Villasboa y Antonio Herrera

El sueño de la energía eléctrica se hizo realidad en dos localidades de Durazno

Los parajes de Villasboa y Antonio Herrera, del interior profundo del departamento de Durazno, accedieron al servicio de electricidad a través del Programa de Electrificación Rural, coordinado por la Oficina de Planeamiento y Presupuesto (OPP). El coordinador del plan, Marcelo Machado, se manifestó satisfecho por la propuesta diseñada y el trabajo interinstitucional entre ministerios y empresas estatales.

Cambio de vida cotidiana en Villasboa y en Antonio Herrera, deparamento de Durazno
Este programa de desarrollo energético rural está integrado, además, por los ministerios de Ganadería, Agricultura y Pesca, de Desarrollo Social (Mides), de Industria, Energía y Minería y de Vivienda, Ordenamiento Territorial y Medio Ambiente, UTE, Antel, el Instituto Nacional de Colonización y Mevir (de vivienda rural).

La primera inauguración, en la que participaron autoridades nacionales y departamentales, se realizó en horas de la mañana del miércoles 10 en el paraje Villasboa, donde unos 40 vecinos se beneficiaron con la llegada de la energía eléctrica a sus hogares. La obra implicó un tendido eléctrico de 13 kilómetros, con un costo mayor a 100.000 dólares.

“Son momentos de nervios y alegría”, expresó Alberto Forishi, referente del grupo de Villasboa, con respecto a la llegada de este servicio esencial. “Estamos muy satisfechos y agradecidos por todo lo que se ha logrado”, agregó.

Carlos Vera, también vecino de la zona, señaló que cinco años atrás se había intentado resolver el tema de la energía eléctrica, pero no había sido posible. “Se me caen las lágrimas al ver que todos tenemos luz. Siempre fui de la filosofía que había que traer la ciudad al campo”, dijo.

Asimismo, el coordinador del Programa de Electrificación Rural, Marcelo Machado, se mostró satisfecho por el trabajo interinstitucional realizado y la propuesta diseñada.

“Las herramientas económico-financieras que tiene este fideicomiso, junto a los subsidios, consiguen viabilizar obras que en el pasado no fueron posibles”, sostuvo. Explicó que dos elementos fueron fundamentales para que estos proyectos se concreten: la organización social y la voluntad política del Gobierno.

En tanto, el presidente de UTE, Gonzalo Casaravilla, tomó como referencia palabras del Presidente de la República, José Mujica, y pidió “perdón por demorar 102 años en llegar”.

Casaravilla reconoció el esfuerzo de los vecinos en organizarse, porque entiende que “por ahí viene la solución”. “En la medida que la organización civil se organiza y demanda, los gobiernos tenemos las responsabilidad de responder”, apuntó.

Destacó el trabajo en equipo que se está haciendo para obtener estos logros: “Hoy me siento muy agradecido, por todos los que colaboran para hacer que las cosas pasen y nos permiten hacer nuestra tarea”.

“Los pobladores nos agradecen por algo que en definitiva era nuestro deber”, precisó.

Por la tarde de ese mismo día se realizó la segunda inauguración, en Antonio Herrera, donde otras 25 personas vieron también su sueño cumplido. La obra implicó 10 kilómetros de tendido eléctrico con un costo de 91.000 dólares.

Carlos Molina e Irma Rodríguez, un matrimonio con muchos años de residencia en el lugar, contaban emocionados su experiencia de acceder a la energía eléctrica después de toda una vida.

“Tenemos una vivienda de Mevir, con comodidades, pero al faltar la luz, faltaba una parte muy grande. Yo ya llegué a los 70 años y me crié desde chico ahí, teníamos agua, pero la luz recién llegó”, comentó Molina con la voz entrecortada.

En Durazno se están desarrollando otras cuatro obras de electrificación rural --en los parajes La Alegría, Minas de Callorda, Las Palmas y Tejera-- que beneficiarán a más de 200 vecinos, totalizando un inversión de 776.000 dólares con más de 100 kilómetros de línea área.