Custodios de la naturaleza
Uruguay cuenta hoy con más de 40 hombres y mujeres que custodian los cerros, quebradas, llanuras, bañados, lagunas, o la costa de nuestras áreas protegidas, ubicándose en la primera línea de defensa de los recursos naturales.
Los guardaparques dedican su vida a promover buenas prácticas en pos del cuidado del ambiente; monitorean la presencia de especies de flora y fauna nativa, muchas de ellas en peligro de extinción; controlan la presencia de especies exóticas invasoras; son nexo con el visitante que llega a las áreas, con la comunidad que allí vive y produce; intentan resolver conflictos sociales dentro de su posibilidades; apoyan a la investigación; realizan tareas de educación e interpretación ambiental; confeccionan y mantienen la infraestructura dentro de las áreas; o vigilan para evitar la caza, la tala, el tránsito de vehículos en faja de costas, entre otras tantas actividades de protección de nuestros espacios naturales.
Desde el Estado se ha asumido la conservación de los valores naturales del Uruguay definiendo una política nacional y creando institucionalidad que refuerza este trabajo.
En ese sentido, el Ministerio de Ambiente, a través del Sistema Nacional de Áreas Protegidas, apuesta a la profesionalización de los actores vinculados, fortaleciendo desde el trabajo interinstitucional (ministerios, intendencias, organizaciones sociales, la Asociación Uruguaya de Guardaparques, UTU), la función del guardaparque.
Con la aprobación de la Ley 17.234, se creó el Cuerpo Nacional de Guardaparques, y con la habilitación de sus integrantes (2015) se fortaleció la gestión de las áreas protegidas y por tanto, la protección del patrimonio natural y cultural de nuestro país.
La formalización de sus tareas y la profesionalización de su trabajo han sido uno de los objetivo del Sistema Nacional de Áreas Protegidas y de los propios guardaparques a lo largo de estos años lo que se traduce en un mejor cuidado del ambiente por las acciones y potestades que esta figura alcanza.
Actualmente son 17 las unidades que integran el Sistema Nacional de Áreas Protegidas del Ministerio de Ambiente, y desde la incorporación de la primera área —Paisaje Protegido Quebrada de los Cuervos en el año 2008— la figura de los guardaparques ha sido clave en la gestión del territorio y el vínculo con la comunidad.