Día del Exportador
Astori, en ejercicio de la Presidencia por el viaje de José Mujica, presentó el informe “Uruguay 2015–2020, Políticas y medidas para un sector más competitivo” en el almuerzo convocado este miércoles en la Sociedad Criolla Elías Regules por la Unión de Exportadores, como celebración del día de este sector clave de la economía.
Uruguay diseñó tres lineamientos básicos para una inserción económica exitosa: el crecimiento inclusivo, la apuesta a la calidad y a fortalecer la cadena productiva y la apertura del país al mundo, aplicando un “regionalismo abierto”, señaló en el comienzo de su alocución.
En la actividad también hicieron uso de la palabra el presidente de la Unión de Exportadores, Álvaro Queijo, y el titular del Banco de la República Oriental del Uruguay, Julio César Porteiro.
El regionalismo abierto es a favor del Mercosur (Mercado Común del Sur), bloque del cual Uruguay “ni remotamente se plantea la posibilidad de alejarse”, aseguró Astori. Pero también se apuesta a la concreción de acuerdos con otros mercados, sin dejar de protegerse a sí mismo como país.
Reconoció que “los problemas de la región que integramos nos posicionan en una lejanía importante de estos objetivos, pero eso no quiere decir que renunciaremos a ellos. Redoblaremos el esfuerzo con la propuesta de flexibilizar los acuerdos realizados hasta ahora, no para favorecer a algunos sino flexibilidad para beneficiar a todos los integrantes del bloque” en el cual Uruguay está acompañado de Argentina, Brasil, Paraguay y Venezuela.
En ese sentido, resaltó la importancia de que los “países grandes del Mercosur”, que son los que más han incumplido los acuerdos por seguir practicando medidas proteccionistas, concedan a los más pequeños la posibilidad de hacer acuerdos fuera de la región.
“La integración no es un fin en sí misma, es una herramienta fundamental de la inserción internacional, y los países más pequeños necesitan más amplitud, ir más allá de los límites del Mercosur”, observó.
Uruguay sigue creciendo
En su disertación, el Presidente en ejercicio reseñó las dificultades que afronta la económica mundial actual, pese a lo cual Uruguay sigue creciendo. “La próxima administración va a recibir una economía en franca expansión, quizás a un ritmo más moderado que el de los últimos años, pero siempre por encima del promedio latinoamericano, que ya es alto”, destacó.
Esto fue posible, según Astori, por las medidas adoptadas oportunamente, que lo despegaron de un contexto económico regional que empeoró. “Uruguay creció más que América Latina en conjunto y tiene el producto interno bruto (PIB) por habitante más alto de la región, con cifras que superan los 17.000 dólares por habitante al año”.
El motor genuino de este crecimiento es la inversión bruta interna, explicó, tras lo cual añadió que “este país sigue invirtiendo mucho, privada y públicamente”, en particular con capitales que vienen del exterior.
Situación financiera sólida
Más adelante Astori se refirió a la situación financiera del país. El sistema financiero uruguayo está muy estable y sólido y no constituye como en el pasado una fuente de riesgos, aseguró.
“Uruguay ha construido una red de seguridad financiera que le permite también tener una situación fiscal sostenible, añadió.
Mencionó algunos indicadores que demuestran esta estabilidad, como la evolución positiva de los depósitos del sector privado no financiero de residentes o el desplome del grado de morosidad del sistema financiero, actualmente es 24 % del PIB y en 2004 era 66,3 %.
Asimismo, adelantó que las expectativas de inflación convergen al rango meta, que es de entre 3 % y 7 %, ya que por décimo mes consecutivo la inflación descendió, al bajar 0,15 % en noviembre.
“Uruguay está teniendo éxito y resultados positivos en materia de lucha contra la inflación”, apuntó.
Para Astori, no es lo mismo tener tres puntos porcentuales de déficit en Uruguay de hoy, que la que pudo haber en el pasado, con una situación financiera absolutamente diferente.
“Los activos, deducidos los encajes respecto del PIB, constituyen hoy 27 % de un producto de casi 60.000 millones de dólares. Ese es el respaldo financiero que tienen el país y la situación fiscal no se puede examinar independientemente de esa holgura financiera”.
Por estas razones, subrayó que Uruguay no necesita un ajuste fiscal definido en los términos tradicionales, “sino solo prudencia y cautela fiscal”.
“Por todo esto, Uruguay ha crecido en materia de credibilidad crediticia en las escalas de todas las empresas calificadoras de riesgo, que examinan permanentemente la situación financiera del país algo que se ha logrado con políticas públicas, pues es un error atribuir los buenos resultados exclusivamente a condiciones externas favorables”, puntualizó.
“Caja de herramientas”
A modo de análisis final, Astori, ya designado futuro ministro de Economía, compartió cuál es la “caja de herramientas” con la que ha venido trabajando el país, que contiene estímulos a las inversiones y a la promoción de exportaciones con impuestos al valor agregado, el régimen de admisión temporaria y la devolución de tributos indirectos.
También se agregan como incentivos la prefinanciación de exportaciones, algunas medidas de estímulos sectoriales (vestimenta y automotores), regímenes especiales (puerto libre, parques industriales, turismo y vivienda de interés social, free-shop) o regímenes de promoción de inversiones (zonas francas).
Precisó que, sobre esta base, se ha logrado una buena evolución de las exportaciones en el país.
Gracias al esfuerzo exportador, en los últimos años Uruguay aumentó notablemente su participación en el comercio de bienes y servicios, que crece más que el promedio mundial y el latinoamericano.
Entre 2004 y 2014, las exportaciones de América Latina crecieron 33 % y las de Uruguay treparon hasta 73 %.
