Integración comunitaria

Usina Cultural Vilardebó derrumba muralla social y acerca la cultura a “los invisibles”

La instalación de una usina cultural, la número 16 de Uruguay, en el predio del Hospital Vilardebó es una forma de derribar murallas, de romper con la estigmatización y de garantizar el acceso a la cultura a quienes muchas veces son considerados “invisibles”, además de acercarlos a la comunidad, coincidieron autoridades de ese centro siquiátrico, de ASSE y de los ministerios de Salud Pública y de Educación y Cultura.

Espectáculos artísticos para inaugurar a pura fiesta la Usina Cultural Vilardebó
La Dirección Nacional de Cultura del Ministerio de Educación y Cultura (MEC) y la Dirección de Salud Mental y Poblaciones Vulnerables de la Administración de los Servicios de Salud del Estado (ASSE) inauguraron este martes la Usina Cultural Vilardebó. La iniciativa, que ofrece un estudio de grabación para audio y video, funciona en el predio hospitalario, junto al Centro Diurno.

A este lugar podrán concurrir usuarios internados y ambulatorios, personal del hospital y vecinos de la zona, pertenecientes al Municipio C, ya que el objetivo último es garantizar el acceso a la cultura y promover la integración con la comunidad.

Esta es la usina número 16 del país, pese a que en el orden de prioridades de creación se ubicaba en el número dos. Distintas situaciones fueron dilatando su inauguración, por eso las autoridades coincidieron en definirla como “la demorada” y “la más deseada”.

El acto fue presidido por los ministros Ricardo Ehrlich, de Educación y Cultura, y Susana Muñiz, de Salud Pública, junto al director de Salud Mental y Poblaciones Vulnerables de ASSE, Horacio Porciúncula, el director Nacional de Cultura del MEC, Hugo Achugar, la presidenta del Directorio de ASSE, Beatriz Silva, y la directora del Hospital Vilardebó, Graciela Alfonso.

Ehrlich apeló a no levantar murallas entre las personas, ya que existe facilidad para eso. En ese sentido, dijo que con esta usina se está derribando una.

“La cultura nos acerca, nos hace mirar juntos y nos ayuda a recorrer los complejos laberintos de la mente, del alma y de la vida”, indicó. Añadió que habrá un antes y un después de esta apertura.

Por su parte, la ministra Muñiz entiende que esta iniciativa implica cultura, arte y afectos y es una demostración de la sociedad integrada por la que se trabaja. Asimismo, aseguró que el hospital comienza a verse como un centro cultural.

Para Achugar, el objetivo es democratizar el acceso pero además reafirmar que todos los ciudadanos, no importa si están en un centro psiquiátrico, en una cárcel o viviendo en un barrio carenciado tienen la posibilidad de crear cultura.

“El don de crear cultura es lo más democráticamente repartido en la sociedad”, indicó.

Comentó, además, que esta modalidad de usinas culturales es “la joya de la corona”. “Esto es cultura para todos, porque todos tenemos derecho a ella”, insistió.

En tanto que Silva sostuvo que esta iniciativa es una expresión más de trabajo conjunto y se congratuló por el acceso que supone para la población.

Porciúncula aludió a la transformación que el Hospital Vilardebó alcanzó en los últimos años, lo cual incluye mejoras en la atención y reducción de los tiempos de internación. Pero además se trabaja para revertir una imagen de estigmatización.

Dijo que pudo comprobar que las rejas que rodean el centro no fueron puestas para evitar que los pacientes salgan, sino para que los de afuera no entren.

Recordó que uno de cada cuatro ciudadanos padece algún tipo de trastorno mental, como depresión, ansiedad, consumo de drogas o trastornos compulsivos. Sin embargo, en el pasado existía, y en algunos casos aún existe, una especie de estigma que aleja a las familias, a los funcionarios y a la sociedad en general, como si el ingreso al Hospital fuera el límite de la cordura.

Pero ahora es distinto en general, las personas entran y salen del lugar, unidas por la cultura. “El Vilardebó dejó de ser ‘la casa de los locos’ y se le comienza a poner identidad a esa invisibilidad de quienes tienen alteraciones psiquiátricas”, agregó.

Alfonso apuntó que esta usina impulsa la integración a la comunidad para el desarrollo de propuestas artísticas. Aseguró que se instala para perdurar y es una iniciativa de promoción de salud. La directora del Vilardebó confía en que se convierta en un espacio comunitario.

Durante el acto se realizaron diversas intervenciones artísticas, tanto de la División Folklore de la Escuela Nacional de Danza, como de usuarios y funcionarios del centro con participaciones corales y una banda que incluía como músicos a personas internadas en el hospital.

Cabe destacar que las inauguraciones de usinas culturales continuarán en los próximos meses. Entre otros se destacan las que se abrirán en Ismael Cortinas, Juan L. Lacaze, Libertad, Pando y en el barrio montevideano de Peñarol, este con apoyo de la Oficina de Planeamiento y Presupuesto.

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