Políticas, reformas y diálogo

Sendic: Trabajo y educación son fundamentales para un cambio estructural de la sociedad

“Trabajo y educación son fundamentales para un cambio estructural de la sociedad”, señaló el vicepresidente de la República, Raúl Sendic, al disertar en la conmemoración del centenario de la Ley de 8 Horas. Repasó las medidas desarrolladas en diez años: planes sociales, negociación colectiva, inversión productiva, reforma tributaria, fortalecimiento del Estado, profundización de la democracia y reconocimiento de derechos.

Vicepresidente de la República, Raúl Sendic

“Todo proceso de cambio social no es sencillo”, sostuvo Sendic al intervenir este miércoles junto al director general de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), Guy Ryde; el ministro de Trabajo, Ernesto Murro; el presidente del PIT CNT, Fernando Pereira; y el secretario general de la central sindical, Marcelo Abdala.

Recordó que la aprobación, hace cien años de la Ley de Ocho horas implicó un debate de trece años, “como lo son todos los procesos de profundización de la democracia y reconocimiento de derechos”.

Por otra parte, repasó los avances en los últimos diez años "con el apuntalamiento del crecimiento del país con mayores herramientas de distribución y consolidación de la democracia y reconocimiento de derechos". En ese sentido, recordó que en 2005 había un 40 % de pobreza y casi un 20 % de desocupación. Para enfrentar "esa difícil situación se utilizó una batería de herramientas”.

Sendic repasó los planes de asistencia a quienes se encontraban más vulnerables, la instalación de los convenios colectivos, reformas tributaria y de la salud, apuntalamiento de la inversión productiva, fortalecimiento del Estado, profundización de la democracia, reconocimiento de derechos, entre otros aspectos.

Señaló que el gran desafío es profundizar estas herramientas para continuar con la consolidación de derechos frente al “cambio de fase que vive el mundo”. “La sociedad no se cambia solamente con todos estos planes, las herramientas que permiten muñir a los ciudadanos de herramientas propias son el trabajo y la educación.Tenemos grandes retos por delante para mantener estas políticas y continuar privilegiando a los más vulnerables”, aseveró.

Por su parte, Murro recordó que Uruguay fue el primer país que además de consagrar la Ley de Ocho Horas creó “un cuerpo de inspectores de trabajo para buscar el mejor cumplimiento de las condiciones laborales”.

“No es una casualidad que luego de cien años tuviéramos un nuevo momento del salto cualitativo de conquistas laborales y de seguridad social para nuestro pueblo”, sostuvo. Desde su punto de vista los cambios y avances de estos años “solamente son comparables al período batllista”.

Manifestó que “cuando se aprobó la Ley de Ocho Horas para trabajadores rurales se dijo cualquier cosa, como se dijo cuando se aprobó la Ley de Ocho Horas hace cien años”.

Destacó que gracias a la nueva ley y según las encuestas, el 30 % de los trabajadores rurales dejó de trabajar entre 49 y 80 horas y el 37 % dejó de hacerlo más de ochenta horas semanales. “Se debe seguir avanzando fuertemente en este sentido”, consideró.

Para Ryder, Uruguay "tiene una plataforma muy fuerte y sólida de diálogo social que se comprueba en los índices sociales". "Llegamos en momentos en que la región tiene desafíos importantes en el campo del empleo pero Uruguay tiene una base muy fuerte para hacerles frente", manifestó.

Agregó que "Uruguay fue vanguardia al establecer la jornada de ocho horas". Expresó que el convenio de la Organización Internacional de Trabajo sobre la jornada laboral de ocho horas fue aprobado cuatro años después que Uruguay lo hiciera. Y luego de cien años, fue ratificado solamente por 52 países. "Es un tema aún abierto, el debate continúa con las realidades del mundo de trabajo contemporáneo", sostuvo.

 

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