Secretaría de Inteligencia trabaja sobre datos y en base a información debidamente elaborada

La Secretaría de Inteligencia Estratégica (SIEE) se incorporó al Consejo de Defensa Nacional (Codena), integrado por el presidente de la República y los ministerios de Defensa, Interior, Relaciones Exteriores y Economía y Finanzas. El cometido del organismo es analizar, procesar y asesorar a las autoridades en el marco y al servicio del Estado de derecho, explicó su director Álvaro Garcé, quien fue designado por el mandatario.

Álvaro Garcé

En entrevista con Comunicación Presidencia, Garcé agregó que la tarea de inteligencia comprende la obtención, análisis, procesamiento y, eventualmente, difusión de datos e información relevante que fundamente con evidencias la posterior toma de decisiones para la obtención de los objetivos nacionales. Durante el último año la SIEE trabajó en temas vinculados con el crimen organizado, como la trata de personas y el narcotráfico, ejemplificó el jerarca.

Consideró que el desafío para este quinquenio de Gobierno (2020-2025) es trabajar en una inteligencia moderna, democrática, al servicio y comprometida con el Estado de derecho. “El Uruguay tiene un gran desafío, que es hacer que el Sistema Nacional de Inteligencia del Estado, creado por la ley 19.696, en 2018, funcione cada día mejor e implique un intercambio profundo y sincero de la información en bien del Estado y la población”, dijo.

“Pretendo que los organismos estatales trabajen en sinergia, para lograr la mejor inteligencia posible no para el Gobierno ni para un partido político, sino para el Estado en su totalidad”, complementó.

“La inteligencia es trabajar sobre datos y sobre información debidamente elaborada; mientras que el espionaje implica una actividad que va más allá de los límites que la Constitución y la ley marcan y que pueden implicar peligrosamente un avance sobre los derechos y las libertades individuales”, subrayó.

También sostuvo que, para la función de inteligencia, la cooperación internacional es clave. Dicha cooperación requiere un intercambio de información a tiempo con las agencias de Inteligencia de otros países y, que, en ese sentido, la tarea es comparable con la actividad bancaria, porque se basa en la confianza. "No se puede hacer inteligencia si uno no tiene interlocutores que confíen en uno, en la veracidad de los datos, en la calidad de la información que proporciona", expresó. Del mismo modo, destacó la importancia de que confíen en la responsabilidad y en el manejo de la información que otorgan a la SIEE.

Sobre la historia de la inteligencia en lo que respecta al Estado en los últimos años, Álvaro Garcé enumeró la creación legal de la Oficina Coordinadora de los Servicios de Inteligencia, por el artículo 59 de la ley nro. 17.930 (año 2005), habiéndose nombrado el primer Coordinador de Inteligencia en 2010. En 2018 se votó en el Parlamento la Ley de Inteligencia, que creó el Sistema Nacional de Inteligencia del Estado y la SIEE, que funciona en el piso 10 de Torre Ejecutiva.

Garcé añadió que la ley de urgente consideración (LUC) modificó algunos aspectos de la Ley de Inteligencia, dando a la SIEE la posibilidad de dirigir –y no sólo coordinar- las actividades de Inteligencia del Estado. Además, según indicó, la LUC introdujo la posibilidad de declarar como secreta la información que brindan las agencias extranjeras de Inteligencia, con las que Uruguay mantiene intercambio. Sin embargo, esta posibilidad es limitada."No cualquier información puede ser declarada secreta, muchos menos información que refiere a temas de derechos humanos", concluyó el director.

 

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