Aún falta cambiar conductas anómalas
El estudio observacional de conductas viales en zonas urbanas fue realizado en noviembre de 2013 en 45 puntos de todo el país por la Unasev y fue presentado el martes en conjunto con el Informe de Siniestralidad Vial correspondiente al primer semestre del año.
El trabajo tuvo por objetivo conocer las características particulares del uso de elementos de seguridad tanto en conductores como en peatones, como forma de tener elementos para la definición y aplicación de estrategias y medidas de mejora de la situación actual en la materia.
En ese marco, se analizó el uso en conductores del cinturón de seguridad, el sistema de retención infantil (SRI), luces y la utilización de teléfonos celulares en marcha, agregándose el control del uso de casco y vestimenta de alta visibilidad en motociclistas.
El trabajo fue realizado por Grupo Radar y financiado parcialmente por el Banco Mundial.
En ese contexto, se realizaron observaciones en 45 sitios de zonas urbanas del territorio uruguayo. En cada uno de esos puntos de observación se relevaron cuatro días corridos durante 16 horas cada uno a un total 46.335 vehículos y 73.407 personas.
Los resultados de este trabajo de campo muestran en forma global que el comportamiento del conductor condiciona la conducta del resto de los pasajeros del vehículo. Es decir que en el caso del uso del cinturón de seguridad, por ejemplo, en 88,3 % de las observaciones se verificó que todos los ocupantes del vehículo utilizaban este implemento de seguridad.
Los datos muestran también que las mujeres usan más el cinturón de seguridad que los hombres y que hay un mayor uso en zonas céntricas y días hábiles, cuando se prevé que haya más controles de la normativa vigente.
Al momento del estudio, el sistema de retención infantil (SRI) era utilizado en solo 28 % de los 3.600 niños relevados y que 20 % de ellos estaban ubicados en el asiento delantero, cifra que trepa a 40 % en algunos departamentos. El uso de este sistema de protección aumenta si la que conduce es una mujer.
Los resultados globales en todo el país para el uso del casco muestran cifras alentadoras. El 83 % de los 27.329 motociclistas observados usaba casco en ese momento, cifra que decrece notoriamente solo en Cerro Largo.
Sin embargo, el informe de Unasev arrojó que casi 800 motos del total de las relevadas llevaban más de dos pasajeros, lo cual está prohibido por las normas vigentes en materia de seguridad vial.
También que hay una clara tendencia de disminución del uso del casco a medida que aumenta la cantidad de pasajeros o que la posición de la persona sobre el vehículo se aleja del conductor.
En relación al uso de la vestimenta de alta visibilidad, como chalecos, cintas o camperas, 23 % de las 27.329 personas observadas la utilizaban, siendo mayor el guarismo en el conductor (24,8 %) que en el acompañante (18,5 %). Sin embargo, la mitad de los motociclistas que circulaban con tareas comerciales usaban chaleco al momento del relevamiento.
El uso de teléfonos celulares, por su parte, aumenta en mujeres y en conductores jóvenes siendo de 6,2 % del total de los 46.335 casos analizados. El guarismo es de 7,7 % en vehículos y 4,2 % en motos.
La Unasev resaltó la importancia de realizar este tipo de estudios para evaluar la eficacia de estrategias y como indicador de gestión nacional y departamental, al tiempo que concluye que se ha avanzado en el país en el uso de elementos de seguridad, aunque existe aún un gran espacio para seguir mejorando.
No obstante, los técnicos del estudio hacen hincapié en que una estrategia nacional debe plantearse como un objetivo próximo reducir las diferencias que se constatan a nivel de los departamentos.
“Hay un buen marco normativo, una ley integral, pero hay problemas para que esta se cumpla en todos los departamentos por igual”, subrayó el presidente de la Unasev, Gerardo Barrios, quien adelantó que la futura Policía Nacional de Tránsito, cuya creación está prevista en el anteproyecto de ley a estudio del Parlamento, ayudará a resolver esta problemática.
