Sendic: Uruguay debe combinar inserción regional y relación con el resto del mundo
"Uruguay debe combinar su inserción en la región con la necesaria relación con el resto del mundo", sostuvo el vicepresidente de la República, Raúl Sendic en una disertación realizada en la Universidad Católica. Por otra parte, agregó que la reforma educativa excede planes y contenidos y debe ser parte integral de cada uruguayo. También afirmó que hay que fortalecer los planes sociales para la primera infancia.

El vicepresidente de la República, Raúl Sendic, disertó en la conferencia "Uruguay del Futuro" en la Universidad Católica, este martes 1 de setiembre. Allí profundizó acerca de la importancia de la estrategia para el país. Dijo que es un área “desafiante porque estamos demasiado acostumbrados a pensar en el presente o en el corto plazo”.
En su disertación, el vicepresidente enumeró las líneas de trabajo por desarrollar para la estrategia de largo plazo. Se refirió a la matriz productiva, la inserción internacional, infraestructura, educación, inclusión social y fortalecimiento de las instituciones democráticas.
Sobre la política de inserción internacional, señaló: “Somos una economía demasiado pequeña para pensar que es autosustentable; para el desarrollo de nuestra economía, el techo es nuestro tamaño”. Sostuvo que "Uruguay debe combinar su inserción en la región con la necesaria relación con el resto del mundo". Desde su punto de vista, aún hay partes del mundo en las que se puede avanzar con una variedad más amplia de productos. “Hoy llegamos a 180 países con exportaciones pero debemos aumentar los volúmenes y diversificar la canasta exportadora”, afirmó.
Otro punto que abordó es la educación y formación de capacidades en el país. “Uruguay necesita una gran reforma educativa, que no es solo de planes y contenidos, sino que debe estar en la cabeza de cada uruguayo para que se ubicada en el lugar que le corresponde”, subrayó.
Dijo que “el desafío es preparar a las nuevas generaciones para que estén a la altura del mundo que les tocará vivir porque será más competitivo”. “Debemos hacer una fuerte apuesta a la educación, concibiéndola como un proceso permanente”, manifestó. “Esta batalla debe ser dada por todos los uruguayos”, expresó y ejemplificó al decir que las familias se deben involucrar, por ejemplo, en el respeto al tiempo de estudio en la facilitación del ambiente familiar.
Otro elemento sustancial que mencionó Sendic es el fortalecimiento de la inclusión social y la convivencia. Recordó que Uruguay es el país más equitativo del continente y que la pobreza descendió de 38 % a 11 %, pero reconoció que hay un núcleo duro de pobreza “al que no se llega con las formas tradicionales”.
Sostuvo que se necesita cambiar las políticas para resolver la problemática de ese sector "más duro" de la pobreza. Según valoró, el país padece la “dramática situación” de baja natalidad y de infantilización de la pobreza, ya que la natalidad es alta en ese núcleo de pobreza extrema. Dijo que “es un problema estratégico que se debe resolver atendiendo los sectores de la primera infancia con una batería de medidas desde el embarazo de las madres", al tiempo que se desarrollen políticas de fomento a la natalidad en los sectores medios de la sociedad.
El último elemento que el vicepresidente destacó “es que se debe trabajar permanentemente en el fortalecimiento de las instituciones democráticas”. Señaló que nuestro sistema político “es transparente” y que a nivel de todos los partidos “se debe dar la batalla contra la corrupción y el descrédito”. Agregó que es importante fortalecer el diálogo dentro del sistema político, porque "los desafíos se logran con políticas de Estado entre todos".
Para concluir, acotó que es importante apuntalar la justicia, la dignidad, la libertad, la matriz de derechos y consolidarlos, y valoró que no alcanza solo con leyes, sino que deben quedar apuntaladas en la sensibilidad del Uruguay. “Esta generación de cambios solo es posible si cada uno de nosotros adquiere el mayor compromiso con estos desafíos estratégicos”, concluyó.