Ministerio de Ambiente

La polinización es un proceso fundamental para la supervivencia de los ecosistemas, esencial para la producción y reproducción de muchos cultivos y plantas silvestres. Casi el 90% de las plantas con flores dependen de la polinización para reproducirse; asimismo, el 75% de los cultivos alimentarios del mundo dependen en cierta medida de la polinización y el 35% de las tierras agrícolas mundiales.

Los polinizadores además de contribuir directamente a la seguridad alimentaria, son indispensables para conservar la biodiversidad. 

Sin embargo, las abejas Apis mellifera y otros polinizadores nativos están cada vez más amenazados por los efectos de la actividad humana.

En su mensaje, el ministro de Ambiente, Adrián Peña, señaló, “Uruguay ha asumido compromisos en el marco de su adhesión al Convenio de Diversidad Biológica. En ese sentido se ha comprometido a promover hábitats saludables y proclives a los polinizadores, incluyendo aquellos que tengan que ver con el desarrollo de producciones sustentables, como la agroecología”. 

El Ministerio de Ambiente actualmente está realizando una revisión técnica de la Estrategia para la Conservación de los Polinizadores para posteriormente validarla con los actores involucrados, en un ámbito de participación propicio para recibir insumos para su versión final. 

“Este es el compromiso del Ministerio de Ambiente, preservar nuestros ecosistemas, seguir trabajando para salvaguardar la biodiversidad. Cuidar hoy para tener mañana”, señaló Peña.

La apicultura

La abeja es el polinizador gestionado más extendido del planeta. La apicultura es una actividad productiva que se desarrolla en todo el territorio y en su mayoría se encuentra en manos de productores familiares (70%). El sector cuenta con unas 542.221 colmenas y 2.545 productores apícolas.

Inés Fernández es apicultora desde hace más de 30 años, y actualmente desarrolla su actividad en la zona de Sarandí Grande, en el departamento de Florida (La Comarca). Así nos presenta a la abeja: “Es este amigo silencioso que cuando empiezan a florecer los durazneros, los limoneros, o la pradera, salen a trabajar y nos permiten poner en la mesa un zapallo, una mandarina, un durazno, y que nosotros los comemos sin saber que para que eso ocurriera tiene que haber estado la abeja implicada. Ella está con todos nosotros, es una gran aliada”.

Sobre la importancia de su presencia y conservación, la apicultora destaca: “Hoy por hoy, en dónde nos jugamos un mundo limpio, un mundo sustentable, tenemos que tener presente el trabajo de la abeja, favorecerlo, plantar lo que la abeja necesita. Nosotros necesitamos que la abeja esté y haga su trabajo. Lo necesitamos para nosotros, para nuestro bienestar y para nuestra salud”. 

Todos dependemos de los polinizadores, es crucial controlar su declive y detener la pérdida de biodiversidad.

Acciones clave para la conservación de polinizadores 

Para ayudar a la conservación de los espacios donde actúan los polinizadores es necesario:

• mantener áreas sin remoción de suelo y vegetación; 
• promover la biodiversidad de plantas en el agroecosistema; 
• utilizar tratamientos fitosanitarios que no afecten a los polinizadores; 
• sembrar diversidad de especies florales, con siembra escalonada a fin de proveer alimento sostenido en el tiempo