Herramienta informática

Uruguay moderniza gestión de Tribunal de Cuentas con el Sistema Integrado de Auditorías

El Sistema Integrado de Control de Auditorías (SICA), que comienza a usarse en la gestión del Tribunal de Cuentas de Uruguay, implica el uso de tecnologías modernas para la optimización del control de la hacienda pública. El software donado por la Contraloría General de Chile, que requirió adaptaciones, es una herramienta de trabajo estandarizado que permitirá la modernización de los procesos y el acceso a información útil.

El titular de la Contraloría General de Chile, Ramiro Mendoza, firma el convenio ante su par del Tribunal de Cuentas de Uruguay, Susana Díaz, y

El Tribunal de Cuentas de Uruguay presentó oficialmente el memorando de entendimiento firmado tiempo atrás con la Contraloría General de la República de Chile para la implementación en Uruguay del SICA.


El acto, que tuvo lugar en un hiotel montevideano, fue presidido por la presidenta del Tribunal de Cuentas, Susana Díaz, y el titular de la Contraloría General de Chile, Ramiro Mendoza. También estuvo presente la ministra del Tribunal, Diana Marcos, quien está al frente del proyecto.


Este memorando de entendimiento fue firmado entre ambos países en diciembre de 2012 y a partir de entonces comenzaron a trabajar en conjunto en la adaptación del SICA a Uruguay, ya que Chile lo viene aplicando hace años.


El SICA implica el uso de tecnologías modernas para que los equipos de auditores puedan trabajar y tener en tiempo real la información, con un procedimiento uniformizado donde todas las auditorías se hagan de la misma manera, teniendo en cuenta una planificación anual y utilizando los antecedentes existentes de los organismos para seleccionar aquellas auditorías consideradas de mayor importancia y los organismos que deben tener más apoyo.


Auditoría

Una auditoría es un control externo que realiza el Tribunal de Cuentas. 


El control se realiza sobre todos los elementos ligados a la hacienda pública, desde la adquisición de cualquier implemento menor hasta los grandes convenios que se firman con otros países o las grandes compras. Un ejemplo de ello es la planificación y adquisición de cuestiones vinculadas a la energía, el transporte y las vías de tránsito.


Cabe recordar que el Tribunal tiene la obligación, establecia den la Constitución, de realizar auditorías de todos los organismos del Estado.


Modernización, planificación y trabajo en equipo

Díaz entiende que se trata de un paso trascendente en la modernización del organismo, que cumple 80 años, ya que implicará mejorar prácticas para las organizaciones fiscalizadoras.


En ese marco elogió el aporte chileno que, además de donar el software a nuestro país, viene trabajando con técnicos uruguayos en la adaptación del mismo a las especificidades uruguayas. Dijo que este recurso mejorará la planificación y el trabajo en equipo, además de definir en forma clara los roles, lo que redundará en una mejor ejecución de los fondos públicos. 


Actualmente Uruguay desarrolla experiencias piloto con este insumo. 


“Esta herramienta permitirá ir hacia un control de la hacienda pública basada en resultados y análisis de riesgo, aportando información útil para el país”, sostuvo Díaz, quien aspira a que el Tribunal de Cuentas se ubique entre las mejores entidades fiscalizadoras de la región.


Por su parte, la ministra Marcos, quien lidera este proyecto, conversó con la Secretaría de Comunicación sobre lo que fue el proceso e hizo hincapié en el apoyo constante de los especialistas chilenos, sobre todo en lo que implicó la modificación del sistema a las necesidades de nuestro país, teniendo en cuenta las diferencias existentes en materia de disposiciones legales.


Marcos dijo que, si bien con este acto formal se cierra una etapa del proceso, el aporte chileno continuará.


La experiencia chilena
El contralor general de Chile, Ramiro Mendoza, habló de “un aprendizaje compartido”. Dijo que el desarrollo de este sistema de metodología involucra el trazado de toda la labor de control externo.


“El objetivo es acercarse a una planificación de mejor calidad, trabajar con el auditor en el terreno, en sus pruebas de campo, es decir que las herramientas tecnológicas le permitieran hacer muestras de mejor calidad en un estándar definido por la organización; alejarse un poco del olfato del auditor, que siempre es valioso, para tratar de estandarizar el trabajo en la auditoría hasta llegar al informe de auditoría y al seguimiento", puntualizó.


"Esto implica que el control del Tribunal de Cuentas pueda ser medido en cómo superan las observaciones que se le realizan en cuanto a la calidad del gasto”, añadió.


Lo más importante del control es general un elemento que antes no estaba. 


“Antes las reglas de actuación del Estado eran bidireccionales entre un servicio público y otro. Hoy hay un tercer actor que es el ciudadano", indicó. 


"Cuando el ciudadano interviene en el proceso evaluativo, en la calidad del control y de la democracia, es importante que organizaciones como el Tribunal de Cuentas tengan herramientas potentes de trabajo estandarizado para que el ciudadano entienda y evalúe nuestro trabajo”, observó.


Dijo que no se trata de hacer cambios sustantivos, ni de cambiar el control, sino que el control incorpore técnicas que están a disposición y sobre todo las nuevas tecnologías de la información.

 

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