Las ventas externas y el ingreso por habitante crecen acompasadamente en Uruguay
Uruguay aumentó notablemente su participación en el comercio mundial de bienes y servicios, como lo muestra el hecho de que sus ventas crecieron 73 % entre 2004 y 2014 y las de América Latina en conjunto solo 33 %, informó el Presidente en ejercicio Danilo Astori, en la celebración del Día del Exportador. Añadió que este país también tiene el ingreso más alto por habitante de la región, con más de 17.000 dólares al año.

Uruguay diseñó tres lineamientos básicos para una inserción económica exitosa: el crecimiento inclusivo, la apuesta a la calidad y a fortalecer la cadena productiva y la apertura del país al mundo, aplicando un “regionalismo abierto”, señaló en el comienzo de su alocución.
En la actividad también hicieron uso de la palabra el presidente de la Unión de Exportadores, Álvaro Queijo, y el titular del Banco de la República Oriental del Uruguay, Julio César Porteiro.
El regionalismo abierto es a favor del Mercosur (Mercado Común del Sur), bloque del cual Uruguay “ni remotamente se plantea la posibilidad de alejarse”, aseguró Astori. Pero también se apuesta a la concreción de acuerdos con otros mercados, sin dejar de protegerse a sí mismo como país.
Reconoció que “los problemas de la región que integramos nos posicionan en una lejanía importante de estos objetivos, pero eso no quiere decir que renunciaremos a ellos. Redoblaremos el esfuerzo con la propuesta de flexibilizar los acuerdos realizados hasta ahora, no para favorecer a algunos sino flexibilidad para beneficiar a todos los integrantes del bloque” en el cual Uruguay está acompañado de Argentina, Brasil, Paraguay y Venezuela.
En ese sentido, resaltó la importancia de que los “países grandes del Mercosur”, que son los que más han incumplido los acuerdos por seguir practicando medidas proteccionistas, concedan a los más pequeños la posibilidad de hacer acuerdos fuera de la región.
“La integración no es un fin en sí misma, es una herramienta fundamental de la inserción internacional, y los países más pequeños necesitan más amplitud, ir más allá de los límites del Mercosur”, observó.
Uruguay sigue creciendo
En su disertación, el Presidente en ejercicio reseñó las dificultades que afronta la económica mundial actual, pese a lo cual Uruguay sigue creciendo. “La próxima administración va a recibir una economía en franca expansión, quizás a un ritmo más moderado que el de los últimos años, pero siempre por encima del promedio latinoamericano, que ya es alto”, destacó.
Esto fue posible, según Astori, por las medidas adoptadas oportunamente, que lo despegaron de un contexto económico regional que empeoró. “Uruguay creció más que América Latina en conjunto y tiene el producto interno bruto (PIB) por habitante más alto de la región, con cifras que superan los 17.000 dólares por habitante al año”.
El motor genuino de este crecimiento es la inversión bruta interna, explicó, tras lo cual añadió que “este país sigue invirtiendo mucho, privada y públicamente”, en particular con capitales que vienen del exterior.
Situación financiera sólida
Más adelante Astori se refirió a la situación financiera del país. El sistema financiero uruguayo está muy estable y sólido y no constituye como en el pasado una fuente de riesgos, aseguró.
“Uruguay ha construido una red de seguridad financiera que le permite también tener una situación fiscal sostenible, añadió.
Mencionó algunos indicadores que demuestran esta estabilidad, como la evolución positiva de los depósitos del sector privado no financiero de residentes o el desplome del grado de morosidad del sistema financiero, actualmente es 24 % del PIB y en 2004 era 66,3 %.
Asimismo, adelantó que las expectativas de inflación convergen al rango meta, que es de entre 3 % y 7 %, ya que por décimo mes consecutivo la inflación descendió, al bajar 0,15 % en noviembre.
“Uruguay está teniendo éxito y resultados positivos en materia de lucha contra la inflación”, apuntó.
Para Astori, no es lo mismo tener tres puntos porcentuales de déficit en Uruguay de hoy, que la que pudo haber en el pasado, con una situación financiera absolutamente diferente.
“Los activos, deducidos los encajes respecto del PIB, constituyen hoy 27 % de un producto de casi 60.000 millones de dólares. Ese es el respaldo financiero que tienen el país y la situación fiscal no se puede examinar independientemente de esa holgura financiera”.
Por estas razones, subrayó que Uruguay no necesita un ajuste fiscal definido en los términos tradicionales, “sino solo prudencia y cautela fiscal”.
“Por todo esto, Uruguay ha crecido en materia de credibilidad crediticia en las escalas de todas las empresas calificadoras de riesgo, que examinan permanentemente la situación financiera del país algo que se ha logrado con políticas públicas, pues es un error atribuir los buenos resultados exclusivamente a condiciones externas favorables”, puntualizó.
“Caja de herramientas”
A modo de análisis final, Astori, ya designado futuro ministro de Economía, compartió cuál es la “caja de herramientas” con la que ha venido trabajando el país, que contiene estímulos a las inversiones y a la promoción de exportaciones con impuestos al valor agregado, el régimen de admisión temporaria y la devolución de tributos indirectos.
También se agregan como incentivos la prefinanciación de exportaciones, algunas medidas de estímulos sectoriales (vestimenta y automotores), regímenes especiales (puerto libre, parques industriales, turismo y vivienda de interés social, free-shop) o regímenes de promoción de inversiones (zonas francas).
Precisó que, sobre esta base, se ha logrado una buena evolución de las exportaciones en el país.
Gracias al esfuerzo exportador, en los últimos años Uruguay aumentó notablemente su participación en el comercio de bienes y servicios, que crece más que el promedio mundial y el latinoamericano.
Entre 2004 y 2014, las exportaciones de América Latina crecieron 33 % y las de Uruguay treparon hasta 73 %.
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