Milton Romani

Sesión de Naciones Unidas es una oportunidad de aplicar convenciones en clave de derechos

Invitado por la Universidad de las Naciones Unidas (UNU) para participar en un retiro de alto nivel, previo a la Sesión Especial de la Asamblea General de la ONU, el secretario general de la Junta Nacional de Drogas, Milton Romani, subrayó que, en la temática de drogas, Uruguay promueve una “flexibilidad política” y que no considera que por ello esté fuera de las convenciones.

Secretario general de la Junta Nacional de Drogas, Milton Romani

Romani realizó estas afirmaciones en el encuentro promovido por la ONU (Organización de las Naciones Unidas) con el fin de generar insumos para la Sesión Especial de su Asamblea General sobre el Problema Mundial de las Drogas, que se desarrollará en abril en Nueva York, conocida como UNGASS 2016 por sus siglas en inglés.

En su participación en la reunión final de conclusiones de esta reunión internacional a la que asistieron representantes internacionales y líderes de opinión en la temática, Romani ratificó la importancia que reviste para Uruguay que sobre la mesa de la Asamblea General de la ONU, que reunirá en forma extraordinaria a todas sus miembros, se traten todas las opciones en torno al tema de las drogas sin tabúes ni prejuicios.

Expresó que “sería una decepción” que UNGASS 2016 repitiera en forma dogmática las mismas recomendaciones, sin tomar en consideración que la vida y el mundo han cambiado.

En ese sentido, señaló que esta asamblea debe dar cuenta de un “giro copernicano” y colocar al ser humano en el centro del problema. Para el secretario general de la Junta Nacional de Drogas, el centro de debate debe instalarse en las políticas que se piensan y se ponen en acción para esta problemática.

A su entender, si bien las convenciones son un marco ineludible del derecho internacional, también tienen incongruencias.

“Las convenciones se mueven en paradigma prohibicionista, que estructuralmente ha generado el desequilibrio evidente de las políticas de drogas. Inclinadas hacia la reducción de la oferta como piedra mágica de la solución del problema de las drogas. Problema mal planteado, problema que no puede ser resuelto", advirtió.

Hacia un enfoque político
Durante el encuentro, el secretario general de la Junta Nacional de Drogas explicitó que nuestro país brega por una apertura conceptual que habilite nuevos consensos sobre la base de la unidad en la diversidad, donde se priorice la agenda de derechos para el problema mundial de las drogas.

“Es hora de que salvaguardemos el derecho a la salud y bienestar de la humanidad, que garanticemos efectivamente el derecho a que todas las personas tengan acceso a las sustancias para mitigar el dolor y el uso médico y científico de las mismas”, dijo.

Agregó que el Estado y la comunidad internacional deben garantizar el derecho a la salud también para aquellas personas con consumos problemáticos.

Llamó a no incrementar la violencia por parte del Estado y a concentrar el peso de la ley en el combate al crimen organizado, la corrupción y el lavado de dinero.

La experiencia uruguaya
En su exposición, Romani reafirmó que Uruguay transita una nueva manera de regulación del mercado de cannabis porque hoy en el mundo entero, el mercado está regulado por el narcotráfico y por la interdicción y la ley penal. Señaló que el fin último es someter ese mercado al control estatal de manera de “disputárselo al narcotráfico”.

Transmitió que la nueva normativa propone crear un espacio de seguridad penal y sanitaria para aquellos consumidores que, a pesar de las campañas de prevención, deciden seguir consumiendo.

Agregó que “el Estado uruguayo no promueve el consumo de cannabis, lo pone bajo su control para reducir los daños, crear un vínculo diferente y no discriminatorio y para secuestrar ese mercado al narcotráfico”.