Balance 2005-2014

Salto Grande invirtió 64 millones de dólares en modernización, gestión y transparencia

El complejo hidroeléctrico de Salto Grande genera para Uruguay 4,3 millones de megavatios/hora anuales de promedio y en sus 34 años de vida sumó 142 millones, lo cual equivale a utilizar 83 millones de barriles de petróleo y con ello evitar costos y contaminación. En la actualidad cubre 48 % de la demanda eléctrica del país y sus autoridades se proponen modernizarlo, mejorar la gestión y ampliar el vínculo con la comunidad.

Represa de Salto Grande
La gestión de la delegación de Uruguay desde 2005 en la Comisión Técnico Mixta de la Hidroeléctrica Salto Grande, el complejo compartido en partes iguales con Argentina, se basa en tres pilares: la inversión, la transparencia y el vínculo con la comunidad.

Salto Grande es la primera interconexión de gran porte de energía eléctrica en América que existe entre dos países, porque puede intercambiar hasta 2.000 megavatios.

En cuanto a la inversión, las acciones se enfocaron en mantener y mejorar el sistema que integra la central de generación y el cuadrilátero de interconexión, ya que el complejo no solo produce energía sino que también es responsable de transmitirla, dijo el presidente de la delegación uruguaya, Gabriel Rodríguez, al hacer un breve balance de los últimos 10 años de gestión y los planes de futuro, en entrevista con la Secretaría de Comunicación.

En la cuenca del río Uruguay, aguas arriba de Salto Grande, hay más de 70 estaciones hidrometeorológicas, que actualmente se encuentra en renovación.

Estos centros son los que brindan la información sobre lluvias, caudales y pronósticos para que los técnicos de Salto Grande analicen y elaboren sus programas de generación de energía.

Rodríguez informó que en 2015 culminará un acuerdo de cooperación no reembolsable con el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) para realizar un estudio integral del estado de situación de la represa, que permitirá elaborar un plan de inversiones a largo plazo.

Ese estudio quedará a disposición de los próximos gobiernos de ambos países para mantener, mejorar y repotenciar la hidroeléctrica.

En los últimos 10 años se invirtieron 64 millones de dólares --50 % por cada país—para renovar la infraestructura, modernizar los equipamientos e incorporar programas informáticos, en sustitución de otros ya obsoletos que no permitían cruzar datos, y también se instalaron sistemas de información relacionados a la gestión hidrológica.

Además se realizaron inversiones en infraestructura edilicia, depósitos para materiales peligrosos, maquinaria vial de porte, se reacondicionó la infraestructura edilicia y se construyeron dos edificios nuevos donde se instalaron las oficinas, explicó Rodríguez.

En el balance histórico, Salto Grande suministra a Uruguay una energía media anual de 4,3 millones de megavatios/hora, con un total de 142 millones en los 34 años de vida. En particular en 2013, cuando Uruguay logró autoabastecerse de electricidad, entregó a la red uruguaya de UTE el 48 % de la demanda de ese servicio del país, que se ubicó entonces en más de 10 millones de megavatios.

Rodríguez explicó que hay meses en los que Salto Grande cubre hasta 70% de la demanda de electricidad y otros en que está por debajo de 40 %. Si no existiera ese complejo, Uruguay habría necesitado en los últimos 10 años 83 millones de barriles de petróleo, con el consecuente gasto millonario en dólares y la emisión de toneladas de dióxido de carbono, uno de los principales causante del efecto invernadero.

“Hay muchos beneficios que demuestran la importancia de Salto Grande para Uruguay”, enfatizó.

“Energía no va a faltar”
Rodríguez sostuvo que, a medida que el tiempo avanza, el consumo aumenta a razón de 4 % anual. Sin embargo, la producción eléctrica de la represa está topeada por sus capacidades de generación, aunque no haya ausencia de lluvias y el río Uruguay mantenga un nivel adecuado.

Ante la diversificación de la matriz energética, es razonable esperar que la incidencia de Salto Grande vaya disminuyendo con el paso del tiempo, aunque entrarán a jugar otros factores, advirtió.

Por ejemplo, si el estudio con el BID sobre Salto Grande concluye en que hay que repotenciarla, los gobiernos de Argentina y Uruguay deberán evaluar si ello es conveniente.

No obstante, Rodríguez aseguró que frente al ingreso de los aerogeneradores eólicos, la planta regasificadora y la interconexión eléctrica con Brasil, habrá distintos roles que se asignen a cada una de las generadoras de energía para asegurar el abastecimiento.

“Lo que es seguro es que energía no va a faltar de aquí a unos años por delante en Uruguay”, observó.

En cuanto a la transparencia, ésta se trabaja a través de la gestión de los recursos humanos mediante la renovación de la plantilla de funcionarios por estricto concurso.

Se realizaron más de 130 concursos desde 2007 a la fecha, presentándose más de 2.500 postulantes e ingresaron unas 150 personas. Actualmente hay más de 240 empleados en la delegación uruguaya, con una edad promedio de 48 años. Cada puesto y cada vacante que se produce se completan mediante un concurso muy selectivo.