Estructura del Sistema Integral de Prevención
Es necesario especificar los niveles y dimensiones desde los que se aborda la prevención, para establecer los objetivos y alcances en función de los grupos poblacionales a los cuales se orientan las acciones.
En primer lugar, es importante distinguir dos grandes tipos de acciones:
- Acciones inespecíficas: centradas en generar condiciones para promover cambios que no necesariamente tienen relación directa con el uso problemático de drogas; se incluye aquí un campo amplio de intervenciones que promueven salud y previenen conductas de riesgo, más allá del consumo de sustancias.
- Acciones específicas: centradas en los usos de drogas. Contribuyen a prevenir los usos problemáticos y se suelen enfocar en poblaciones de particular interés por los riesgos a los que se ven expuestas. Incluyen la necesidad de entregar a la población información de calidad basada en la evidencia.
El Sistema Integral de Prevención se articula sobre los siguientes componentes:
Universos: prevención universal, selectiva e indicada.
Estrategias: influencia, competencias, control y ambientales.
Ámbitos: educativo, familiar, laboral y comunitario.
Universos
- Prevención universal: incluye acciones dirigidas a la población en general, a todas las personas, independientemente del vínculo que establezcan con las sustancias, de su etapa vital y de los posibles riesgos.
- Prevención selectiva: se dirige a grupos poblacionales que presentan vulnerabilidades y/o factores de riesgo ante el consumo de drogas, ante un inicio temprano o la posibilidad de generar problemas asociados. El diseño, implementación y monitoreo de acciones de prevención selectiva, requieren entonces visualizar las particularidades de dichas poblaciones (de género, edad, lugar de residencia, etnia-raza, historia familiar, entre otras) y abordarlas integralmente.
- Prevención indicada: contempla acciones diseñadas para personas o grupos específicos que han iniciado el consumo de drogas, presentan riesgos asociados o que potencialmente puedan desarrollarlos.
Estrategias
De influencia
Son aquellas dirigidas a “influir sobre las audiencias modificando sus creencias, sus actitudes o su comportamiento en relación a las drogas. Entre las estrategias que habitualmente se utilizan para estos fines cabe destacar la inclusión de mensajes en el etiquetado de drogas legales, las campañas publicitarias y las medidas informativas y de cambio de actitudes” (COPOLAD, 2014:126). Si bien hay evidencia de que las estrategias de influencia por sí solas no cambian
significativamente las conductas en relación a los usos de drogas, es importante asegurar el acceso a información científica y de calidad, para toda la población, asociada a la promoción de derechos y a un ejercicio democrático de la ciudadanía.
De desarrollo de competencias
Son estrategias que promueven el desarrollo de habilidades y competencias sociales, laborales, educativas, comunitarias, familiares e institucionales, para la toma de decisiones asociadas al uso de drogas. Las mismas pretenden influir en:
- la capacidad de poner límites a la oferta de drogas.
- la presión social que promueve el consumo.
- el desarrollo de acciones dirigidas a cuidar la salud singular y colectiva.
- la comunicación social como factor protector fundamental; instalar el tema en todos los ámbitos por los que las personas circulan.
De protección y control
“Estas medidas son generalmente de carácter normativo y casi siempre están dirigidas al control de la oferta, es decir, a reducir la presión social o las oportunidades de consumo” (Íbidem: 131).
Se incluyen aquí, normativas, protocolos, resoluciones, decretos institucionales y toda otra herramienta legal dirigida a regular aspectos referidos al cuidado de la salud y al desarrollo de la convivencia.
Una de las principales ventajas de estas medidas, es el bajo costo que implican en relación a la efectividad que generan.
De modificación ambiental
“Estas estrategias intentan alterar el ambiente cultural, social, físico y económico en el cual las personas hacen sus elecciones acerca del uso de drogas” (Íbidem:132).
Si bien en este grupo se encuentran programas que no necesariamente tienen un contenido relacionado con las drogas, su efectividad es alta ya que no procuran impactar directamente en las conductas individuales sino modificar los entornos para generar un ambiente más amigable, inclusivo y protector.
Los cuatro tipos de estrategias desarrolladas deben ser concebidas de manera integral e integrada para tener efecto preventivo. Al combinarlas, un programa u acción logra tener impacto en la reducción de los riesgos y daños asociados al consumo de sustancias.
Ámbitos
Las acciones y programas se materializan a través del trabajo en cuatro grandes ámbitos: educativo, familiar, laboral y comunitario.
Esta diferenciación de ámbitos es en cierta medida artificial a los efectos de mirar la especificidad de los entornos por los que transitan las personas; pero es necesario reforzar la idea de que las acciones preventivas requieren siempre de abordajes integrales, identificando las posibilidades de actuar de forma articulada entre los distintos ámbitos.
