Jornada histórica

Uruguay comparte acuerdo sobre la regulación del comercio de armas aprobado por la ONU

El MRREE emitió un comunicado en el que manifiesta su beneplácito por el Acuerdo sobre el Comercio de Armas (ATT) aprobado por la ONU. El tratado se aprobó luego de siete años de debates y negociaciones, y el aporte uruguayo fue activo y constructivo, según informó Cancillería. Junto a México, Uruguay impulsó la creación del Grupo de Amigos del ATT e incluyó, en su postura, la dimensión humanitaria y la protección de los DDHH.

Ministerio de Relaciones Exteriores

El Ministerio de Relaciones Exteriores (MRREE) publicó un comunicado que indica su beneplácito ante la adopción, por la Asamblea General de Naciones Unidas (ONU), del Acuerdo sobre el Comercio de Armas (ATT, por sus siglas en inglés).

 

Este tratado fue aprobado, en una jornada calificada de histórica, por 154 Estados miembros de Naciones Unidas —incluido Uruguay—; se registraron 23 abstenciones, y tres votos en contra, Irán, Corea del Norte y Siria.

 

El acuerdo llegó luego de siete años de debates y negociaciones, período en el que los países estudiaron las posibilidades de brindarle a la comunidad internacional un instrumento jurídicamente vinculante, indispensable para establecer normas internacionales comunes que regulen la importación, exportación y transferencia de armas convencionales en el mundo.

 

A lo largo de este proceso, Uruguay desempeñó un papel activo y constructivo, indica el comunicado de Cancillería. En la conferencia de negociación, el embajador Federico Perazza lideró, como facilitador, las negociaciones de las disposiciones finales del tratado: el régimen de solución de controversias, los aspectos vinculados a su entrada en vigor, el procedimiento de enmiendas, la aplicación provisional del tratado así como las cuestiones relacionadas con las reservas, aspectos institucionales y conferencia de las partes.

 

Asimismo, Uruguay y México impulsaron la creación del Grupo de Amigos del ATT —conformado por Bahamas, Belice, Chile, Colombia, El Salvador, Guatemala, Jamaica, México, Perú, Trinidad y Tobago y Uruguay—, que se erigió como una de las coaliciones de Estados que más apostó por la conclusión de un régimen convencional viable para la regulación de las transferencias de armas convencionales.

 

Al momento de adoptarse el tratado, la delegación uruguaya expresó que este régimen convencional significa un paso trascendente hacia un comercio internacional más responsable de armas convencionales, incluyendo armas pequeñas y ligeras, sus partes y componentes, y las municiones.

 

En su postura, Uruguay incluyó la dimensión humanitaria y la protección de los DDHH como criterios preceptivos indispensables para aprobar las transferencias de armas convencionales.

 

El gobierno uruguayo interpreta este tratado como un régimen en evolución cuya aplicación permitirá identificar las debilidades y fortalezas del mismo. En consecuencia abogará, cuando las circunstancias así lo requieran, por contemplar e incorporar en el alcance del tratado los desarrollos y avances en materia de armas convencionales.

 

También reiteró su postura original de no permitir ningún tipo de reservas al tratado y, si bien se contemplan, Uruguay estará atento para preservar la integridad del tratado y asegurar la intangibilidad de los artículos relativos al alcance, prohibiciones y de evaluación nacional, que constituyen el núcleo más sensible e importante del acuerdo.