Voluntariado

Inició el voluntariado ambiental 2019

Cada vez son más las personas que motivadas por su sensibilidad por temas ambientales elijen sumarse voluntariamente a las actividades de restauración de ecosistemas que propone el Mvotma, a través de la Dinama.
Voluntariado

El pasado viernes 3 de mayo, en Paso Severino (Florida), se plantaron 150 ejemplares de árboles nativos, que se suman a los 3.000 plantados en el entorno de la cuenca del Santa Lucía, desde mediados de 2016 a esta parte.

El Plan de Restauración de ecosistemas, tiene en su esencia un componente central que es la participación ciudadana. Cientos de voluntarios del Programa Nacional de Voluntariado de Mides, jóvenes de centros educativos y centros juveniles han sumado su aporte en distintas instancias.

En esta oportunidad, el primer grupo de voluntarios de Mides (Montevideo) fue de lo más diverso. Reunió a personas que habían participado años anteriores con voluntarios que participaban de su primera experiencia en estos asuntos. Con otro matiz, que sumó particularidad y riqueza al intercambio: la participación de un voluntario chileno, una venezolana y una brasilera. El motor común es aportar a la mejora del ambiente más allá de fronteras.

Miguel viene desde Chile, destaca que "independientemente de donde uno sea el tema del cambio climático y el medio ambiente es un tema que nos está urgiendo como especie. Mientras se pueda ayudar en América Latina, o en cualquier lugar, a plantar un árbol nos estamos ayudando todos como planeta”.

Cuenta que le preocupa la tendencia en su país de "convertir la tierra en un bien de consumo" y en particular valora "la lucha de las comunidades más ancestrales, Mapuches sobre todo, que dan una lucha para poder cuidar la madre tierra, que si no la cuidamos nos estamos haciendo un mal a nosotros mismos".

Laura es de Artigas, precisamente de Tomás Gomensoro, vivió en la etapa liceal su primera experiencia de voluntariado ambiental en una fundación, y se le volvió a despertar este interés "creo que es importante educar en estos temas, somos pocos así que debería ser sencillo, tenemos la oportunidad y tenemos riquezas como estas reservas y nuestros árboles nativos".

Entre otras especies se plantaron cedrón del monte, tala, coronilla, sarandí negro y colorado, sauce y chal chal. Además de la experiencia de contactarse con la tierra, la actividad permite el conocimiento y vínculo entre quienes participan, conocer otras experiencias, aprender de y con el otro.

Nancy se jubiló en Venezuela y hace 4 años se vino a Uruguay, consultada por su motivación dijo "Uruguay me ha tratado divino, me ha integrado y esta es una manera de devolver lo que este paisito hermoso me dio”.

Natalia es de Brasil, allí trabajaba como periodista en temas ambientales, sus padres son uruguayos por lo que la une un vínculo estrecho con nuestro país, defiende las acciones en favor del ambiente que entiende "relevante para hoy y las generaciones futuras".

Si bien esta actividad encierra en sí misma un valor y un aporte, tanto para el ambiente como para quien participa, no se trata de una instancia aislada, es la continuidad de un proceso de cuatro años, con nuevos rostros, nuevas energías, nuevas voluntades. Dos políticas públicas que se entrecruzan y hacen sinergia: el Programa Nacional de Voluntariado y el Plan de Restauración de Ecosistemas. Dos lógicas que se entrecruzan y construyen juntas, la del Estado y la comunidad, con el cuidado del ambiente como objetivo.
 

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