Hospitalidad en el ingreso y sostén

Secundaria implementará modelo de acompañamiento para alumnos que comienzan el liceo

La titular de Secundaria, Celsa Puente, anunció un modelo de acompañamiento para un mejor ingreso a la enseñanza media en todo el país. El plan contempla tres etapas: los últimos días de la escuela, vacaciones y los primeros 15 días en el liceo. La prioridad es potenciar lo adquirido en Primaria y descubrir habilidades para un desempeño de calidad, sumado a un sistema de tutorías para mantener la proximidad.

Directora general de Secundaria, Celsa Puente

En entrevista con la Secretaría de Comunicación, la directora general del Consejo de Educación Secundaria (CES), Celsa Puente, se refirió al trabajo de articulación con el Consejo de Educación Inicial y Primaria (CEIP) para la mejora de las trayectorias de los alumnos de 1° año de liceo. Explicó que la idea es aprovechar las lecciones que el programa Tránsito entre Ciclos Educativos dejó a lo largo de su existencia.

“Tránsito trabajó con el grupo más vulnerables (perteneciente a las Escuelas Aprender), pero ahora nosotros tenemos el desafío de que esas lecciones se apliquen a la totalidad del universo de niños que egresan de la escuela e ingresan a educación secundaria”, relató.

El nuevo diseño, producto de un extenso debate que las autoridades del Consejo de Educación Secundaria llevaron a cabo, no es un plan piloto y se concretará en los 255 liceos que funcionan en el país, específicamente enfocado a alumnos que ingresan a 1° año e implica un trabajo en etapas.

La primera etapa es la vinculada al último semestre de trabajo en la escuela (6° año) que se denomina “Descubriendo el liceo”, donde personal del centro educativo de Secundaria  y estudiantes mentores (representantes del centro educativo de educación media) llegarán a la escuela para compartir características de la nueva institución que espera a los niños. “Forjaríamos un vínculo entre los jóvenes entre sí y los adultos (maestros-profesores) para hacer una especie de acuerdo de sostén”, señaló.

La segunda etapa se cumple en verano (en el mes de febrero). Secundaria tiene experiencia en trabajo durante ese mes con los alumnos y reconoce a febrero como un mes potente para este tipo de acciones. “Creemos que debe mantenerse el acompañamiento a los más vulnerables. Tránsito ha demostrado que con un trabajo fuerte en matemática, idioma español y recreación se sostuvo muy bien esa franja poblacional”.

En la extensión de esas lecciones se plantea la tercera etapa ya en el liceo a comienzo del año lectivo. Se denomina: “Comenzando el liceo” y tiene que ver con los primeros 15 días. En esta etapa, los profesores de español, matemática y recreación o, en su defecto, docentes con inclinación de trabajo hacia las letras o hacia las ciencias —siempre cuidando que existan espacios de educación física, deporte y recreación—, van a trabajar una “bienvenida hospitalaria”.

Esto supone que los jóvenes puedan incorporar la mirada de una nueva institución que los espera, conocer sus normas, repensar el uso de los tiempos y la generación de una agenda, descubrir cuánto saben estos jóvenes de cómo se estudia, qué usos hacen de las técnicas básicas, de la lectura, de la comprensión y del cálculo. “Implica ayudarlos a potenciar lo que traen de la escuela y descubrir las habilidades que deben poner en juego para tener un desempeño de buena calidad en el liceo”, explicó.

En esos primeros 15 días el resto de los profesores se irán presentando, en una dinámica diferente a la utilizada hasta el momento, que permita establecer un vínculo desde otro lugar.

Pensando en el después, se definió que se insistirá en los acompañamientos intensos y próximos. Ya se viene trabajando con un sistema de tutorías de las cuales se pueden absorber lecciones aplicables a los jóvenes de 1° año.

Puente aclaró que no se trata de un piloto, sino que se llevará a cabo en todos los centros del país para la totalidad de la matrícula de jóvenes de 1° año que ingresan. “Los queremos recibir desde otro lugar, con la mirada de un liceo que los espera hospitalariamente, dispuesto a descubrir sus potencialidades y a ver qué dispositivos puede poner en juego para compensar lo que no traigan, para acompañarlos en el nuevo desafío de ingresar a una institución diferente, como es el liceo, trabajar para evitar la fragmentación y generar una mirada integral”, relató.

A partir de su implementación se llevará a cabo un proceso de evaluación, lo que supone recoger evidencia empírica. “No nos vamos a aferrar caprichosamente a las decisiones. Vamos a poner en marcha este procedimiento, se va a estudiar y a evaluar a la luz de otras variables cualitativas que cada centro aporte, porque probablemente funcione mejor en unos que en otros y se deberá ver por qué. Si descubrimos que esto no funciona, no lo mantendremos”, sostuvo.

La jerarca aclaró que este no es el modelo denominado “Aula Cero” del que en algún momento se habló en los medios de comunicación. Ese esquema de abordaje estuvo en las conversaciones internas ya que surgió de Aulas Comunitarias pero no se optó por él. “Para sacar un proceso adelante hay que pensar todas las chances, pero ‘Aula Cero’ no es lo que Secundaria decidió implementar”, puntualizó.

 

 

 

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