasando eso, y no vemos la enorme dimensión del enemigo que tenemos por delante. Pediría que la gente busque los métodos de informarse sobre lo que está pasando en este mundo”, concluyó el mandatario.