Unasev constató avances en uso de implementos de seguridad en calles y avenidas rápidas
Uruguay incrementó el uso de elementos de seguridad en el tránsito, aunque aún falta mejorar en la conducción de vehículos, cambiar conductas negativas de la población y reducir las diferencias que se constatan en los distintos departamentos. Los datos surgen de un estudio basado en la observación en calles de zonas urbanas presentado en la Torre Ejecutiva por la Unidad Nacional de Seguridad Vial (Unasev).

El trabajo tuvo por objetivo conocer las características particulares del uso de elementos de seguridad tanto en conductores como en peatones, como forma de tener elementos para la definición y aplicación de estrategias y medidas de mejora de la situación actual en la materia.
En ese marco, se analizó el uso en conductores del cinturón de seguridad, el sistema de retención infantil (SRI), luces y la utilización de teléfonos celulares en marcha, agregándose el control del uso de casco y vestimenta de alta visibilidad en motociclistas.
El trabajo fue realizado por Grupo Radar y financiado parcialmente por el Banco Mundial.
En ese contexto, se realizaron observaciones en 45 sitios de zonas urbanas del territorio uruguayo. En cada uno de esos puntos de observación se relevaron cuatro días corridos durante 16 horas cada uno a un total 46.335 vehículos y 73.407 personas.
Los resultados de este trabajo de campo muestran en forma global que el comportamiento del conductor condiciona la conducta del resto de los pasajeros del vehículo. Es decir que en el caso del uso del cinturón de seguridad, por ejemplo, en 88,3 % de las observaciones se verificó que todos los ocupantes del vehículo utilizaban este implemento de seguridad.
Los datos muestran también que las mujeres usan más el cinturón de seguridad que los hombres y que hay un mayor uso en zonas céntricas y días hábiles, cuando se prevé que haya más controles de la normativa vigente.
Al momento del estudio, el sistema de retención infantil (SRI) era utilizado en solo 28 % de los 3.600 niños relevados y que 20 % de ellos estaban ubicados en el asiento delantero, cifra que trepa a 40 % en algunos departamentos. El uso de este sistema de protección aumenta si la que conduce es una mujer.
Los resultados globales en todo el país para el uso del casco muestran cifras alentadoras. El 83 % de los 27.329 motociclistas observados usaba casco en ese momento, cifra que decrece notoriamente solo en Cerro Largo.
Sin embargo, el informe de Unasev arrojó que casi 800 motos del total de las relevadas llevaban más de dos pasajeros, lo cual está prohibido por las normas vigentes en materia de seguridad vial.
También que hay una clara tendencia de disminución del uso del casco a medida que aumenta la cantidad de pasajeros o que la posición de la persona sobre el vehículo se aleja del conductor.
En relación al uso de la vestimenta de alta visibilidad, como chalecos, cintas o camperas, 23 % de las 27.329 personas observadas la utilizaban, siendo mayor el guarismo en el conductor (24,8 %) que en el acompañante (18,5 %). Sin embargo, la mitad de los motociclistas que circulaban con tareas comerciales usaban chaleco al momento del relevamiento.
El uso de teléfonos celulares, por su parte, aumenta en mujeres y en conductores jóvenes siendo de 6,2 % del total de los 46.335 casos analizados. El guarismo es de 7,7 % en vehículos y 4,2 % en motos.
La Unasev resaltó la importancia de realizar este tipo de estudios para evaluar la eficacia de estrategias y como indicador de gestión nacional y departamental, al tiempo que concluye que se ha avanzado en el país en el uso de elementos de seguridad, aunque existe aún un gran espacio para seguir mejorando.
No obstante, los técnicos del estudio hacen hincapié en que una estrategia nacional debe plantearse como un objetivo próximo reducir las diferencias que se constatan a nivel de los departamentos.
“Hay un buen marco normativo, una ley integral, pero hay problemas para que esta se cumpla en todos los departamentos por igual”, subrayó el presidente de la Unasev, Gerardo Barrios, quien adelantó que la futura Policía Nacional de Tránsito, cuya creación está prevista en el anteproyecto de ley a estudio del Parlamento, ayudará a resolver esta problemática.