En los últimos 20 años

Uruguay conservó sus bosques naturales y la forestación aumentó a un millón de hectáreas

En la celebración del Día Internacional de los Bosques 2011, el responsable de la Dirección Forestal del MGAP, Pedro Soust, informó que nuestro país conservó sus bosques naturales y la forestación, producto de las plantaciones, aumentó de 45 mil hectáreas a más de un millón, debido al control que el Estado ejerce sobre los recursos forestales.

Afiche de la actividad
Durante la ceremonia, realizada el 23 de setiembre en la Intendencia de Montevideo, el jerarca del Ministerio de Ganadería, Agricultura y Pesca (MGAP), Pedro Soust, informó que según la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura, (FAO), en América Latina y el Caribe se encuentran más de la mitad de los bosques primarios del mundo, lo que equivale a un 57% del total, y se concentra una parte significativa de la diversidad biológica.
 
Esta cifra equivale a un total de 891 millones de hectáreas, lo que representa el 22% del área de bosques existente en el mundo, indicó Soust, quien agregó que el 18 % de esta área está protegida y un 14% ocupada para funciones productivas.
 
En Uruguay la superficie total de bosque nativo y plantado es de aproximadamente de 1 millón 744 mil hectáreas, lo que equivale a que por cada mil habitantes uruguayos hay 521 hectáreas de bosque, afirmó el director de la Dirección Forestal del MGAP.
 
Destacó la importancia de los bosques por los bienes y servicios que aportan: “De siete mil millones de personas que habitan la tierra, mil millones dependen del los bosques”.
 
A su vez, la forestación ocupa el 30% de la superficie terrestre del planeta, y si bien el proceso de deforestación disminuyo globalmente, todavía se talan en forma ilegal más de 13 millones de hectáreas en el planeta; lo que equivale al 80% del territorio de Uruguay, indicó Soust. También manifestó que mientras en los países desarrollados disminuye la forestación y tienen cada vez más bosques, mientras que en los subdesarrollados, principalmente en América y África, el proceso de deforestación no se detiene.
 
Uruguay es una excepción a la tendencia, dijo el jerarca ya que, en los últimos años, la forestación aumentó debido a la ampliación de la superficie de su bosque nativo y el plantado. “Las políticas planteadas desde hace varias décadas en nuestro país determinaron la creación de una normativa, la Ley forestal Nº15.939 de diciembre de 1987”, argumentó.  
 
En estos últimos 20 años, Uruguay conservó sus bosques naturales y la masa forestal producto de las plantaciones con un aumento de 45 mil hectáreas a más de un millón en la actualidad. Esto se debe a que existe un fuerte control del Estado en los recursos forestales del país, sostuvo Soust.
 
La directora del Departamento de Acondicionamiento Urbano de la Intendencia
de Montevideo, Eleonora Bianchi, dijo que la comuna trabaja desde hace más de 10 años en la recuperación de los cursos de agua vinculados a los bosques. Precisamente, informó que la comuna trabaja sobre la cuenca del Arroyo Miguelete con intervención en el Parque Andalucía ubicado en el arroyo y Bulevar Batlle y Ordóñez.
 
Por último, el representante de FAO en Uruguay, Antonio Morales, sostuvo que en el diseño de políticas relativas al cambio climático se reconoce que para que éstas tengan éxito deben trabajar en la disminución de la pobreza.
 
Aseguró que los bosques proporcionan beneficios múltiples: madera, productos vegetales alimenticios, servicios ecosistémicos como el agua, la protección de los suelos y su influencia en la regulación del clima. También, en la conservación de la biodiversidad y hábitat de la vida silvestre. Por tanto, la ordenación e interacción de las personas, los bosques y al vida silvestre, deben considerarse esenciales ya que estos colectivos podrán recibir sus beneficios de esta relación.