Voluntariado

Cosechar la siembra: restauración de ecosistemas con participación ciudadana

Cada vez son más los y las voluntarias que contribuyen al proceso de restauración de monte nativo en el entorno de la cuenca del río Santa Lucía.
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La posibilidad de conocer la experiencia, tomar contacto con el territorio, hundir las manos en la tierra, aprender de nuestras especies nativas y de lo que implica el propio proceso de restauración, enamora y compromete. Estado y sociedad civil trabajando juntos en políticas de cuidado ambiental.

El Plan de Restauración de ecosistemas con participación ciudadana, liderado por el Mvotma, transita su cuarto año y supera los 3.500 ejemplares nativos plantados, de más de 20 especies identificadas para esa zona.

El trabajo está focalizado en el perímetro del embalse de Paso Severino, en la zona de 110 km. que forman parte del cerco alambrado por OSE para su protección, en el marco de las medidas del Plan de Acción para la Protección de la calidad del agua del río Santa Lucía, donde además se dispuso la prohibición de laborear la tierra, utilizar agroquímicos y el pasaje de ganado a pastorear.

Eduardo Andrés, técnico de Mvotma-Dinama, referente del Plan, cuenta que con la plantación se está llegando a una cobertura de 30 km. de borde de costa, y explica: “Estamos generando una barrera física viva con árboles nativos propios de la cuenca, que son producidos en la zona. Un trabajo que tiene a la participación ciudadana como su pilar, no sólo para colaborar en la plantación si no para tomar conciencia de las acciones de conservación y sensibilizar en el tema”.

La meta en este 2019, es llegar a los 5.000 árboles, cubriendo las zonas definidas al inicio del Plan como aquellas posibles para realizar plantación en bordes. El seguimiento es parte fundamental del proceso, tanto como la plantación. La presencia semanal de los técnicos y referentes locales, y el trabajo de medición que realizan las mujeres rurales vinculadas al vivero de Cardal, dan cuenta de una sobrevivencia de los ejemplares plantados que supera el 90%.

Gerald Atrio, apicultor de la zona, acompaña e integra de forma voluntaria este proceso de restauración desde sus inicios en 2016. Resalta “la importancia de involucrar a la población local para valorizar estos procesos de cambio”.
Durante el mes de julio participaron de la plantación adolescentes de un hogar de INAU del departamento de Florida, estudiantes de un liceo de la zona, tras la coordinación de la Intendencia de Florida; y en dos oportunidades voluntarios del Programa Nacional de Voluntariado de Mides.

La última de las jornadas mencionadas fue el miércoles 17 de julio, Silvia Maccio, una de las voluntarias procedentes de Montevideo que participaba por primera vez, señaló su interés particular por los temas ambientales y su involucramiento en temas vinculados a huertas orgánicas y agroecología.

En relación a la experiencia en Paso Severino señaló que “es muy enriquecedora (...) Hay que cambiar la cabeza, entender que uno puede preservar, ayudar a crecer, valorar las riquezas de nuestro país y su suelo. No aprovechamos todo lo que podemos hacer por él y por las nuevas generaciones”.

Daniela Valiente, otras de las voluntarias, vinculada a distintas propuestas de participación en temas ambientales del Mvotma, expresó “siempre quise ser parte de esta experiencia de plantar árboles, saber que estoy ayudando al planeta tierra de esta forma que es simple, pero implica un cambio muy grande a futuro”.

Más participación, más conciencia, más cuidado del ambiente
 

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