Línea editorial 
TNU implementa nuevo tratamiento informativo de la violencia contra la mujer
Televisión Nacional de Uruguay estableció nuevas líneas editoriales que regirán el tratamiento informativo de la violencia contra la mujer en los productos que emite el canal. La postura principal de las autoridades de TNU indica que “la violencia de género no es una noticia policial, es una noticia social y por lo tanto así debe tratarse”. Son 10 pautas que pretenden mostrar un problema social con respeto y sin estereotipos.

La primera pauta indica que los crímenes pasionales no existen. En tal sentido es necesario hablar de violencia contra las mujeres, violencia de género, violencia sexista o violencia machista. Los malos tratos y la violencia contra las mujeres constituyen un atentado contra el derecho a la vida, la dignidad y la integridad física y psíquica de las víctimas.
El segundo punto señala que el canal no empleará estereotipos que atribuyen a las mujeres valores o funciones sociales inferiores a los hombres. Por lo tanto, no se usará figuras estereotipadas para valorar el desempeño de la mujer en cualquier ámbito (comportamiento, actitudes, vestuario) incluso en circunstancias trágicas en las que se incurre en la descalificación explícita de algunas víctimas de violencia ("Asesinan a dos prostitutas", "Asesinan a dos
travestis").
En tercer lugar se busca respetar la identidad y el dolor de la víctima, por lo que no se mostrará sin su permiso o en momentos de tensión emocional. “No se debe utilizar sonidos o imágenes “robadas”, la imagen se utilizará solo si es consentida, y una vez recuperada la autoestima y el equilibrio emocional de la persona”, detalla el informe, y agrega que no es necesario abundar en el morbo por lo que debe evaluarse la necesidad de mostrar este tipo de imágenes.
En cuanto a la identificación del agresor, entienden que se debe respetar la presunción de inocencia y, por tanto, extremar la cautela en esta cuestión, ya que un error de identidad puede provocar consecuencias irreparables. Sin embargo, sí es importante dejar claro quién es el agresor y quién la víctima. Y más importante aún es definir claramente cómo es el maltratador, su manera de actuar y su comportamiento público o privado, porque ello puede servir para que muchas mujeres puedan tomar conciencia de su situación de riesgo.
TNU considera que las imágenes deben respetar la dignidad de la persona. En tal sentido, evitarán los recursos de ocultación de las víctimas que den apariencia de criminalización (efecto mosaico, tiras en ojos, disfraces, distorsiones de voz, etc.). Tampoco se utilizará la dramatización o a la reconstrucción de los hechos, pues ello contribuye a crear un enfoque irreal y efectista del problema.
El sexto punto refiere a la necesidad de extremar la precaución en el uso de fuentes y datos. “Como en cualquier cobertura, la amplitud y variedad de fuentes potencia las notas. Si bien no es apropiado usar solo la fuente policial, vecinal o familiar, si la urgencia periodística obliga a usarlas, lo recomendable es recurrir luego a referentes y especialistas que puedan aportar al tema, e incluso, hacer comentarios de las fuentes primarias”, señala el texto.
Asimismo, se debe ser cauteloso en el uso de testimonios cercanos al agresor o a la víctima. En muchos casos, se trata de testimonios inducidos por las preguntas de quien informa y entre personas que en ese momento pueden no ser conscientes de la trascendencia de sus declaraciones e incluso pueden ser parte interesada. Por tal motivo, se debe descartar el testimonio de personas que únicamente buscan notoriedad ante las cámaras, defensa interesada del agresor, o las que aportan detalles morbosos carentes de valor informativo.
La utilización de un lenguaje violento desvirtúa las razones de la agresión. Expresiones relativas a las heridas o abundar en la descripción de la forma que una mujer fue golpeada dirigen la atención a aspectos laterales y distraen del verdadero motivo de la noticia. En esto también se incluye evitar el uso de adjetivos, frases hechas que banalicen la información, tales como “celoso” o “alcohólico” para definir al agresor acercan a la justificación. Decir de la víctima, que “era joven y linda”,"salía con amigas” o “tenía un amante” desvían el foco de lo verdaderamente importante y nos acercan a la disculpa o la comprensión del maltratador.
El punto nueve indica que la difusión continuada de este tipo de informaciones puede generar en la audiencia un efecto narcotizante. Para evitarlo, los profesionales deben plantearse tratamientos informativos diferentes y novedosos, evitando fórmulas del estilo de “un caso más”, “otro caso de…”, y sí remarcando, por ejemplo, los aspectos que podrían haberlo evitado. Otra sugerencia es aportar material de apoyo, que permita contextualizar la información, así como buscar ramificaciones del problema: salidas, nuevos proyectos, campañas, etc.
Finalmente, TNU pretende dar información útil, no sólo casos de malos tratos con resultado de muerte, sino también las actuaciones judiciales o policiales, los castigos ejemplares o las víctimas que han logrado rehacer su vida. Por otra parte, promover o participar en campañas de información y prevención ayuda a ubicar adecuadamente el problema. Ante cada noticia debiera informarse de los lugares donde solicitar ayuda y asesoramiento.